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Previsión del tiempo

jueves, 30 de junio de 2011

Superordenador



Un "superordenador" fabricado por la compañía japonesa Fujitsu se ha convertido en el computador más veloz, según la clasificación TOP500, elaborada por universidades alemanas y estadounidenses y recogida por el diario Nikkei. La lista de ordenadores más rápidos del planeta, efectuada dos veces al año, coronó al computador nipón bautizado como "K", y aún en desarrollo, como el más veloz.

El "superordenador" de Fujitsu, creado en colaboración con el instituto nipón de investigación Riken, fue capaz de efectuar 8.160 billones de operaciones por segundo, más del triple que el considerado el más rápido en la clasificaciòn anterior.

El proyecto "K" cuenta con una inversión cercana a los 112.000 millones de yenes (975 millones de euros) y se espera sea destinado al cálculo de predicciones del cambio climático.

El Premio Nobel de Química 2001 y presidente del instituto Riken, Ryiji Noyori, aseguró que es en los campos de la ciencia y la tecnología en los que Japón puede "mostrar su fortaleza".

Con el reconocimiento de esta edición de la TOP500, Japón se colocó por primera vez, en los últimos siete años, en lo más alto de una clasificación que históricamente ha dominado junto con EEUU, pero que en las últimas ediciones ha visto una mayor competencia de China y la India.
Publicado en: www.lainformacion.com


miércoles, 29 de junio de 2011

Piscinas ecológicas

Piscinas ecológicas

Piscinas ecológicas
Los juncos filtran las impurezas, las ranas se comen a los mosquitos y el agua no necesita regenerarse, sólo aquella que se evapora con el calor. Estos son los principios básicos de una piscina ecológica, que gana cada vez más adeptos en los países del sur de Europa. Alemania, Austria o Reino Unido llevan casi dos décadas comercializando estos lagos hechos a medida del clima de la zona donde se vaya a instalar y del bolsillo del usuario.

Portugal hace ya años que se dio cuenta del tirón del turismo rural, y cada vez más hoteles que jalonan su efímera costa vicentina apuestan por una piscina ecológica para acompañar sus instalaciones turísticas.

Desde 2009, la Universidad del Algarve forma parte de un consorcio de empresas e instituciones entre Francia, España y Grecia para fomentar una mejor gestión del agua en el litoral mediterráneo y proponer alternativas de construcción al cemento. La iniciativa está sirviendo para abrir mercado a empresas tecnológicas punteras en gestión de agua y de energías renovables.

El país luso aporta a esa red su experiencia en piscinas ecológicas, que evitan el cemento y los componentes químicos como el cloro para depurar el agua. Basta disponer de un espacio de unos 40 metros, partirlo en dos, y dedicar una mitad a levantar un ecosistema. En él, la naturaleza se encarga de realizar todo el proceso de filtración y de depuración del agua.

Es necesario tener el espacio natural separado de la zona de baño para no interferir el proceso en el que las plantas acuáticas aceleran el crecimiento de microorganismos que eliminan las bacterias y mantienen el agua limpia. A su vez, el sol calienta el agua, que se filtra hasta la zona de nado, al menos de dos metros de profundidad.

Esta pequeña industria ha generado múltiples modelos de piscinas naturales. Cada uno determina las plantas más idóneas en función del clima de la región donde se instale. Sólo los peces no son bienvenidos, porque sus excrementos mermarían el oxígeno en el agua, que interrumpiría el proceso del ecosistema.

Aunque al principio resulte más cara y demande más trabajo de mantenimiento, como si fuera un jardín, la piscina ecológica ahorra la inversión en cloro y en otros productos químicos para mantener el agua limpia. Al salir del agua, los ojos no pican y la piel es más tersa.
Publicado en: www.lainformación.com

martes, 28 de junio de 2011

Reflexión (I)

Antes del sexo, cada uno suele ayudar al otro a desnudarse, y después del sexo, cada uno se viste solo. Para mí, esto tiene una moraleja: En la vida nadie te ayuda cuando estás jodido y si te ayudan... es porque te van a joder.
Publicado en: www.elperromorao.com

lunes, 27 de junio de 2011

Agua sexual (Pablo Neruda)


Rodando a goterones solos,
a gotas como dientes,
a espesos goterones de mermelada y sangre,
rodando a goterones
cae el agua,
como una espada en gotas,
como un desgarrador río de vidrio,
cae mordiendo,
golpeando el eje de la simetría, pegando en las costuras del alma,
rompiendo cosas abandonadas, empapando lo oscuro.

Solamente es un soplo, más húmedo que el llanto,
un líquido, un sudor, un aceite sin nombre,
un movimiento agudo,
haciéndose, espesándose,
cae el agua,
a goterones lentos,
hacia su mar, hacia su seco océano,
hacia su ola sin agua.

Veo el verano extenso, y un estertor saliendo de un granero,
bodegas, cigarras,
poblaciones, estímulos,
habitaciones, niñas
durmiendo con las manos en el corazón,
soñando con bandidos, con incendios,
veo barcos,
veo árboles de médula
erizados como gatos rabiosos,
veo sangre, puñales y medias de mujer,
y pelos de hombre,
veo camas, veo corredores donde grita una virgen,
veo frazadas y órganos y hoteles.

