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lunes, 31 de agosto de 2015

Europa me duele... y me abochorna.

No deja de ser una cruel paradoja que la misma Europa que conmemora el 70 aniversario del final de la Segunda Guerra Mundial, un conflicto que provocó el éxodo de millones de personas, sea también la Europa insolidaria, egoísta e inoperante ante la colosal avalancha humana que estos días llega en oleadas a las  costas griegas e italianas o intenta atravesar a pie el centro del continente.

La pasividad de los gobiernos europeos ante una emergencia humanitaria de tamaño calibre no sólo hiere nuestra sensibilidad, sino que trae a la memoria el recuerdo de errores similares cometidos en el pasado más reciente. ¿O acaso hemos olvidado que fue la próspera y democrática Europa la que, a mediados de la década de los 90 del siglo pasado, asistió impasible a la carnicería perpetrada por las fuerzas serbias de Radovan Karadzic contra la población civil de Bosnia?

Las imágenes de refugiados sirios, libios, afganos o paquistaníes que huyen de las guerras y la miseria que sacuden sus países y tratan de ‘colarse’ en Europa deberían sacudir las adormiladas conciencias de nuestros gobernantes. En lugar de eso, Macedonia gasea a los miles de desesperados que intentan cruzar su territorio en busca de un incierto El Dorado; Hungría levanta un muro fronterizo para impedir que decenas de miles de parias crucen su territorio; Francia y Reino Unido se afanan en sellar el Canal de Mancha, y los xenófobos hacen su agosto en Alemania incitando al odio contra los refugiados o, peor aún, atacando los refugios donde éstos se hacinan.

Esa Europa me duele… y me abochorna.

Post de José Luis Lobo en su blog

miércoles, 26 de agosto de 2015

Mediocridad

Es de todo punto necesario hacer un profundo y sincero ejercicio de autocrítica, tomando, sin que sirva de precedente, la seriedad por bandera
Quizá ha llegado la hora de aceptar que nuestra crisis es más que económica, va más allá de estos o aquellos políticos, de la codicia de los banqueros o la prima de riesgo.
Asumir que nuestros problemas no se terminarán cambiando a un partido por otro, con otra batería de medidas urgentes, con una huelga general, o echándonos a la calle para protestar los unos contra los otros.
Reconocer que el principal problema de España no es Grecia, el euro o la señora Merkel.
Admitir, para tratar de corregirlo, que nos hemos convertido en un país mediocre.
Ningún país alcanza semejante condición de la noche a la mañana. Tampoco en tres o cuatro años. Es el resultado de una cadena que comienza en la escuela y termina en la clase dirigente.
Hemos creado una cultura en la que los mediocres son los alumnos más populares en el colegio, los primeros en ser ascendidos en la oficina, los que más se hacen escuchar en los medios de comunicación y a los únicos que votamos en las elecciones, sin importar lo que hagan, alguien cuya carrera política o profesional desconocemos por completo, si es que la hay. Tan solo porque son de los nuestros.
Estamos tan acostumbrados a nuestra mediocridad que hemos terminado por aceptarla como el estado natural de las cosas. Sus excepciones, casi siempre, reducidas al deporte, nos sirven para negar la evidencia.
- Mediocre es un país donde sus habitantes pasan una media de 134 minutos al día frente a un televisor que muestra principalmente
basura.
- Mediocre es un país que en toda la democracia no ha dado un solo presidente que hablara inglés o tuviera unos mínimos conocimientos sobre política internacional.
- Mediocre es el único país del mundo que, en su sectarismo rancio, ha conseguido dividir, incluso, a las asociaciones de víctimas del terrorismo.
- Mediocre es un país que ha reformado su sistema educativo tres veces en tres décadas hasta situar a sus estudiantes a la cola del mundo desarrollado.
- Mediocre es un país que tiene dos universidades entre las 10 más antiguas de Europa, pero, sin embargo, no tiene una sola universidad entre las 150 mejores del mundo y fuerza a sus mejores investigadores a exiliarse para sobrevivir.
- Mediocre es un país con una cuarta parte de su población en paro, que sin embargo, encuentra más motivos para indignarse cuando los guiñoles de un país vecino bromean sobre sus deportistas.
- Mediocre es un país donde la brillantez del otro provoca recelo, la creatividad es marginada –cuando no robada impunemente- y la independencia sancionada.
- Mediocre es un país en cuyas instituciones públicas se encuentran dirigentes políticos que, en un 48 % de los casos, jamás ejercieron sus respectivas profesiones, pero que encontraron en la Política el más relevante modo de vida.
- Es Mediocre un país que ha hecho de la mediocridad la gran aspiración nacional, perseguida sin complejos por esos miles de jóvenes que buscan ocupar la próxima plaza en el concurso Gran Hermano, por políticos que insultan sin aportar una idea, por jefes que se rodean de mediocres para disimular su propia mediocridad y por estudiantes que ridiculizan al compañero que se esfuerza.
- Mediocre es un país que ha permitido, fomentado y celebrado el triunfo de los mediocres, arrinconando la excelencia hasta dejarle dos opciones: marcharse o dejarse engullir por la imparable marea gris de la mediocridad.
- Es Mediocre un país, a qué negarlo, que, para lucir sin complejos su enseña nacional, necesita la motivación de algún éxito deportivo.


