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domingo, 26 de febrero de 2012

El Lunfardo

El lunfardo es una jerga porteña, originada y desarrollada en la Ciudad de Buenos Aires y el Gran Buenos Aires en Argentina. Igual que el tango, nace en el ambiente marginal de los barrios pobres, debido a la convivencia forzada entre la población local y la millonaria inmigración europea (principalmente italiana y española) ocurrida principalmente entre los años 1860 y 1960. En 1878 un artículo del diario La Prensa titulado "El dialecto de los ladrones" se indicaba que en Buenos Aires había un nuevo modo de hablar y se enumeraban veintinueve palabras entre las cuales estaba precisamente lunfardo como sinónimo de ladrón. Así originariamente esta jerga era empleada por los delincuentes y pronto lo fue por la gente de las clases baja y media-baja. Parte de sus vocablos y locuciones se introdujeron posteriormente en la lengua popular y se difundieron en el castellano de la Argentina y Uruguay. Sin embargo ya a inicios del siglo XX el lunfardo comenzó a difundirse entre todos los estratos y clases sociales, ya sea por la habitualidad de su uso, porque era común en las letras de tango y porque la poesía en lunfardo aunque con palabras "vulgares" supo tener un buen nivel artístico.

Aunque ciertamente el lunfardo no es una lengua ni menos aún un idioma y ni siquiera un dialecto lo evidente es que a lo largo de fines del siglo XIX, todo el siglo XX y lo que va del presente siglo resulta ser uno de los rasgos lingüísticos del dialecto rioplatense. El lunfardo tiene tres partes importantes: el sustantivo, el adjetivo y el verbo; pero carece de artículos, pronombres, preposiciones y conjunciones; como resultado se pueden expresar en lunfardo solo frases pero no oraciones. La estructura del lunfardo se nutre del reemplazo de sustantivos, verbos, adjetivos e interjecciones castellanas por otros términos, provenientes de la germania, del caló, del italiano y sus dialectos, del francés, del portugués, del inglés, de las lenguas indígenas e incluso de palabras hispánicas a las cuales se atribuyó un sentido que nada tiene que ver con el original. Un elemento auxiliar del lunfardo es la pronunciacuión de las palabras invirtiendo el orden de las sílabas: tango es gotán, mujer es jermu, pagar es garpar, pedazo es zopeda y así sucesivamente.

Refranes y dichos en lunfardo:

Cuesta más plumífero volador en fosa metacarpiana, que segunda potencia de diez pululando por el espacio. (Más vale pájaro en mano, que cien volando).

Crustáceo Decápodo que pierde su estado de vigilia, es arrastrado por el ímpetu marino. (Camarón que se duerme, se lo lleva la corriente).

Relátame con quién deambulas y te manifestaré tu idiosincrasia. (Dime con quién andas y te diré quién eres).

A perturbación ciclónica en el seno ambiental, rostro jocundo. (Al mal tiempo, buena cara).

H2O que no has de ingurgitar, permítele que discurra por su cauce. (Agua que no has de beber, déjala correr).

Ocúpate de la alimentación de las aves córvidas y estas te extirparán las estructuras de las fosas orbitarias que perciben los estímulos visuales. (Cría cuervos y te sacaran los ojos).

Al globo oftálmico del poseedor, torna obeso el bruto vacuno. (Al ojo del amo, engorda el ganado).

Quien a ubérrima conífera se adosa, óptima umbría le entolda. (El que a buen árbol se arrima, buena sombra le cobija).

A equino objeto de un obsequio, no se le aquilatan las piezas odontoblásticas. (A caballo regalado, no se le mira los dientes).

El rumiante cérvido siempre propende al accidente orográfico. (La cabra siempre tira al monte).

Las exequias con candel son más tolerables. (Las penas con pan son menos)

No existe adversidad que por sinecura no se trueque.  (No hay mal, que por bien no venga).

La ausencia absoluta de percepción visual torna insensible al órgano cardíaco. (Ojos que no ven, corazón que no siente).

Al andar maltrecho, aplicarle premura. (Al mal paso, darle prisa)

El que embriológicamente es traído al mundo con el diámetro antero posterior de la cavidad abdominal aumentado, no logrará reducir su contenido visceral por más intentos forzados extrínsecos de reforzar dicha pared en su infancia. (El que nace barrigón, ni aunque lo fajen de chiquito).

Cavidad gástrica satisfecha, víscera cardiaca eufórica. (Barriga llena, corazón contento).

In situ, existe un felino en cautiverio. (Aquí, hay gato encerrado).