Veo los sueños sigilosos,
admito los postreros días,
y también los orígenes, y también los recuerdos,
como un párpado atrozmente levantado a la fuerza
estoy mirando.
Y entonces hay este sonido:
un ruido rojo de huesos,
un pegarse de carne,
y piernas amarillas como espigas juntándose.
Yo escucho entre el disparo de los besos,
escucho, sacudido entre respiraciones y sollozos.
Estoy mirando, oyendo,
con la mitad del alma en el mar y la mitad del alma en la tierra,
y con las dos mitades del alma miro el mundo.
Y aunque cierre los ojos y me cubra el corazón enteramente,
veo caer agua sorda,
a goterones sordos.
Es como un huracán de gelatina,
como una catarata de espermas y medusas.
Veo correr un arco iris turbio.
Veo pasar sus aguas a través de los huesos.

Pablo Neruda (1904-1973)
Residencia en la tierra, (1931-1935) Libro II, Parte III

sábado, 25 de junio de 2011

Amigos

Hay amigos eternos, amigos que son de piel y otros de hierro.
Hay amigos del tiempo, de la escuela, de la facultad.
Hay amigos que se aprende, que se eligen, amigos que se adoptan.
Hay amigos del alma, del corazón, de sangre.
Hay amigos de vidas pasadas.
Hay amigos para toda la vida.
Hay amigos que son hermanos, otros que son padres, amigos que son hijos.
Hay amigos en las buenas, en las malas, amigos que están siempre.
Hay amigos que se ven, otros que se tocan, otros que se escriben.
Hay amigos que no se van, que no nos dejan.
Hay amigos que vuelven y otros que se quedan.
Hay amigos inmortales, amigos de la distancia.
Hay amigos que se extrañan, que se lloran, que se piensan.
Hay amigos que se desean, que se abrazan, que se miran.
Hay amigos de siestas, de noche, de madrugadas.
Hay amigos hombres, mujeres, amigos perros.
Hay amigos poetas y otros que deliran.
Hay amigos de los que dicen todo, amigos que callan.
Hay amigos nuevos, viejos, viejos amigos.
Hay amigos sin edad, amigos gordos, flacos.
Hay amigos que no llaman, y que tampoco llamamos.
Hay amigos de poco tiempo, desde hace unas horas recién.
Hay amigos que dejamos ir, otros que no pueden venir.
Hay amigos que están lejos, amigos de barrio.
Hay amigos de palabra, amigos de lo ajeno, amigos incondicionales.
Hay amigos invisibles, amigos sin lugar, amigos de la calle.
Hay amigos míos, tuyos, nuestros.
Hay amigos, muchos amigos; amigos en común, amigos de teatro, de la música.
Hay amigos de verdad, amigos de siempre.
Hay amigos que están tristes, otros alegres, otros que simplemente no están.
Hay amigos en la luna, otros en el campo y otros en el cielo.

viernes, 24 de junio de 2011

Récord en Tenis

Nicolas Mahut y John Isner junto al histórico marcador
Una posibilidad entre 127. Bingo. Nicolas Mahut y John Isner se volvieron enfrentar sobre la hierba de Londres. El sorteo fue caprichoso y reedita un duelo épico, con más de once horas de juego. Fue en la pista 18, donde los organizadores han colocado una placa recordando que ese fue el partido más largo de la historia en el tenis. Evidentemente, se rompieron varios récords:

De duración: el partido entre Mahut e Isner duró tres días. El primero y el segundo se tuvieron que aplazar por la falta de luz. Al tercero, se acabó. Pero se terminó tras once horas de juego y 5 minutos, superando el anterior récord, en posesión de Santoro y Clemente (6 horas y 33 minutos).

De juegos: el americano John Isner necesitó 183 juegos para pasar a la siguiente ronda del torneo. Se resume en un 6–4, 3–6, 6–7(7), 7–6(3), 70–68. Sí, el resultado del quinto set fue lo que se produjo y no una equivocación.

El set más largo: cuando dos jugadores firman en el marcador un 70-68 es que tiene que ser una nueva marca mundial e histórica. El quinto set disputado entre ambos (y que duró dos días) tardó ocho horas y 11 minutos en llegar a su fin. Ya de por sí, esta manga batía la duración del partido más largo de la historia.

Más juegos en un set: la friolera de 138 juegos. Eso sumaron el americano y el francés en una manga que con el paso del tiempo parecía no tener fin. Pancho Gonzales necesitó 112 juegos para derrotar a Charlie Pasarell allá por 1969 cuando no existía el tie-break. Con la muerte súbita, Roddick batió a El Aynaouni tras 83 juegos.

Más aces de un jugador: el paso de los juegos y el cansancio de los tenistas permitieron un récord que alguien tendrá muy difícil de superar en los próximos años. John Isner, un cañonero nato, firmó 112 aces en el encuentro superando, y por mucho, los 78 de Ivo Karlovic.

Más aces en un partido: 215.Si John Isner batió la marca de un tenista, su rival Mahut no se quedó atrás y consiguió 103 saques directos, superandon incluso el anterior récord de Ivo Karlovic. El número de aces totales hasta ese momento había sido en el partido de Copa Davis 2009 entre Karlovic y Štěpánek, con un total de 96.

Este año fue distinto, John Isner volvió a ganar, pero esta vez en tan solo dos horas y tres minutos y con el resultado de 7-6 (7-4), 6-2 y 7-6 (8-6). Será muy dificil que se vuelva a repetir lo que sucedió en la edición del 2010.
Publicado en: www.lainformacion.com

jueves, 23 de junio de 2011

La dieta del sexo

En función de las posturas y el tiempo que se les dedica, la pareja puede compartir un buen rato y perder peso al mismo tiempo gracias a las 50 sesiones descritas en el libro «Adelgazar haciendo el amor», que se compaginan con recetas culinarias saludables.


