Hay gestos y actitudes que delatan enseguida. Las imágenes que hemos visto estos días del Presidente del Gobierno huyendo por el Senado de los periodistas, no solo son bochornosas si no que también demuestran un desprecio absoluto por la ciudadanía.
Tomar las decisiones que está tomando este Gobierno, pedir sacrificios a los ciudadanos, conceder a la patronal una reforma laboral infumable para los trabajadores, doblegarse ante el poder financiero, recortar todo lo que dijo que no iban a recortar, subir todos los impuestos que no iba a subir y salir a todo trapo por el garaje es de una indignidad solo concebible desde la condición de quien se sabe un incapaz absoluto para resolver los problemas que existen en este país. ¿Cómo no va a subir la prima de riesgo si este Gobierno no genera confianza en Europa? ¿Cómo va a generar confianza si no para de mentir? ¿Si miente a sus ciudadanos... quién le va a creer en Europa? Y esto es lo que criticaba a Zapatero, si ya lo dicen, no se pude escupir para arriba…