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jueves, 7 de agosto de 2014

Reflexión XXXVII: Ahora que ya he muerto...

¿Qué sucede? no entiendo, solo sentí un dolor fuerte en la cabeza, mareos y ahora estoy tan confundido. ¿Qué pasa? ¿Por qué mi esposa corre y llora?.
 
Dicen que morí, pero no, estoy aquí pero ellos no me ven y no puedo abrazarlos. Oh ya veo, están trasladando a alguien en una carroza fúnebre, soy yo mismo, que extraño.
Veo a mi familia con gran dolor, todos lloran, pero yo solo veo, ya no siento dolor ni tristeza, es como ser un espectador. Pasan los días, mi familia regresa a casa sin mí, les dejo un gran vacío.
 
Ya alguien ocupa mi puesto de trabajo, todo vuelve a ser como antes, corren, atienden llamadas, hacen pagos, envían documentos, firman planillas, en fin es como si nunca hubiese faltado yo, que bien, algunos compañeros se acuerdan de mi a ratos y lamentan que ya no este.
 
Sin embargo en mi familia, el vacío persiste, mi esposa llora, esta confundida, no sabe cómo hacer sin mí, mi hijo pequeño pregunta: - ¿Dónde esta papá? y mi esposa le dice que en el Cielo, mi hija mayor acaba de comprender dolorosamente lo que es la muerte, no deja de llorar, no quiere ir a clases, no se puede concentrar, tampoco come. Mi perro se paro en la puerta y de ahí no hay quien lo saque, come, bebe agua y regresa a su puesto de espera.
 
Pasa el tiempo, mi hijo cumple cuatro años y yo no estoy, el se aferra a su mamá, se ha vuelto tímido y retraído, no hay una figura paterna para él, ya papá no esta. Mi hija ya de 11 años casi no habla, a veces su mama la encuentra llorando, bajo mucho las notas y no muestra interés por nada. Mi querida esposa, con toda la carga sobre sus hombros, la responsabilidad de dos hijos pequeños, tiene que sonreír a los niños para darles fortaleza.
 
Ya pasaron siete años y todo sigue igual, en casa el vacío, la tristeza, en la empresa donde trabajaba ya nadie me nombra y todo sigue igual sobre la marcha.
¿Sabes qué dijo el forense? Que morí por stress, en mi cerebro se reventó una vena por una subida de tensión que me dio, cuando me llamaron de mi trabajo y me dijeron que de los 10 camiones que solicite solo llegaron 7. Y todo acabo.
 
Ahora me doy cuenta que para la empresa que trabajaba siempre era uno mas, completamente reemplazable en cualquier momento, pero que para mi familia era único e irreemplazable.
 
Dedícate a lo que de verdad es importante, todos necesitamos un trabajo que nos permita cubrir nuestras necesidades básicas, pero no te entregues a una empresa, entrégate a tus seres queridos, abraza a tus hijos, besa a tu esposa, llama a tus amigos, es a estos seres a quienes de verdad le harás falta cuando ya no estés y demuéstrales tu amor no con dinero sino con detalles de amor.