"De pie, el hombre mantiene abiertas sus piernas, aunque flexiona una de las rodillas para reafirmarse y sujetar a su pareja por las nalgas. El cuerpo de ella está izado en el aire, pero queda aferrada al cuerpo del hombre enlazando las piernas alrededor de su cintura (...). Ella mueve su cuerpo, sobre todo las caderas, de un lado a otro, mientras él desplaza el pubis. Y si aguantan así entre 15 y 25 minutos, podrán quemar 600 calorías cada uno. Porque para perder peso, mejor hacerlo en pareja".

Así lo ha descrito en su nuevo libro «Adelgazar haciendo el amor» (mr Ediciones), el médico y profesor Pierre Durand. Se trata de 50 sesiones descriptivas a las que acompaña una dieta según el ejercicio realizado en la cama, o donde proceda.
Sería algo así como la primera «dieta» que no pone de un humor de perros, sino todo lo contrario. «Ése ha sido el objetivo. La mayoría de pacientes que llegaban a mi consulta habían pasado ya por dietas que habían abandonado por aburrimiento. Los resultados de este método son muy positivos, mis pacientes han perdido peso sin hacer sacrificios, están felices y, además, muchos han mejorado sus relaciones de pareja».


Pese a lo complicadas que parecen en un primer momento ciertas posturas, Durand explica a este semanario que «cualquiera puede conseguirlo, y lo de las sesiones es flexible: Hay personas que pueden haber conseguido sus objetivos en 50 sesiones, otras en menos y otras que necesitarán más. No estamos hablando de matemáticas sino de seres humanos y, afortunadamente, no hay dos personas iguales». Sin embargo, no basta con practicar sexo. Hay que acompañarlo con unas recetas saludables que se incluyen después de cada sesión amatoria. Lo que no es del todo incompatible  con las escenas eróticas a lo «Nueve semanas y media». Se puede usar a la pareja como plato para saborear yogur, sorbetes de fresa, nata... Siempre que sea «light».
«Hay muchos alimentos de bajas calorías que pueden convertir la dieta en un juego placentero y divertido», dice Durand. «La idea central del método es justamente evitar el sufrimiento y en cambio estimular el bienestar y la felicidad. El sexo es el mejor y el más eficaz antidepresivo».
En cuanto al tiempo, que nadie tema, porque no se trata de maratones ni de estar pendientes del reloj. Cada uno puede proceder según sus habilidades y posibilidades. «Si la pareja tiene que estar pendiente del reloj, estaríamos hablando de gimnasia y no de erotismo. En cada postura del libro hay una  ficha donde figuran las calorías quemadas con una duración media, nunca exacta», explica Durand.
En general las posturas en las que la pareja está de pie son las que contribuyen a quemar más calorías. «Al hacer el amor de pie  trabajan todos los músculos del cuerpo para mantener el equilibrio y también el esfuerzo es mayor al hacer los movimientos propios de la cópula».
Para los escépticos, esta técnica tiene su ciencia, ya que la vasodilatación de las zonas genitales erógenas ayuda a perder calorías. «El orgasmo es un excelente ejercicio cardiovascular, acelera brevemente el ritmo cardíaco hasta alcanzar un ritmo comparable al que produce correr», concluye.
A. Jiménez - larazon.es/salud sexual (Publicado en http://www.elperromorao.com/)


miércoles, 22 de junio de 2011

Conciencia o cocción


Desde la alegoría de “La Caverna” de Platón a “Matrix”, pasando por las fábulas de La Fontaine, el lenguaje simbólico es un medio privilegiado para inducir a la reflexión y transmitir las ideas. Olivier Clerc, escritor y filósofo, en este breve cuento suyo, a través de la metáfora, pone en evidencia las funestas consecuencias de la no conciencia del lento cambiar, que infecta nuestra salud, nuestras relaciones, la evolución social y el ambiente. Un condensado de vida y de sabiduría que cada uno podrá plantar en su propio jardín para gozar sus frutos.

“La ranita que no sabía que estaba cocinándose"

Imagínate una cacerola llena de agua fría en la cual nada tranquilamente una pequeña ranita. Un pequeño fuego se enciende bajo la cacerola, y el agua se calienta lentamente. El agua despacio, despacio, se va poniendo tibia, y la ranita encuentra esto más bien agradable y continúa nadando. La temperatura del agua sigue subiendo. Ahora el agua está caliente, más de lo que la ranita pueda gozar, se siente un poco cansada pero no obstante eso no le asusta. Ahora el agua está verdaderamente caliente y la ranita comienza a encontrar esto desagradable, pero esta muy debilitada, entonces soporta y no hace nada. La temperatura continúa subiendo, hasta cuando la ranita termina simplemente... cocinándose y muriendo.

