Desde que la comunidad internacional creara el Estado de Israel en 1948 en un intento de compensar al pueblo judío por el Holocausto de la Segunda Guerra Mundial, los palestinos se han sentido discriminados. Pero la clave está en la ocupación israelí de unos territorios a partir de 1967 que incluso la ONU considera ilegales.
Diáspora judía y vuelta a sus orígenes
Los judíos comenzaron a abandonar las tierras palestinas en
el año 70 después de Cristo. Siglos después, la Organización Sionista Mundial creada en
1897 comenzó a fomentar la inmigración judía a Palestina para tratar de forzar
así el Estado judío y el apoyo de la comunidad internacional en lo que entonces
era territorio del Imperio Otomano. Huían de persecuciones anti sionistas en
diversos países.
Los británicos tomaron el poder en la región durante la
Segunda Guerra Mundial y mostraron su apoyo a la creciente inmigración israelí,
que provocó una revuelta árabe en la región. El Reino Unido estableció un
mandato con la promesa de partición de la zona en una árabe y otra judía. Pero
no consiguieron llevarla a la práctica.
Declaración de un Estado israelí: 14 de mayo de 1948
Después de la Segunda Guerra Mundial, las Naciones Unidas
acordaron proporcionar a los judíos un Estado propio como un intento de
compensación por el Holocausto. Pero también dijeron que se debía crear un
Estado palestino. Y todo ello bajo el protectorado británico.
El líder israelí y posterior primer ministro David Ben
Gurion declaró, basado en la resolución de 181 de la ONU de noviembre de 1947,
el Estado de Israel el 14 de mayo de 1948. Estados Unidos, la Unión Soviética y
otros países reconocieron el Estado de Israel, pero al día siguiente, una
alianza de países árabes –Egipto, Irak, Siria y Líbano entre ellos- atacaron la
zona y comenzó el enfrentamiento armado entre árabes e israelíes.
Guerras árabe-israelíes en el siglo XX
La guerra por la que consiguió su independencia el Estado
hebreo se prolongó alrededor de un año, hasta que en julio de 1949 Israel firmó
el armisticio con Siria, el último de los países árabes aún enfrentado en el campo
de batalla. Israel amplió su territorio más allá de lo establecido por las
Naciones Unidas. Cisjordania acabó en manos del pro palestino Transjordania
(actual Jordania) y la Franja de Gaza quedó bajo el poder egipcio.
Los conflictos y enfrentamientos, con Egipto liderando la
causa palestina, no cesaron y llegaron a su siguiente clímax en 1967, con la
Guerra de los Seis Días. Entonces Egipto invadió el Golfo de Aqaba impidiendo
así a los israelíes la salida al mar y al océano Índico por su extremo sur.
Finalmente Israel ocupó la Franja de Gaza, Cisjordania y
Jerusalén Este, entre otros. Ese mismo año, las Naciones Unidas ordenaron la
retirada de Israel de esas tres zonas, algo que hasta día de hoy –con más
guerras y conflictos armados entre árabes e israelíes- no se ha producido y que
los palestinos reclaman.
Intifadas, piedras y rifles contra tanques
Veinte años después de la ocupación militar israelí en Gaza,
los palestinos comenzaron un “levantamiento” (“intifada”) lanzando piedras y
otros objetos a las tropas israelíes, equipadas con armamento pesado. La
Primera Intifada duró desde 1987 hasta los acuerdos de paz de Oslo en 1993,
cuando los palestinos reconocieron el Estado de Israel y éstos a su vez
reconocieron a la Autoridad Nacional Palestina (ANP).
Del año 2000 a 2005 se produjo la Segunda Intifada,
originada tras la visita del entonces primer ministro israelí Ariel Sharon a la
mezquita de Al-Aqsa en la Explanada de las Mezquitas de Jerusalén. Aunque
Sharon acudió al lugar con el beneplácito del jefe de la seguridad palestina en
Cisjordania, lo hizo justo cuando en Camp David se hablaba sobre el futuro de
esta disputada ciudad. Y no sentó nada bien entre los palestinos.
La llamada "Comisión Mitchell", encargada de
indagar los enfrentamientos y formada por líderes como el mediador de EEUU en
el conflicto de Irlanda del Norte George Mitchell o Javier Solana como Míster
PESC, mantuvo –sin embargo- que la revuelta palestina se habría producido
igualmente, como consecuencia de las tensiones en la negociación.
Invasión de Gaza
Hamás, considerado grupo terrorista por EEUU y la UE, lanza
cohetes en diciembre de 2008 desde la Franja de Gaza a Israel, quien da una
respuesta militar. Se vuelven a congelar las negociaciones de paz en busca de
un Estado palestino y de Jerusalén Este como su capital, por lo que abogan las
Naciones Unidas.
Diálogo indirecto en suspenso
Mientras Hamás controla la Franja de Gaza y el Ejecutivo de
Mahmud Abás del partido Al Fatah gobierna Cisjordania, Estados Unidos se queda
a un paso de ejercer como mediador entre palestinos e israelíes para retomar
las negociaciones de paz.
Cuando ambas partes habían cedido a la intervención de EEUU
y el vicepresidente de ese país, Joe Biden, ya se encontraba en la zona para
iniciar el diálogo, el Gobierno de Netanyahu anunció la construcción de 1.600
nuevas viviendas en territorio ocupado. La secretaria de Estado Hillary Clinton
lo consideró un “insulto”, los palestinos echaron marcha atrás en el reinicio
de las negociaciones y poco después Hamás llamó al Día de la Ira en Jerusalén. Los enfrentamientos verbales y físicos siguen rigiendo las
relaciones israelo-palestinas.
Creación del Estado palestino
En verano de 2010, la Autoridad Nacional Palestina dejó
claras sus intenciones de proclamar el Estado palestino y de forma unilateral
si no veía otra salida. Retomar el diálogo entre el Gobierno de Netanyahu y el
de Mahmud Abás siempre queda en agua de borrajas, entre otras cosas porque
Palestina pide que primero al menos Israel paralice la construcción en los
asentamientos e Israel se niega a aceptar condiciones previas a las
negociaciones.
Por su parte, el ex ministro de Asuntos Exteriores español,
Miguel Ángel Moratinos, y el entonces Gobierno de Nicolas Sarkozy también
llamaron a que la Unión Europea apoyara la creación unilateral de un Estado
palestino poniendo 2012 como plazo límite. Sin embargo, la ONU rechazó en
septiembre de 2011 el reconocimiento oficial de un Estado palestino (solo la
Unesco lo reconoce desde ese mismo año como un estado miembro de pleno
derecho).