La "Bola del Mundo" situada
en los Jardines de Piquío de Santander, es en realidad un potente instrumento
astronómico llamado "TIERRA PARALELA"?
El "descubrimiento" se le debe a Arturo
Bravo, profesor del IES de Solares. ¡Mirando a la bola, verás amanecer en Nueva
York en tiempo real... anochecer en Tokio... o la noche polar de 6 meses...!,
también funciona como reloj de Sol. Todo gracias a su especial orientación en
el espacio (con su eje paralelo al de la Tierra).
El monumento consiste en una esfera de piedra
caliza, de 65 centímetros de diámetro, esculpida en una sola pieza. En ella se
representan los océanos, continentes y líneas de referencia configurando el
mapa del mundo. En los continentes la piedra se encuentra pulida, y estuvieron
pintados en color marrón, del que quedan trazas, sobre todo en la parte
inferior. En los océanos, por el contrario, la piedra se encuentra abujardada
(es decir, marcada con pequeños hoyuelos) y a un nivel ligeramente rebajado
respecto de los continentes.
Se señalan además las siguientes líneas de
referencia:
- Ecuador, como una franja pintada en color azul, con señales en cada huso horario (cada 15º) y las horas grabadas en cada huso, en dos series de I a XII, en cifras romanas.
- Paralelos destacados: Trópicos de Cáncer y de Capricornio; Círculo Polar Ártico y Antártico.
- Meridianos, cada 15º.
- Línea de la Eclíptica con los símbolos zodiacales representados sobre ella.
Estas líneas de referencia se encuentran en relieve
sobre los océanos y en bajorrelieve sobre los continentes, por lo que aún son
visibles, pese a haber desaparecido la pintura casi por completo. Por otra parte, la esfera está orientada de modo
que su eje Norte-Sur coincida con la dirección Norte-Sur verdadera; la
Península Ibérica se ubica en la parte superior de la esfera. Además, la bola se encuentra situada sobre un
mosaico en el suelo representando una rosa de los vientos, que señala dieciséis
direcciones, si bien la orientación de ésta no responde exactamente a la del
Norte verdadero, correctamente indicado por el eje de la bola del mundo. Todo esto, unido a la antigüedad del monumento
(hacia 1930) confiere a la Bola del Mundo de los Jardines de Piquío un notable
valor histórico y artístico que hay que añadir a su valor astronómico.
El valor artístico que posee el monumento por su
propia factura, se ve realzado por el hecho de no ser sólo una escultura, sino
también un potente instrumento astronómico, llamado TIERRA PARALELA.
Una TIERRA PARALELA es un instrumento astronómico
formado por una bola del mundo, cuyo eje se encuentra correctamente orientado
en la dirección Norte-Sur, y dispuesta además de tal modo que en la parte
superior de la esfera se encuentre precisamente el lugar donde se ubica el
instrumento (Santander, en este caso).
Esto hace que el eje de la bola sea paralelo al eje
verdadero de la Tierra (de ahí su nombre). Se trata, pues, de una "pequeña
Tierra", unida a la Tierra real, de modo que ambas siempre guardan una
misma orientación en el espacio.
Esto permite que, durante las horas diurnas, la
bola reciba la misma iluminación solar que la Tierra real: y por tanto los
lugares donde es "de día" y "de noche" en la bola (es
decir, su mitad iluminada y su mitad en sombra) corresponden exactamente a los
lugares donde es de día y de noche en la Tierra real.
Esta es la primera y más inmediata utilidad de la
Tierra Paralela: al observarla sabremos, en cada momento, en qué lugares del
mundo es de día y de noche. Al cabo de algunos minutos podrá apreciarse cómo
anochece en unos lugares y amanece en otros. Se llama terminador a la línea que
separa la parte iluminada de la parte oscura de la bola; en cada momento esta
línea marcará los lugares que se encuentran en el crepúsculo del anochecer
(terminador Oeste) o del amanecer (terminador Este). Podrá ser didáctico para
el observador comprobar otros detalles, como el hecho de que en nuestro verano
es siempre de día en el Polo Norte y de noche en el Polo Sur; o "ver"
el Sol de Medianoche en altas latitudes.
Pero no acaba ahí la utilidad de este instrumento:
también funciona como reloj de sol, catalogado como RELOJ DE SOL ESFÉRICO. Al
contrario que en otros relojes de Sol, la hora no es indicada por ninguna
varilla o gnomon, sino que en este caso es el terminador (frontera entre la luz
y la sombra) el que señala la hora sobre las marcas horarias grabadas en el
Ecuador. La hora puede leerse indistintamente en el terminador Este y en el Oeste,
al existir dos series de numeración de las horas. Por supuesto, el reloj indica
la hora solar (una hora menos que la oficial en horario de invierno; dos menos
en horario de verano).
La TIERRA PARALELA tiene además otras utilidades:
- Determinación del punto subsolar (lugar del mundo para el cual el Sol está en el cenit, en la vertical del lugar).
- Determinación de la fecha con precisión de unos días (leyendo la latitud del punto subsolar y refiriéndola a la Eclíptica).
- Determinación de la hora a la que se pondrá el Sol en el día de la observación, y la hora a la que amanecerá al día siguiente, con precisión de pocos minutos (midiendo la distancia al terminador en husos horarios).
Todo esto convierte a cualquier TIERRA PARALELA en
un potente instrumento astronómico, y en particular a la Bola del Mundo de los
Jardines de Piquío es un excelente exponente de ello. Además, en este caso,
tenemos que destacar la notable precisión con que fue alineado su eje
Norte-Sur, pues es éste un proceso que entraña cierta dificultad, y es lo que
confiere al instrumento su exactitud. En el diseño de los Jardines se buscó un emplazamiento
adecuado para la bola, pues está ubicado donde ningún árbol proyecte su sombra,
lo que dificultaría la lectura del instrumento y además la pérgola que bordea
el lugar se encuentra al Norte del monumento y por tanto nunca proyecta su
sombra sobre él.