Si la misma ranita hubiera estado metida directamente en el agua a 50 grados, con un golpe de sus patas inmediatamente habría saltado fuera de la cacerola. Esto demuestra que, cuando un cambio viene de un modo suficientemente lento escapa a la conciencia, y no provoca en la mayor parte de los casos ninguna reacción, ninguna oposición, ninguna revuelta…
Si miramos lo que sucede en nuestra sociedad desde hace algunas décadas, podemos ver que estamos sufriendo una lenta deriva a la cuál nos estamos habituando. Una cantidad de cosas que nos habrían hecho horrorizar 20, 30 o 40 años atrás, han sido poco a poco banalizadas y hoy apenas nos preocupan o dejan directa y completamente indiferente a la mayor parte de las personas.
En nombre del progreso, de la ciencia y del aprovechamiento, se efectúan continuos ataques a las libertades individuales, a la dignidad, a la integridad de la naturaleza, a la belleza y a la felicidad de vivir. Esto se produce lenta pero inexorablemente con la constante complicidad de las víctimas, inconscientes o quizás incapaces de defenderse.
Las negras previsiones para nuestro futuro, en vez de suscitar reacciones y medidas preventivas, no hacen más que preparar psicológicamente a la gente para aceptar las condiciones de vida decadentes y también dramáticas. El martilleo continuo de informaciones por parte de los medios satura los cerebros, que no están ya en condiciones de distinguir las cosas.
¡¡¡Conciencia o cocción, debemos elegir!!! Entonces, si no estás como la ranita ya medio cocinad@, da un salto ¡antes que sea demasiado tarde!
ESTAMOS MEDIO COCINADOS ¿O NO?


 
Autor: Philou - Procedencia: Begoña - Remake: Tasmania

martes, 21 de junio de 2011

Rimas (Gustavo Adolfo Becquer)


Selección de RIMAS de Becquer:

VII
Del salón en el ángulo oscuro,
de su dueña tal vez olvidada,
silenciosa y cubierta de polvo
veíase el arpa.
¡Cuánta nota dormía en sus cuerdas,
como el pájaro duerme en las ramas,
esperando la mano de nieve
que sabe arrancarlas!
¡Ay! - pensé- ¡cuántas veces el genio
así duerme en el fondo del alma,
y una voz, como Lázaro, espera
que le diga: «¡Levántate y anda!».
X
Los invisibles átomos del aire
en derredor palpitan y se inflaman;
el cielo se deshace en rayos de oro;
la tierra se estremece alborozada;
Oigo flotando en olas de armonía
rumor de besos y batir de alas;
mis párpados se cierran... ¿Qué sucede?
- ¡Es el amor que pasa!
XXI
¿Qué es poesía?, dices mientras clavas
en mi pupila tu pupila azul.
¡Que es poesía!, Y tú me lo preguntas?
Poesía... eres tú.

XXIII
Por una mirada, un mundo;
por una sonrisa, un cielo;
por un beso... yo no sé
qué te diera por un beso.
XXIV
Dos rojas lenguas de fuego
que a un mismo tronco enlazadas
se aproximan, y al besarse
forman una sola llama.

Dos notas que del laúd
a un tiempo la mano arranca,
y en el espacio se encuentran
y armoniosas se abrazan.

Dos olas que vienen juntas
a morir sobre una playa
y que al romper se coronan
con un penacho de plata.

Dos jirones de vapor
que del lago se levantan,
y al reunirse en el cielo
forman una nube blanca.

Dos ideas que al par brotan,
dos besos que a un tiempo estallan,
dos ecos que se confunden,
eso son nuestras dos almas.
XXXV
¡No me admiró tu olvido! Aunque de un día
me admiró tu cariño mucho más,
porque lo que hay en mí que vale algo,
eso..., ni lo pudiste sospechar.

XXXVIII
¡Los suspiros son aire y van al aire!
¡Las lágrimas son agua y van al mar!
Dime, mujer: cuando el amor se olvida,
¿sabes tú a dónde va?
Alguna vez la encuentro por el mundo
y pasa junto a mí
y pasa sonriéndose y yo digo,
¿como puede reír?


XLIX
Luego asoma a mi labio otra sonrisa,
máscara del dolor,
y entonces pienso: Acaso ella se ríe,
como me río yo


LI
De esta vida mortal y de la eterna
lo que me toque, si me toca algo,
por saber lo que a solas
de mí has pensado.

LIII
Volverán las oscuras golondrinas
en tu balcón sus nidos a colgar,
y otra vez con el ala a sus cristales
jugando llamarán.

Pero aquellas que el vuelo refrenaban
tu hermosura y mi dicha a contemplar,
aquellas que aprendieron nuestros nombres....
ésas... ¡no volverán!

Volverán las tupidas madreselvas
de tu jardín las tapias a escalar
y otra vez a la tarde aún más hermosas
sus flores se abrirán.

Pero aquellas cuajadas de rocío
cuyas gotas mirábamos temblar
y caer como lágrimas del día....
ésas... ¡no volverán!

Volverán del amor en tus oídos
las palabras ardientes a sonar,
tu corazón de su profundo sueño
tal vez despertará.

Pero mudo y absorto y de rodillas
como se adora a Dios ante su altar,
como yo te he querido..., desengáñate,
así... ¡no te querrán!

lunes, 20 de junio de 2011

Entre mujeres

Esta podría llegar a ser una conversación real entre dos mujeres a las que les gusta "reconstruirse":

