El distraído tropezó con ella.
El violento la utilizó como proyectil.
El emprendedor construyó con ella.
El cansado la utilizó como asiento.
Para los niños fue un juguete.
Carlos Drummond la poetizó.
David mató con ella a Goliat.
Miguel Ángel le sacó la más bella escultura.
En todos los casos, la diferencia no estuvo en la piedra si no en el hombre, no existe "piedra" en tu camino que no puedas aprovechar.
Poema de Carlos Drummond (Brasil, 1902-1987)
En mitad del camino había una piedra...
En mitad del camino había una piedra
había una piedra en la mitad del camino
había una piedra
en la mitad del camino había una piedra.
Nunca olvidaré la ocasión
nunca tanto tiempo como mis ojos cansados permanezcan abiertos.
Nunca olvidaré que en la mitad del camino
había una piedra
había una piedra en la mitad del camino
en la mitad del camino había una piedra.