ANTONIO FRAGUAS DE PABLOS (FORGES)

martes, 25 de agosto de 2015

Los rojos veranean

El mal de Manuela Carmena en Zahara de los Atunes es no haberse quedado quieta en la parcela de un camping, mirando el mar por los anuncios. Los policías de la conducta ajena reprochan a la alcaldesa de Madrid el veraneo en casa compartida con otros tantos. A unos 650 euros por barba. Sin escolta. Sin coche oficial. Sin privilegios. O sea: el delito es permitirse las vacaciones. No mostrarse como un campesino sin tierra. Sonreír. Incluso disfrutar.

El alud de desafectos que genera esta mujer es grandioso. Ahora su falta ha sido descansar con cargo a su sueldo o sus ahorros (da igual). No dar ejemplo. No parecer una obrera, coño. El rojo chitón (que dicen los horteras) y si quiere veranear a lo señorito que se quite de rojo. Es acojonante la catástrofe de algunas mentes. En cuanto un hombre o una mujer de izquierdas se sale de la dieta de los altramuces recibe una descarga de moralidad para afearle la conducta, el compromiso, la coherencia y hasta la educación. No falla.

El PSOE y el PP han sido (por aclarar está que no lo sigan siendo) una covacha de salteadores, matones del dinero, imputados, corruptos, faltones, golfos, alegres putañeros con tarjeta del partido. Nadie ha dado jamás las cuentas claras de su gente. Lo que sabemos es que muchos han pufado hasta en el Congreso, restándose patrimonio o sumándose dietas. Viajando a Bruselas en primera, por sus huevos. Tirando de coche oficial para comprar un Yatekomo en el Alcampo. Y ahí siguen. Pero lo decente en este caso, limpia la hoja de servicios, es además ejercer de desclasado aunque hayas sido juez 40 años.

Temo a la demagogia de izquierdas, pero me asquea la de los íntegros de centro (de extremo centro) decididos a hocicar el hígado de una profesional sin tacha (de momento) acusando de clamorosa una conducta normal. Algunos parece que están en un fotograma de Los santos inocentes, del lado del señorito Iván.


Ese fundamentalismo es el que no soporta que la pobreza no sea compartida en cuerpo y alma por algunos rojos con poder. El ciudadano de izquierdas está obligado por vocación y por destino a confundir coherencia con falta de ambición. Y vivir del cartonaje. Y comer de lata. Pero nadie le exige a un cirujano plástico que se aumente él antes las tetas para ser fiable en el compromiso con su clienta y con su negocio.

Carmena se explicó con naturalidad y parece que no da más de sí la cosa. Ya ves tú. La transparencia no es demostrar que uno es honesto, sino evitar que pueda no parecerlo. Ese retrato de la alcaldesa de Madrid como una princesa excesiva resulta grotesco. Forma parte del juego sucio de una forma de hacer política/periodismo que momifica mucho los dos oficios. Sobre todo porque parece que todo es mentira. Y así nos va.

Por Antonio Lucas en El Mundo

http://www.elmundo.es/espana/2015/08/20/55d4d448ca474129718b4590.html

martes, 4 de agosto de 2015

Je demande

A la vida hay que exigirle mucho. A la vida hay que exigirle bien. Porque no te preocupes que ella ya se ocupará de exigirte a ti cuando menos te lo esperes y por la razón más insospechada. Un día sales de casa y búm. Un día vuelves de un chequeo rutinario y zas. Un día coges el coche y pam. Es siempre más tarde de lo que te crees. Cualquier día te cambian las reglas de este juego al que llamamos vida, y lo hacen sin que nadie te pida permiso y sin avisar. Así que plantéatelo ahora o atente a las consecuencias. Porque puede que jamás exista un espérate, porque puede que para ti no haya previsto un después.