¡¡Hola!!... Cuéntame... ¿Cómo te fue en tu cita de la otra noche?
¡¡Horrible!!... ¡No sé qué pasó!
¿Por qué? ¿No te dió un beso?
¡¡Sí!!... Me besó y me mordió los labios tan fuerte que pensé que me iba a explotar el implante de colágeno. Entonces me acarició el pelo y se me salieron las extensiones que tenía.
¿No me digas que terminó ahí?
¡¡Nooo..!! Después me tomó la cara entre sus manos, hasta que le tuve que pedir que no lo hiciera más, porque me estaba aplastando el bótox, además que mis pestañas postizas se le quedaron pegadas en la nariz.
¿Y no intentó nada más?
Sí... se puso a acariciarme las piernas y lo frené porque me acordé que no había tenido tiempo para depilarme... Al tratar de detenerlo, se me saltaron dos de las uñas postizas. Después le entró un arrebato de lujuria impresionante y me abrazó tan fuerte que se le quedaron mis prótesis de las nalgas en las manos y casi me revienta los implantes de silicona de mis senos.
¿Y después qué pasó?
¡Que se puso a beber champagne en mi zapato!
¡Ay!... ¡¡qué romántico!!
¿Romántico?... por poco se muere...
¿Por qué?
Porque se trago el corrector del juanete que estaba dentro y casi se ahoga...
¿Y después qué pasó?
¿Puedes creerme que se fue?... ¡¡Para mí que era maricón!!


domingo, 19 de junio de 2011

Carta a las mujeres

Mujeres de más de 40
Queridas amigas:
Nos importa un carajo cuánto pesan. Es fascinante tocar, abrazar y acariciar el cuerpo de una mujer. Pesarla, no nos proporciona ningún efecto. No tenemos la menor idea de lo que es un talle. Nuestra evaluación es visual. Es decir, si tiene forma de guitarra, está buena. No nos importa cuánto mide en centímetros. Es una cuestión de proporción, no de medida. Las proporciones ideales del cuerpo de una mujer son: curvilíneas, pulposas, femeninas... Esa clase de cuerpo que de un solo golpe de vista uno identifica sin duda alguna y en una fracción de segundo.
Las flaquitas que desfilan en las pasarelas, siguen la tendencia diseñada por modistos, que dicho sea de paso, son todos maricas y odian a las mujeres y compiten con ellas. Sus modas son, lisa y llanamente, agresiones al cuerpo que odian porque no lo pueden tener. No hay belleza mas irresistible en la mujer que la feminidad y la dulzura. La elegancia y el buen trato, son equivalentes a mil viagras.
El maquillaje se inventó para que las mujeres lo usen. Úsenlo. Para andar a cara lavada, estamos nosotros. Las faldas se inventaron para que luzcan sus magníficas piernas. ¿Para qué carajo se las tapan con pantalones anchos? ¿Para que las confundan con nosotros? Una ola es una ola y las caderas son caderas y punto. Si la naturaleza les dió ese aspecto curvilíneo es por algo y reitero: a nosotros nos gustan así. Ocultar esas curvas es equivalente a tener tu mejor sillón envuelto en el sótano.
Entendámoslo de una vez, traten de gustarnos a nosotros, no a ustedes, porque nunca van a tener una referencia objetiva de lo bonitas que son, de mujer a mujer. Ninguna mujer va a reconocer jamás delante de un hombre que otra mujer está guapa. Las jovencitas son guapas... pero las de 40 para arriba, son el verdadero plato fuerte. El cuerpo cambia. Crece. No pueden pensar, sin estar psicóticas, que les puede entrar el mismo vestido que cuando tenían 25 años. Además, una mujer de 40 o de 50 años, a la que le entra la ropa de cuando tenía 20 o 25 años, o tiene problemas de desarrollo o se está autodestruyendo.
Nos gustan las mujeres que saben manejar su vida con equilibrio y saben manejar su natural tendencia a la culpa. O sea: la que cuando hay que comer, come con ganas (la dieta vendrá en septiembre, no antes), cuando hay que hacer dieta, hace dieta con ganas (no se sabotea ni sufre), cuando hay que tener intimidad de pareja, la tiene con ganas, cuando hay que comprar algo que le gusta, lo compra y cuando hay que ahorrar, ahorra.
Algunas líneas en la cara, algunos puntos de sutura en el vientre, algunas marcas de estrías, no les quitan su belleza. Son heridas de guerra, testimonio de que han hecho algo en sus vidas, no han estado años en formol ni en un spa. ¡Han vivido! El cuerpo de la mujer es donde nos gestaron, nos alimentaron, nos acunaron, nosotros, sin querer, lo llenamos de estrías, de cesáreas y demas cosas que tuvieron que ocurrir para que estemos vivos. Cuídenlo. Cuídense. Quiéranse. La belleza es todo eso. Todo junto.

sábado, 18 de junio de 2011

Mi novia (y VI)

Bueno, hoy termina la serie de Monólogos sobre "Mi novia". Están sacados del programa "El club de la comedia" que se emite por TV desde hace mucho tiempo. La verdad os digo que no es lo mismo escucharlos que leerlos, porque algunos pueden parecer machistas y cuando los escuchas te mueres de risa por cómo lo cuentan. En fin, que no tengo nada que ver ni con el chico, ni con la chica, ni con sus situaciones, por si a alguien no le ha quedado claro. Disfrutad éste último.


Voy a ir al grano: mi novia y yo lo hemos dejado. Bueno, lo ha dejado ella, pero como yo también estaba... Y ahora estoy otra vez en el mercado, libre como un taxi. Es terrible volver a intentar ligar, ni te acuerdas de cómo se hacia. Te vas a una discoteca, te enciendes un cigarrito, te apoyas en la barra... Y a esperar a que vengan. Pero no vienen. Y a la primera chica que te hace caso, le preguntas:

- ¿Estudias o trabajas?

Y ella te contesta:

- Estudio, no te jode... ¿Qué te pongo?

