Borja Mateo es economista, abogado y escritor, y ha
trabajado en entidades financieras, bancos y aseguradoras de ámbito
internacional durante más de 17 años. Acaba de editar Trabajar y vivir fuera de
España. Cómo triunfar laboralmente en Reino Unido, Alemania y Francia (Oberon),
en el que explica cuáles son las cosas que más odian de nosotros fuera de
España, y que debemos eliminar para triunfar en el mercado laboral.
Para la realización de este libro, he entrevistado tanto a
españoles que trabajan en el extranjero como a guiris que han vivido en nuestro
país. Más allá del mundo del trabajo, recapitulo las críticas más comunes que
nos hacen los extranjeros:
“El español es soberbio”.
Los temas sobre los que la gente piensa que exageramos son
la calidad de vida y la cocina. Efectivamente, la cocina española es muy buen como
lo es la portuguesa, la francesa, la italiana, la japonesa, la china o la
peruana. Di que nuestra cocina es muy buena, pero deja siempre claro el hecho
de que consideras que hay otras tradiciones culinarias, vinos y quesos, de alta
calidad. En países con menos tradición de calidad en los pucheros, di
simplemente “La comida española es muy buena, tal vez la mejor de Europa, pero
de la suya podemos aprender mucho también”. Evita decir que como en España no
se vive en ningún sitio, y sustitúyelo por “En España se vive fantásticamente:
grandes comunicaciones, tiempo fantástico, uno de los mejores sistemas de salud
del mundo, pero… ¡cómo me gustó esto, esto y esto de tu país! ¡Ojalá pudiera
combinar lo mejor de los dos sitios!” La mayoría de la gente quiere creerse que
vive en el mejor de los países posibles porque desea pensar que ha realizado la
mejor opción, así que no atentes contra el ego sano.
“El español tiene la necesidad imperiosa de estar con los
suyos”.
La percepción que tienen los extranjeros de que en España no
se habla bien el inglés queda descartada por el estudio de EF al que me he
referido en otro punto del libro. Todos los que comparten un mismo idioma
tienden a juntarse entre sí por comodidad, por lo que no creo que esta crítica
sea justa.
“Es demasiado espontáneo”.
En esto estoy de acuerdo. Evita ser directo, no tengas la
necesidad de tener que estar hablando cuando estés con alguien, habla de
pájaros y flores sin decir una sola palabra de ti al principio. En España la
gente tiende a soltarse su parrafada sobre la vida y sus convicciones más
íntimas, algo a lo que en el extranjero no se está acostumbrado. Has de evitar
el lenguaje que transmita confianzas con la gente, porque ni en Alemania,
Francia ni Reino Unido están acostumbrados; así, bajo ningún concepto te
refieras a un grupo de compañeras como “chicas”, no des besos cuando te presenten
a un nuevo compañero o vuelvas de vacaciones a tu puesto, ni tengas
conversaciones telefónicas privadas delante de compañeros tales como la salud
de tus hijos, el fallecimiento de un familiar o las obras que estés llevando a
cabo en tu casa.
“Es maleducado”.
Evita chillar en lugares públicos porque es algo que nos
reprochan. Aprende a modular tu tono de voz y que, a partir de las 9 de la
noche, no se puede hacer ruido en el extranjero ni llamar a nadie porque la
tolerancia acústica en otros países es mucho menor que en el nuestro. Usa
sistemáticamente en los tres países a los que nos referimos en este libro el
“por favor” y “gracias”, cada día más en desuso en nuestro país. En España se
acepa el “deme esto o lo otro” o preguntar directamente a la cajera de una
tienda “¿cuánto es?”. En el extranjero has de tender mucho más al “sería tan
amable de…” o “por favor, podría usted…”, o bien un “¿me podría decir cuánto
cuesta?”
Leído en: http://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2014-12-15/las-cuatro-cosas-que-mas-molestan-en-el-extranjero-del-caracter-espanol_589682/?utm_source=dlvr.it&utm_medium=Facebook