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miércoles, 2 de mayo de 2012

Los amantes de Sherlock Holmes


El viernes pasado me invitaron a la Filmoteca de Cantabria a un coloquio de José Luís Garci y Luís Alberto de Cuenca. Escucharles fue de lo más gratificante, ya que son dos personas con muchos conocimientos sobre el personaje de Sherlock Holmes. José Luís Garci también hizo un repaso a su filmografía y nos deleitó con algunas de sus anécdotas. El resumen de prensa es el siguiente:

Son dos amantes confesos, apasionados y reconocidos del detective Sherlock Holmes y el doctor John H. Watson: de sus historias, investigaciones, leyendas, epopeyas y hasta del contexto histórico en el que situó sus aventuras de ficción el escritor inglés Sir Arthur Conan Doyle, esa época victoriana, los años de Drácula, Jekyll y Hyde, el «final de una época» que dio paso a «un mundo lleno de guerra». Y ambos lo volvieron a demostrar en Santander. José Luis Garci, oscarizado cineasta, y Luis Alberto de Cuenca, poeta y exsecretario de Estado de Cultura, hablaron, dialogaron y reflexionaron en la Filmoteca de Cantabria sobre el inolvidable personaje que ha llenado tantos libros, adaptaciones cinematográficas e imaginaciones adultas e infantiles.

El primero estrenará este verano su nueva película, que describe el «viaje» de Holmes y Watson desde el «imperio británico» a un Madrid en el que comen porras y cocido; el segundo confiesa que las lecturas de las andanzas del detective británico le han hecho pasar «los momentos más felices» de su vida y que de pequeño soñaba con ser detective, primero por «culpa» de Roberto Alcázar y después por el protagonista de 'Estudio en escarlata'.

Con tal admiración, no es extraño que Garci, a pesar de los complejos momentos que vive el cine, se embarcara en recrear a Sherlock Holmes en su nueva película, 'Holmes. Madrid suite 1890', con guión compartido con Eduardo Torres Dulce, el fiscal general del Estado, otro apasionado «holmesiano». La trama traslada a Holmes y Watson «al Madrid finisecular de la Regencia» siguiendo los pasos de Jack el Destripador en un viaje en el que se cruza con personajes como Pérez Galdós o Albéniz. «No es una película policíaca, es otra cosa, pero no sé que otra cosa. A estas alturas, cada vez sé menos lo que es una película», reconoce el autor de títulos como 'Volver a empezar' y 'El abuelo', que aprecia las últimas adaptaciones realizadas a la gran pantalla por Guy Ritchie, pero «el Holmes que yo veo es muy diferente, el suyo parece James Bond».

Garci reconoce que ahora prefiere viajar en el tiempo con sus películas, recrear otras épocas y revisitar clásicos porque la realidad no le interesa nada. «Esta realidad tiene poco que ver con aquella con la que crecí o estudié. Me siento más a gusto con otro tipo de historias». Después de recordar que ya hizo películas de actualidad como 'El crack' o 'Asignatura pendiente', piensa que uno de los pocos hechos recientes que le parece interesante de llevar al cine es la «matanza de Atocha», porque «reúne historia, pasión, política, crimen, intriga...». El problema es que le falta el «vigor» de sus inicios, necesario para este proyecto.

Al respecto, Cuenca considera que España tiene la «asignatura pendiente» de «asumir el pasado», lleno de «santos, héroes y prostitutas», y que el cine español «ha desaprovechado nuestra Historia». «Incluso se podía haber creado un género propio, un nuevo western en torno a la conquista de América», intercedió Garci, aludiendo a personajes «por rodar» como Hernán Cortés y Moctezuma.
El director y guionista considera un «milagro», comparable a «los panes y los peces» o «el vino de las bodas de Canaán», poder haber rodado 'Holmes. Madrid suite 1890' «con tan poco dinero», por lo que le tiene un cariño «muy especial». «Hacer una película ahora es imposible», sentencia. Aún no sabe con exactitud cuando se estrenará. «En agosto o septiembre, porque antes hay un Europeo de fútbol, unos Juegos Olímpicos... Da igual, si en España al cine no va casi nadie», afirma Garci con un marcado desapego por la actualidad. Siempre le quedará la imaginaria vivienda de Holmes y Watson en Baker Street para refugiarse y volver a soñar.