Así es que como no pillas, te vas a tu casa, abres el cajón del pijama, ¿y qué te encuentras? ¡Una caja de condones a medias! Y te da un agobio: “¿Volveré a ponerme uno de estos alguna vez?” Y como te entra la nostalgia te lo pones... Y te dices:

“¡Qué solitos nos hemos quedado!”.

¡Tienes que hacer algo! Así es que tiras de agenda y empiezas. Por la A: Almudena, no, que habla mucho. Anabel, no, que fuma en pipa. Astilleros del Cantábrico... ¡Huy, qué lejos!, quita, quita... Por la B: Banessa, ésta no, que no sabe ortografía. Belén... ¿Belén?

- ¿Belén? ¿Te acuerdas de mí? Soy Curro, que me apuntaste el teléfono en una servilleta... sí, hace siete años, en las fiestas de Algete, sí, sí, el que te tiró el cubata. ¿Qué tienes que ir a recoger al niño? Ah, vale, vale. ¡Era por tirar la servilleta!

Pero tú no eres el único que tira de agenda, tus amigos también. Así que Juanca y Mari te invitan a cenar a su casa. Tú llegas, con tu bandejita de pastas en la mano, y cuando pasas al salón, piensas: “Un momento. Si somos tres, ¿por qué hay cuatro platos en la mesa?”

Pues porque Mari tiene una amiga “supermaja”, que “tampoco sale con nadie” y con al que “seguro que tiene muchas cosas en común”. Eso de “supermaja” depende de si te hace gracia que sorba el flan. ¿Y cosas en común? Sí: la barba. ¡Vamos no es que tengamos cosas en común, es que es igual que yo!

Así es que ya desesperado te planteas: ¿dónde hay chicas sin novio? ¡En un viaje organizado! Y allá que te vas. Pero cuando subes al autobús y ves esos caretos... te dan ganas de coger el micrófono del conductor y decir: “Vamos a ver, si hay alguien que sea feliz que levante la mano... y que se baje del autobús”.

En fin, que estoy de oferta. ¡Y que es una pena que se desperdicien esos condones que tengo en casa!


viernes, 17 de junio de 2011

Mi novia (V)

¡Qué bonito es el amor! ¿Verdad? Cuando estás enamorado no tienes frío, ni calor, ni hambre, cantas bajo la lluvia, le sonríes a la gente en el autobús... Pues sepan ustedes que toda esa pasión no es más que una reacción química que se produce en el cerebro... Nos enamoramos porque nuestro cerebro segrega una droga que nos deja tarumbas y nos produce una especie de enajenación mental transitoria. Eso es la pasión: un chute cerebral, una locura que se pasa cuando faltan esas drogas. Por eso un buen día sales de la idiotez y te encuentras con al realidad. Ésta es la realidad.

Cuando hay pasión, si él ronca, ella le da un besito y le dice:
- Date la vuelta, cielo, pero no sufras, a mí tus ronquidos no me molestan, pareces un lama tibetano, ommm, ommm..., me das una paz...

Cuando no hay pasión y él ronca, ella le mete el codo en las costillas y le dice:
- Ahora sí que pareces un lama, que te has quedado calvo.

Cuando hay pasión, le dejas notitas en la nevera:
- “Cariño, te quiero, no te he despertado porque dormías como un angelito”.

Cuando no hay pasión los mensajes de la nevera cambian:
- “Si cuando te levantes todavía están abiertas las tiendas, compra pasta de dientes... ¡y úsala!”.

Cuando hay pasión ella le mete los pies fríos entre las piernas y él se aguanta:
- Pero cariño, ¿cómo tienes los pies tan helados? ¡Pareces Walt Disney!.

Cuando no hay pasión entre las piernas no se mete nada... y también te aguantas.

Cuando hay pasión vas corriendo a abrirle la puerta en cuanto oyes el tintineo de sus llaves:
- Pareces una gatita con el cascabel.

Cuando no hay pasión, aunque la oigas dos horas forcejeando con la puerta, no abres:
- Menudo escándalo, se tiene que enterar todo el vecindario de que llegas. Pareces una vaca con el cencerro.

Cuando hay pasión te encanta que ella te haga un pase de ropa interior:
- Házmelo como en Nueve Semanas y media. ¿Nueve semanas y media?

Cuando no hay pasión le gritas:
- ¡Hace nueve semanas y media que están tus bragas en el bidé!.

Cuando hay pasión le untas el bronceador con parsimonia, te recreas en todos sus rinconcitos:
- A ver por aquí... Por aquí te falta un poquito. ¡Huy!, pero si este huequito me lo había dejado. ¡Ahora ya puede tomar el sol mi niña!

Cuando no hay pasión, le echas un pegote de crema y le frotas la espalda como si limpiaras un cristal:
- ¡Hala! Ya estás.

Cuando hay pasión le encuentras parecido a tus actrices favoritas:
- La misma boquita que Penélope Cruz, la nariz exacta a Claudia Schiffer...

Cuando no hay pasión, el parecido es otro:
- Cada día te pareces más a tu madre.

Cuando hay pasión, te encanta que ella se pase un poquito con la bebida, te parece que coge... un pedito ideal.
- Qué graciosa te pones cuando bebes, se te suelta la lengua y eres tú misma.

Cuando no hay pasión:
- ¡Qué graciosita te pones cuando te encogorzas! Hay que ver lo que se han reído cuando les has contado lo de mi estreñimiento.

Cuando hay pasión, ella te despierta cariñosamente si te has quedado dormido en el sofá:
- Que te vas a quedar frío...

