“Es más fácil que te mate una víbora de cascabel muerta que una viva”. Lo que parece un comentario absurdo cobra sentido cuando lo explica Pahorán Gurrola, de la empresa de guías de aventura Baja Outback: “Es frecuente encontrar serpientes atropelladas en la carretera, y muchos se bajan del coche para arrancarle los anillos del crótalo, con el que se hacen llaveros. La cascabel necesita el veneno para digerir sus presas, y cuando muerde para defenderse inyecta una pequeña cantidad, que no suele ser mortal si se trata a tiempo. Pero si la cascabel atropellada no está del todo muerta, se revolverá inoculando todo su veneno. Y en media hora estás muerto”.
Pahorán se conoce casi todos los secretos del desierto californiano. “Se suele decir que si cortas un cactus puedes beber el agua que contiene dentro, pero esto solo vale para algunas especies, como los cactus de barril; pero si tomas el líquido que hay dentro de un cactus cardón, te darán vómitos”. Entre los animales potencialmente peligrosos del desierto californiano cita también a la viuda negra, una araña de color negro con una mancha roja en el abdomen que se come al macho tras aparearse. “Suele tejer sus hilos entre los arbustos del desierto, y si los tocas, te puede saltar encima. Su veneno, neurotóxico, es muy potente, aunque rara vez mortal (inocula una dosis muy pequeña), pero tiene un efecto secundario en los hombres: provoca largas y dolorosas erecciones”.
Leído en: http://elviajero.elpais.com/elviajero/2012/08/09/actualidad/1344522517_868550.html