Dice Ada Colau que en España se está normalizando la barbarie de los desahucios. Lleva razón, pero no se entiende por qué lo reduce al mundo crudelísimo de las hipotecas.
Con gran acierto, el comentarista zizero lo amplía a muchos otros campos y sostiene que la barbarie ya campa con los millones de parados existentes, con los cientos de miles de personas sin ingresos, con las pensiones de miseria (que aún quieren rebajar y privatizar), con la creación de puestos de trabajo miserables, los recortes a las personas dependientes, en la Enseñanza, en los repagos de medicinas y Sanidad, el aumento de impuestos, la disminución de atenciones sociales, una Ley Laboral esclavista, el proyecto de ley del aborto, y muchos políticos y empresarios mentirosos y txorizos. Lleva tanta razón o más que Ada Colau en lo suyo, pero también se queda corto: la barbarie se ha instalado en España en todo lugar y actividad bajo suaves y disimuladas formas democráticas.
Los españoles no tenemos piedad de los oros españoles, es mentira que seamos voluntariamente solidarios, somos la reedición moderna del ‘ande yo caliente y jódase (ríase) la gente’. Esta barbarie sibilina que nos invade es mucho más artera y dañina que la tradicional de la pura violencia. Es la explotación del hombre por el hombre y de la mujer por el hombre de modo más cáustico y obsceno. La democracia se ha convertido en barbarie a las órdenes del capitalismo más duro y de la política más cobarde. Y lo peor es que lo aceptamos, nos hemos acostumbrado. Pelotas de goma, corrupciones en metástasis, desigualdades sociales y económicas máximas fraude a gogó, anunciada reforma fiscal ominosa, juicios eternos, tribunales adaptados, Parlamento de sumisos aplaudidores, enseñanzas separadoras, fanatismos religiosos, irresponsabilidad política, mentiras como norma, voz del pueblo acallada, monarquía caduca, medios de comunicación prostituidos, la frivolidad como esencia del buen español. Esta barbarie lo dejará todo arrasado con la vaselina de la democracia violada. ¿No será que en el fondo todos somos de derechas? ¿Nos redimirán las Marchas de la Dignidad?
Puntada sin hilo en Publico.es