Cuando no hay pasión, te deja allí tirado, con la tele puesta... ¡Incluso la apaga! Eso es porque no quiere que te despiertes. ¡Nunca!

Y por último, cuando hay pasión, después de hace el amor te quedas enroscadito, agarradito a ella como a un osito de peluche.

Cuando no hay pasión, se produce el efecto pop corn: en cuanto has terminado, saltas como una palomita de maíz y te quedas durmiendo como caigas.

Y es que la mejor forma de medir la pasión es el sexo: al principio a todas horas, luego uno al día, uno a la semana, uno al mes, uno al año... ninguno: “Pa’qué”.

En fin, si estáis todavía en el periodo de la pasión, que os dure.


jueves, 16 de junio de 2011

Mi novia (IV)

Yo no tengo nada contra el matrimonio, de hecho, cuando nací mis padres estaban casados y ni me enfadé ni les dije nada. Pero tengo un problema con eso de vivir en pareja: ¡soy alérgico al compromiso! Porque al fin y al cabo, ¿para qué sirve el compromiso? ¡Para tener derecho a enfadarse! Porque mientras sois amigos todo va bien. Llegas tarde a recoger a una amiga, y la tía no se enfada, no tiene derecho, sólo sois amigos.

Pero en cuanto te comprometes, ¡hala, broncas a todas horas!

Llegas tarde a recogerla, llamas al telefonillo:

- ¿Qué quieres?

- Que estoy aquí abajo...

- ¿Has visto que hora es?

- Sí, pero es que...

- ¡Ni es que, ni asco! ¡La próxima vez, si vas a venir tan tarde, déjalo!

Y tú, a tragar, como estás comprometido...

Lo que pasa es que, claro, tú conoces a una chica, te cae bien, es guapa... y como parece que no lleva malas intenciones, te olvidas y decides salir con ella. Al principio no hay problema, pero de pronto empiezas a notar cierta presión: estáis echando un kiki, ¡un kiki sin compromiso!, y, sin venir a cuento, la tía te suelta:

- Te quiero, Curro

¿Qué ha dicho? ¿Qué me quiere? ¿Pero yo que le he hecho a esta tía? ¡Son ganas de joder! En ese momento se te baja el alma a los pies. Bueno, el alma y... todo lo demás.

Es que no lo puedo evitar, me pasa con todas. Yo cuando termino de echar un polvo, quiero que se vaya. Para un tío, el polvo perfecto sería: "¡Ya!, ¡ya!, ¡yaaaa! Ya te puedes ir" Pero como sabes que no está bien, te aguantas y ella se queda toda la noche hecha un ovillo, a tu lado. Y tú encima tienes que fingir que estás encantado.

- Qué a gustito que estamos aquí los dos.

- Sííí, muy a gustito...

Pero piensas: "¡A gustito me voy a quedar cuando cojas la puerta"!

Y al rato:

- ¿Curro, me puedo dar una ducha?

- Sííí, dúchate, dúchate... y te acuerdas de Psicosis.

Esperas que después de la ducha se vaya pero ¡se pone a preparar el desayuno! Yo entonces empiezo con las indirectas:

- ¿Quieres leche en el café?

- No, yo el café siempre lo tomo ¡SOLO!

- ¿Y cómo te gusta?

- ¡LARGO!

- ¡Ay! ¿No tienes Donuts?

- No, pero bájate a la panadería ¡Y QUE TE DEN!

Y antes de irse te dice:

- ¿Me acompañas esta tarde, que voy a castrar al gato?

Es para acojonarse. ¡Ya está intentando planificarte la vida! esta tarde a castrar al gato... Y después el fin de semana en Pedraza. Y el verano en Cullera. ¡Hay que pararla!

- Mira, Alicia, yo es que soy anti-castración, así es que, si eso, ya nos vemos por ahí…

Pero el caso es que a media tarde te acuerdas de ella... y del kiki, y dices:

"Pobrecilla... ¡Voy a llamarla a ver cómo está el gato!"

- ¿Alicia? No, que como soy anticastración quería saber cómo está el gato...

Tranquilízate, mujer, eso que no ha echado la anestesia... Lo sé porque a mi me operaron de fimosis, que no es lo mismo, pero está cerca... Oye, hablando de fimosis, ¿quedamos esta noche?

Y en cuanto cuelgas, te preguntas: "¿Qué he hecho? ¿estoy gilipollas? ¡He vuelto a quedar con ella! Bueno, tampoco es tan grave, quedamos, echamos un kiki, y mañana, ni gato ni pollas".

Lo que pasa es que te vas liando, te vas liando... Y al final pasas el fin de semana en Pedraza. Y el verano en Cullera. Y casi sin darte cuenta, ¡te presenta al gato y a sus padres!

Ahora sí que hay peligro de verdad, sobre todo si es invierno. Yo tengo una teoría sobre esto: es muy importante no conocer al padre de ella en invierno, en invierno da mucho respeto. Cuando subes a su casa te puedes encontrar a su padre viendo el telediario en chaqueta y corbata vociferando: "Estos son todos iguales! ¡Ladrones, que sois unos ladrones! ¡Todos a chupar de la teta! ¡Estos sí que llegan a fin de mes...! Ese coche oficial lo he pagado yo, ¿a que sí?". ¿Que le vas a decir? ¿Qué no? Y cuando por fin sale tu chica y te despides, te mira como diciendo: "A ver lo que haces con mi hija", y piensas: "¡Joooooder, jooooder, como me pase un pelo me hacen lo que al gato!".

