¿Quieres poder ver escrito tu nombre en los callejeros de tu ciudad? Pues aprovecha la famosa "Ley Monopoly" que es como se conoce ya en los Medios de Comunicación a la nueva Ley de Ordenamiento y Denominación de Vías Públicas (239/2011).
Entre las medidas tomadas por la nueva ejecutiva del Gobierno con el objetivo de reducir el déficit de los Ayuntamientos, se encuentra la famosa "Ley Monopoly", original y polémica al mismo tiempo y que entró en vigor el pasado 23 de diciembre de 2011. A través de una aportación económica, la medida da la posibilidad de cambiar el nombre de algunas de las calles de las ciudades españolas durante un período de tiempo determinado. Están sujetas a este cambio las calles cuyo nombre actual consiste en:
- Una denominación geográfica no vinculada a un Convenio de Colaboración Territorial.
- Acontecimientos históricos del período de la Guerra Civil.
- Nombres de personajes mitológicos, de ficción o nombres de edificaciones no clasificadas como Patrimonio.
Gracias a esta medida dirigida a acercar a los ciudadanos el desarrollo urbanístico, un total de 9.346 calles (categoría B) han sido puestas a disposición para solicitar un "apadrinamiento" y conseguir así cambiar su nombre durante un período de tiempo determinado (de 2 a 10 años). Se consideran Categoría B las calles entre 50 y 150 números, de menos de 15 metros de anchura, sin límite de zonas ni distritos y sujetas a la política de modificación de nombres propuesta por la nueva Ley.
La denominación se realiza a través de una certificación oficial por parte del Ayuntamiento competente y viene acreditada por un Notario. Te enviarán el documento oficial al cabo de 30 días de la solicitud y el cambio de placa de la calle al cabo de un plazo máximo de 2 meses.