En el año 2006 tuve la gran fortuna de conocer Perú. Un viaje de turismo para conocer Machu Picchu. Había leído mucho sobre este cerro antes de viajar, pero no te puedes imaginar lo que es hasta que no lo ves “in situ”. He conocido muchos lugares, pero Machu Picchu es el único sitio que me ha puesto los pelos de punta, es simplemente… espectacular. Os voy a contar sobre aquél viaje, pero lo haré en varias entradas en el Blog para que no resulte muy pesado.
Para visitar Macchu Pichu es recomendable pasar un día en Cuzco para aclimatarse y no padecer el "soroche" o mal de altura. Para ayudar a paliar los efectos del mal de altura, es costumbre beber "mate de coca", pero está bastante malo. Es una infusión con hojas de coca, en Perú le llaman "koka sagrada" o "chacchar coca" como me ha apuntado una lectora anónima del blog. Es extremadamente amarga, no tiene ningún efecto narcotizante, alucinógeno ni excitante, pero a mí particularmente no me gustó. Los cuzqueños mascan las hojas de coca, con el mismo resultado.
Cuzco es una ciudad situada al sureste de Perú ubicada en la vertiente oriental de
En Cuzco merece la pena visitar:
Koricancha, patio central del Convento de Santo Domingo. El Koricancha (quechua: Quri Kancha = Templo Dorado), es el templo inca sobre el cual fue construido el Convento de Santo Domingo por los españoles. Fue uno de los más venerados y respetados templos de la ciudad de Cuzco. El recinto de oro, como era conocido, era un lugar sagrado donde se rendía honores al máximo dios inca: el Inti (Sol), por lo que sólo podían entrar en ayunas, descalzos y con una carga en la espalda en señal de humildad, según lo indicaba el sacerdote mayor Willaq Umu. El frontis era un hermoso muro proveniente de la más fina cantería, decorado únicamente por una banda continua de oro puro de una palma de alto, a tres metros del suelo, y un techo de paja fina y delicadamente cortada. Dentro del Convento de Santo Domingo aún se conservan algunas construcciones del antiguo templo.
Hay que visitar la Catedral de Cuzco en uno de los laterales de la Plaza de Armas y la Iglesia de La Compañía de Jesús en otro lateral de la Plaza de Armas.
Por las calles de Cuzco se pueden ver muchos balcones de madera finamente tallada. La piedra de los doce ángulos es una piedra incrustada en un mural inca, tallada de tal manera que posee doce ángulos que le facilitan calzar con exactitud con las demás piedras colindantes que forman el muro. Queda perfectamente incrustada. Es por eso que además de ser un elemento histórico muy especial, representa la tecnología inca y el grado de precisión en la manufactura de sus murallas. Es un sorprendente testimonio arqueológico y arquitectónico que pone de manifiesto el conocimiento que poseían los incas para construir estructuras anti sísmicas.
Por las calles de Cuzco se pueden ver muchos balcones de madera finamente tallada. La piedra de los doce ángulos es una piedra incrustada en un mural inca, tallada de tal manera que posee doce ángulos que le facilitan calzar con exactitud con las demás piedras colindantes que forman el muro. Queda perfectamente incrustada. Es por eso que además de ser un elemento histórico muy especial, representa la tecnología inca y el grado de precisión en la manufactura de sus murallas. Es un sorprendente testimonio arqueológico y arquitectónico que pone de manifiesto el conocimiento que poseían los incas para construir estructuras anti sísmicas.
Desde buena parte de la ciudad se puede ver, dibujado en dos montes cercanos, el escudo de Perú y la frase: “Viva el Perú Glorioso, BIM
También hay que subir hasta El Cristo Blanco, desde donde se contempla una preciosa vista de buena parte de la ciudad.
Esto a grandes rasgos es Cuzco, una ciudad que merece la pena visitar muy despacio, porque caminar y subir las calles empinadas a esa altura cuesta mucho. Por el día tiene una temperatura muy agradable pero por la noche hay que ir abrigado porque la temperatura se pone cerca de los 0º.