Sin embargo, en verano no pasa nada. En verano, si conoces al padre de ella... suele ser en la playa, con el tío en bañador, sentado en una sillita de tijera, leyendo el "Pronto", con la nariz roja y con la espalda pelada: ¿Cómo le vas a tener respeto a un tío con la espalda pelada? O sea, que si te dice:

- A ver qué haces con mi hija

Tú puedes contestarle:

- Y usted a ver qué hace con su espalda... A ver si nos damos crema...

Pase lo que pase, lo importante es no comprometerse... ¡A pasarlo bien, que la vida son cuatro días! Yo llevo un año saliendo con Alicia... ¡Pero cuando quiera lo dejo, ¿eh?! Se va a venir a vivir a casa, por probar. ¡Pero no es nada definitivo, ¿eh?! ¡El gato no se viene!

Monólogo de Jorge Sanz

miércoles, 15 de junio de 2011

Mi novia (III)

Tener relaciones sexuales es difícil, siempre. Cuando tienes pareja piensas: “¡Por fin voy a tener sexo cuando yo quiera!”. ¡Mentira! Eso de las relaciones sexuales estables es una leyenda. Es difícil que se dé que ella tenga ganas y que tú tengas ganas, y que cuando tú tengas ganas, ella sepa que tú tienes ganas y tú sepas que ella tiene ganas...

Yo, por necesidad más que nada, me he convertido en un experto en interpretar este tipo de señales. Veréis: si estás en el sofá y cuando va a acostarse te dice:

- Me voy a la cama, no tardes.

Eso quiere decir: “Me voy a acostar sin bragas”. Pero si ella se acuesta y te dice:

- Yo me voy a la cama, cuando vengas haz el favor de no hacer ruido.

Amigo mío... coge una revista y sedúcete a ti mismo.

Hay palabras mágicas que ella suele utilizar para dejar claras sus intenciones. Por ejemplo, la palabra “siesta”. Si ella después de comer te dice:

- ¿Nos echamos la siesta?

Está claro: “Sí está”.

Hay que estar muy atento a cómo se viste cuando se acuesta. Si se coloca los calcetines y el esquijama con pelotillas te está diciendo que no quiere saber nada de tus pelotillas...

Yo creo que, con esto del sexo, las personas funcionamos un poco como los teléfonos móviles: que se supone que sirven para que estemos comunicados siempre, pero a veces tú lanzas un mensaje y ella no está operativa; otras te lo lanza ella a ti, y resulta que tú estás comunicando.

Si un día anodino, como por ejemplo el martes, tu chica sin venir a cuento te pregunta por Zidane:

- Oye, ¿y cómo va lo de Zidane?

- Está claro... ¡¡¡Quiere... que le introduzcas el PIN!!!

Hay otras señales más sutiles. Hay que estar muy atento a cómo te llama cuando llegas a casa. Si entras por la puerta y escuchas tu nombre tres octavas más agudas de lo normal (En vez de oír: “Hola Curro”, oyes: “¡Hola Curroooo!”), prepárate. Va a estallar el obús. Te va a hacer como en el anuncio de Jazztel: “¡Otro...! ¡Otro...! ¡Otro más...!” Lo malo, cuando te pasa esto, es que tú, al segundo, te quedas sin batería. Si cuando se está arreglando para salir te dice: “¿Me ayudas a subirme la cremallera?”, en realidad te está diciendo: “¿Cuándo volvamos... también me la bajarás?”. Es decir, ella está a tope de cobertura. Pero atención, porque el momento de subirle la cremallera es muy delicado. Si la pellizcas sin querer, se acabó lo que se daba. Se dará la vuelta y te dirá: “¿Qué piensas? ¿Qué estás cerrando una maleta? ¡Serás bestia!”. Y conectará el buzón de voz. Ya puedes llamar, ya...

La postura que ella coge cuando se mete en la cama es otra forma de saber si está operativa o no está operativa. Si se mete en la cama y se enrolla como una oruga... no te esfuerces, tiene el móvil apagado. Pero si por el contrario, se tira boca abajo y mueve el culete como el pato Donald al andar... ¡Atención, tienes una llamada en espera!

En cualquier caso, con móvil o sin él, el momento clave sin duda es el sábado. Porque el sábado por la noche tú sabes que toca. Y con esa ilusión te metes en la cama. Pero puede pasar que, de repente, apague la luz y diga:

- Buenas noches.

- ¿Cómo que buenas noches? ¡Pero si es sábado!

Te dan ganas de levantarte a por el calendario y decirle: “Mira... Mira... ¡Mañana rojo!”. Hombre, por favor... Yo creo que, como hay mucha despistada por ahí, deberían decirlo en las noticias: “Y terminamos recordándoles que hoy es sábado... Mañana rojo”.

Sin embargo en vez de ir a por el calendario, lo que hacemos la mayoría de los tíos es poner en marcha la operación gusano: acercarnos a ella reptando por la cama, como sin querer, hasta que nos acoplamos. La abrazamos y empiezas a tontear con la mano, que si le acaricias la cadera, que si ahora la tripita... y empiezas a subir y a subir, a ver si ella reacciona. Y sí que reacciona, sí. De pronto te coge la mano y te dice:

- ¡Qué bien estamos así! Yo no necesito nada más.

Y te quedas con las ganas. Esperando la próxima señal. Habrá que tener... la antena sacada

Monólogo de Manel Fuentes