Cuando cayó en la bancarrota la firma de inversiones Lehman Brothers en 2008, un inversor y financiero norteamericano llamado Nassim Taleb se apresuró en recordar la definición de “cisne negro” que él mismo había acuñado años antes. Un “cisne negro” es un acontecimiento insólito que, como la caída de Lehman, impacta en la economía mundial.
¿Por qué lo llamó “cisne negro”? Porque nadie pensaban que existieran los cisnes negros, hasta que un explorador holandés descubrió una colonia en Australia a finales del siglo XVII. Entonces fue sinónimo de ‘hecho insólito e inesperado”.
He aquí los siete cisnes negros que pueden impactar negativamente en la economía española (y mundial) en estos momentos.
Primer cisne: Corrupción. Luis Bárcenas muestra un documento irrefutable sobre la corrupción de altos cargos del PP que salpicaría hasta el presidente de gobierno. Eso obliga al presidente a dimitir, y dispara la prima de riesgo y la desconfianza hacia España. Entraríamos en bancarrota.
Segundo cisne: Bloqueo en Italia. El vencedor de las elecciones, Pierluigi Bersani (del centro izquierda) no puede crear un gobierno estable y el país se precipita por unas nuevas elecciones generales. España resulta afectada por proximidad. Los inversores se retiran. La economía se colapsa.
Tercer cisne: Llega el abismo fiscal de EEUU. El techo de la deuda no se puede extender y entran en vigor las subidas de impuestos previstas. La economía decae y los socios de EEUU sufren porque no pueden exportar a ese poderoso país.
Cuarto cisne: Se dispara el precio del petróleo. El contagio de la rebelión siria a Arabia Saudí, el mayor productor y exportador del mundo, unido a un estallido civil o militar en Venezuela, provoca que los precios del barril sobrepasen los 150 dólares. España sube el precio de todos los productos por su alta dependencia del petróleo.
Quinto cisne: Un ciberataque a Wall Street y Londres. Los dos grandes centros financieros del mundo es el el objetivo de un virus informático que vuelve locas los sistemas de contratación automáticos, y los sistemas de High Speed Trading, provocando la parálisis mundial de las bolsas de valores. ¿El origen? Probablemente, Rusia o China.
Sexto cisne: Una catástrofe natural. El tsunami en Japón en 2011 y el posterior colapso de la central atómica de Fukushima se repiten en otra parte del globo con unas consecuencias inconcebibles. Explota un volcán que cierra los espacios aéreos durante semanas (como sucedió hace dos años en Europa), o suceden varios terremotos devastadores encadenados, unidos a huracanes sin parangón.
Séptimo cisne: Una bacteria o virus que burla los controles mundiales. La gripe A y la gripe aviar demostraron que la humanidad sigue sometida a ciertas plagas periódicas. Hasta ahora, los cortafuegos han funcionado, pero siempre a costa de un gran desembolso de dinero, y de un gran impacto en la opinión pública. ¿Y si llega el día en que esta pandemia sean realmente imparable?
Todos estos “cisnes negros” tendrían un impacto directo sobre la economía española y mundial, sobre los cambios de divisas, las primas de riesgos, las previsiones económicas, los ahorros, el empleo y las bolsas. ¿Y si se desataran dos a la vez?
Leído en lainformacion.com