Por eso, yo exijo. Exijo sentir cosas todos los días. Buenas, malas y regulares. Todas y cada una de ellas. Me da igual. Miedo, asco, rabia, ira, sorpresa, alegría y tristeza. Porque un día sin emociones es un día perdido.Y porque ahí donde la emoción manda, es siempre donde ocurren las cosas, es donde yo exijo estar.

Yo exijo. Exijo no pasar ni un sólo día sin estar enamorado. No hablo de estar acomodado. Ni de dejarme simplemente llevar por la inercia. No. Exijo mariposas todos los días. Y exijo también a alguien a mi lado que las quiera mantener más allá de lo razonable, más allá de lo racional. Alguien que esté dispuesta a dejarse la vida en el intento. Y que quiera casarse cada día conmigo. Y que lo demuestre en cada tempestad. Exijo que se lo curre tanto o más que yo. Y si no, no me vale la pena ni el simple hecho ya no de estar en pareja, sino de respirar. Ah y una cosa más. Exijo que la prudencia se tome vacaciones eternas conmigo. Porque jamás me ha garantizado nada el hecho de ir poco a poco. Ni me ha hecho más feliz. Exijo que deponga sus armas hasta que me asegure que mientras yo sea prudente, nada de lo que me gusta se va a terminar.

Yo exijo. Exijo viajar hasta que el cuerpo aguante. Cada rincón del planeta esconde algo o alguien que tiene algo que enseñarme, cada kilómetro recorrido es otra lección de la que aprender. Soy consciente de que hay casi doscientos países en el mundo, y que yo habré visto siempre muy pocos, con mucha suerte llegaré a conocer la mitad. Y sobre todo, lo más importante, habré estado siempre en menos de los que visité. Un destino es una oportunidad para reencontrarse. Un hogar es donde vacías tus maletas. Y un origen es donde dejas que crezcan los recuerdos. Por eso, por mucho que te alejes, ellos se crecen más.

Yo no exijo un trabajo, exijo dejar de tener las sensación de trabajar. Porque es entonces cuando te estás dedicando a lo que realmente te gusta. Porque es entonces cuando realmente puedes llegar a ser bueno, o como mínimo, a poderlo disfrutar. Cuando el ocio deja de ser la negación del negocio. Cuando los lunes dejan de ser un suplicio, para convertirse en el único día de la semana al que quieres llegar. Lo antes posible, o sea, ya. No concibo ni un sólo día de mi existencia dedicado a algo que no merezca mi tiempo, mi vida, mi sacrificio, mi dedicación profesional.

Pero es que yo exijo también conversaciones. Conocer gente que me aporte algo interesante. Dejar de perder el tiempo con historias tóxicas y desgastadas. Exijo una vida sin capullos, sin mediocres, sin gilipollas, que ya tengo bastante conmigo. Y ponerme a sumar. Siempre sumar. Cada vez me queda menos tiempo para desperdiciar. Así que me he vuelto muy exigente con el tiempo que le dedico a cualquier prójimo. No porque no lo merezcan, o porque yo me crea especial. No tiene nada que ver con eso. Sino con la sensación de unicidad, de que esto que puedo vivir hoy tiene fecha de caducidad. Cada minuto que te dedico, se lo estoy quitando a los demás. Así que me tiene que valer la pena. Algo me tiene que aportar. Dejarse de tonterías e ir al grano. No es una pose. Es una obsesión por aprovechar cada oportunidad.

Y ya puestos a exigir, yo exijo luz de luna. Como Chavela. Pero no sólo para mis noches tristes. Para las alegres, también. Y exijo que el sol vuelva a salir por donde quiera. Porque si sale siempre por el mismo sitio, te juro que pillo la pistola de Saza y me lío a tiros como él.

Yo le exijo todo esto a la vida.

Y lo más importante, como sé que no está en sus planes proporcionármelo, no pienso quedarme de brazos cruzados esperando a que me lo facilite.

Lo pienso ir a buscar.

