Escuchar
a Fabra preocupado por los colegios y los hospitales trae a mi memoria una
chiste de Mafalda. Su amiga Susanita le decía: “cuando sea mayor, organizaré
almuerzos de beneficencia donde comeremos pavo, lechón y más cosas ricas; así
podremos recaudar dinero para comprar harina de sémola, fideos y esas cosas
asquerosas que comen los pobres”.
Fabra
contrapone la viabilidad de canal 9 a la existencia de colegios u hospitales.
No sólo eso; además, pretende que le creamos. No siento especial querencia
hacia las televisiones autonómicas, por cuanto siempre han favorecido al
gobierno de turno por encima de los intereses ciudadanos. Pero de ahí a
hacerlas incompatibles con las políticas sociales media un abismo enorme… tan
enorme y gigantesco como la jeta de presidente valenciano.
“No
cerraré un colegio por tener una televisión autonómica”, ha sentenciado Fabra.
A buenas horas, mangas verdes. Las preguntas caen por su propio peso.
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¿Pensaba en los colegios Fabra cuando se construyeron en Valencia fastuosos
hospitales hoy prácticamente vacíos?
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¿Pensaba en los colegios Fabra cuando comenzaron a llover protestas
estudiantiles por las condiciones francamente mejorables en que se encontraban
algunos de ellos?
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¿Pensaba en los colegios Fabra cuando se inauguró el aeropuerto de Castellón?
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¿Pensaba en los colegios Fabra cuando se levantó la ciudad de las Ciencias?
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¿Pensaba en los colegios Fabra cuando su partido aumentó las tasas educativas,
redujo las becas o infló los impuestos?
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Y, sobre todo, ¿ha pensado en los colegios Fabra durante 18 largos años en que
su partido, el PP, ha gestionado la televisión autonómica?
De
todas las preguntas, me gustaría escuchar sobre todo la respuesta de la última.
El fracaso de canal 9 es, ante todo, el estrepitoso fracaso del Partido
Popular, una formación que siempre ha exhibido los conceptos de “eficiencia”,
“honradez” y “austeridad” como señas de identidad.
“¡Fabra
no era presidente cuando sucedió todo eso!”, argumentarán algunos. Cierto.
Entonces me pregunto: ¿Se oyó al menos la voz disconforme de Alberto Fabra
entonces? ¿Manifestó su opinión contraria en los órganos de su partido? ¿Se ha
escuchado esta mañana en su rueda de prensa algún gesto, modo o guiño de
autocrítica, arrepentimiento o propósito de enmienda?
Yo
vivía en Valencia durante los primeros años de canal 9. Entonces gobernaban los
socialistas. Recuerdo las críticas populares a la televisión por su sectarismo
ideológico, algunas muy justificadas. Recuerdo sus reproches por los
despilfarros.
¿Qué
ha hecho la derecha con Canal 9 en casi dos décadas de gobierno? Engordarla,
manipularla y hundirla. Amén de dilapidar millones de los valencianos, de esos
mismos que se han invertido en infraestructuras absurdas, comisiones ilegales y
corruptelas variopintas.
Han
hecho de todo. De todo… menos pensar en los colegios.
Mejor
un televisión cerrada que manipulada, desde luego. Pero -¡por favor!- no hagan
como Susanita. No me vistan de “sensibilidad social” los malolientes efectos de
su miserable ineptitud.
@martinalgarra
Leído en: http://blogs.lainformacion.com/treintaymuchos/2013/11/06/fabra-y-su-demagogia-inalcanzable-pensaba-en-los-colegios-fabra/