En la sociedad en que vivimos, la palabra “soledad” tiene muy mala prensa. La pobrecita está muy mal vista y todo el mundo parece que huye de ella; en cambio, unos pocos han descubierto su lado tierno, amable y cautivador. La soledad no siempre tiene que ver con el sentimiento de tristeza y la falta de compañía. Hay personas que encuentran en la soledad una sensación muy cercana a la libertad.
La soledad elegida: el placer de estar con uno mismo
Si eres de los que piensan que hacer cosas solo es aburrido, triste y que indica carencia, te invito a que sigas leyendo y descubras otra forma de enfocar este tema. Si eres de los que disfruta de esos momentos de intimidad, si saboreas esa sensación de conexión interior y sabes aprender al ritmo de tu propio ser, seguro que te gustará este artículo, porque te verás reflejado en él.
El placer de estar con uno mismo
Todos, en algún momento, tenemos la necesidad de estar solos, aunque algunos sólo puedan soportarlo durante unos minutos. Hay personas que nunca saldrían a comer solos; personas que, si no tienen amigos disponibles para ir al cine, prefieren ponerse una peli en casa antes que ir solos.
Estas personas jamás viajarían o pasarían un fin de semana fuera sin la compañía de alguien más. Puede que ellas no hayan descubierto el placer de estar con uno mismo.
Cuando uno se permite salir a dar un paseo, pararse a contemplar el mar o simplemente sentarse en un rincón de su casa sin más compañía que la suya propia, es posible que empiece a disfrutar de su intimidad, que valore un silencio y, con el tiempo, quizás hasta desarrolle la capacidad de ejercitar su vista, atender a los sonidos y, algo más hermoso todavía, escucharse a sí mismo.
Hay una parte de ti que necesita esos momentos para manifestarse; ¿la vas a privar de hacerlo?
Señal de buena autoestima
Cuando uno descubre que el mejor compañero va siempre con él es porque ha aprendido a quererse, porque sabe cuidarse y respetarse. Si te gusta pasar tiempo solo o tomarte unos días para ti es porque estás en buena sintonía contigo; si no, ¿te irías de viaje con alguien con quien no te llevas bien?
Las personas que buscan esos momentos de reflexión, que dedican tiempo a estar con ellas mismas, son personas comprometidas con su autodescubrimiento y que cuidan su interior, lo cual indica además que tienen una buena autoestima.
Los momentos de soledad elegida son recomendables para todo el mundo, pues son una forma maravillosa de fomentar el bienestar emocional creando estados positivos y constructivos. Y después de un encuentro con uno mismo una cosa es segura: te quieres un poquito más.
Autonomía e independencia
Contar con amigos y familiares que nos echen una mano siempre está muy bien; los demás son parte indispensable en nuestras vidas. Pero eso no nos debe privar de descubrir la sensación de autonomía e independencia que sentimos cuando hacemos las cosas por nosotros mismos.
Piensa en algo que realmente te cueste hacer solo: ¿Cómo te sentirías si lo hicieras? Piensa en algo que siempre hagas acompañado: ¿Lo podrías hacer solo? ¿Qué cambiaría? Te sugiero que pruebes a hacer alguna de esas cosas solo por probar; ¡a ver qué pasa! Seguro que, cuanto menos, aprenderás algo sobre ti mismo.
Estar solo no es lo mismo que sentirse solo
Por desgracia, para algunas personas la soledad es sinónimo de ausencia, tristeza y dolor. Esto sucede porque asocian este término a un sentimiento que, por supuesto, no han elegido. Antes de terminar pienso que es importante hacer una distinción: no es lo mismo estar solo que sentirse solo.
Estar solo en un sitio en un momento dado y durante un tiempo limitado es una elección muy buena para encontrarse con uno mismo y disfrutar del placer de la propia compañía. Uno puede estar solo sin sentirse solo. En cambio, muchas personas se sienten solas incluso cuando están rodeadas de mucha gente.
Lo mejor: llévate bien contigo mismo, porque eres con quien pasarás el resto de tu vida.
Leído en: http://www.elportaldelhombre.com/desarrollo-personal/item/643-soledad-elegida-placer-estar-uno-mismo