Risto Mejide (Publicista) en Periodico.com
http://www.elperiodico.com/es/noticias/opinion/demande-4386050

sábado, 1 de agosto de 2015

Preguntas que no se le hicieron a Mariano Rajoy

1. ¿A usted no se produce sonrojo político aprobar los Presupuestos para el próximo año en pleno agosto dejando maniatado a un posible nuevo Gobierno o teniendo que acudir a anularlos?

2. Hoy se ha sabido oficialmente que la luz ha subido un 11,4 % en los siete primeros meses del año. ¿Esto, tan vital, no tira por tierra todo su discurso macroeconómico sobre la recuperación y la defensa de los intereses de los españoles de la que usted tanto presume?

3. ¿No está contribuyendo usted de manera decisiva con su inmovilismo al aumento de la tensión política y social en Catalunya y al desafecto de los catalanes?

4. ¿Da usted por buenas las declaraciones xenófobas y racistas del representante del Partido Popular en Catalunya, señor García Albiol?

5. Ya sé que dirá que no será necesario, pero ¿estaría usted dispuesto a emplear el Ejército en Catalunya si lo fuera?

6. ¿Cuántos pobres hay en España?

7. ¿Usted sigue creyendo que la desigualdad es algo natural al género humano y que toda búsqueda de la igualdad es radicalmente contraria a la esencia misma del hombre?

8. ¿Qué puede decir sobre que España sea el país de la Unión Europea en que más crecido la desigualdad entre sus ciudadanos?

9. ¿Qué puede alegar sobre el muy importante aumento de españoles sin trabajo que no reciben prestación alguna?

10. ¿Hay más o menos libertad en España desde que gobierna usted?

11. ¿La Reforma Laboral no ha supuesto un derecho de pernada sobre los trabajadores?

12. ¿Es usted capaz de negar la grosera manipulación que se hace en TVE?

13. ¿No le avergüenza la coacción que ejerce usted sobre las televisiones privadas al tenerlas en vilo sobre la concesión de nuevas licencias?

14. Prácticamente toda España cree que ha habido una contabilidad B en su partido y que se han cobrado sobresueldos de modo irregular. ¿Jura por Dios que usted no lo sabía?

15. ¿La recuperación consiste en volver al ladrillo y a la hostelería, esto es, seguir siendo un país de camareros y albañiles?

16. El nivel cultural de España ha disminuido de modo alarmante durante su mandato. ¿O no?

17. ¿Usted se dejaría cortar un brazo por volver a ganar las elecciones? Porque esa es la impresión que da a juzgar por las decisiones que está tomando.

18. ¿No le parece una inmoralidad política y una argucia innoble subir un 1% los salarios de los funcionarios públicos tres meses antes de las elecciones?

19. ¿No cree que el Parlamento ha sido una burla con el abuso que usted ha hecho de su mayoría absoluta? ¿No mina eso la credibilidad democrática?

20. ¿Usted cree que es serio que a Rita Barberá la hayan nombrado senadora?

21. Usted que tanto habló de la herencia recibida, ¿qué opina de la herencia que han dejado en la Comunidad Valenciana, Castilla-La Mancha o el Ayuntamiento de Madrid?

22. ¿Por qué no hace un referéndum para saber si los españoles desean reformar la Constitución, en lugar de aseverar usted que no?

23. ¿De verdad estima usted antidemocrático los acuerdos entre partidos con representación parlamentaria no mayoritaria?

24. ¿Por qué los españoles no confían en la justicia? ¿O cree que sí confían? ¿De verdad cree que no ha habido ni hay influencia política en la justicia, especialmente en los nombramientos de los altos magistrados?

25. Con sus declaraciones de hoy, ¿ha querido decir que ustedes o el desastre? ¿No hay más opciones posibles en España?

26. En algún país de la UE, incluidos Irlanda, Italia y Polonia, ¿la Iglesia Católica tiene más poder declarado o soterrado que en España?

27. ¿Cree que pueden funcionar leyes educativas aprobadas sin consenso, como han hecho ustedes?

28. Teñirse es tratar de embellecerse ocultando algo. ¿Usted se tiñe políticamente?

29. ¿Cuándo van a presentar su próximo programa electoral de mentiras? ¿Por qué habría que creerles?

30. Ésta se la dejo a los lectores del diario Público.

Por Arturo González en Puntadas sin hilo (Público.es)

http://blogs.publico.es/arturo-gonzalez/2015/07/31/preguntas-que-no-se-le-hicieron-a-rajoy/