A partir de los 30 años aproximadamente, pueden aparecer los primeros signos de envejecimiento cutáneo. La piel se vuelve más sensible ante las influencias medio-ambientales dañinas o ante el estilo de vida de cada persona, como por ejemplo el consumo de alcohol, de nicotina, la exposición solar, la falta de sueño o simplemente el estrés... todo ello, son factores que dejan huella. La consecuencia: primeras líneas de expresión y arrugas más profundas.
Las causas que pueden influir en el proceso del envejecimiento de la piel, pueden ser múltiples. Tan sólo un 30% de estas causas pueden ser de origen genético. El resto se debe a causas medio-ambientales, como por ejemplo debido a los rayos UV (sol o solarium) o a los factores clásicos como la nicotina, la polución, la contaminación... También existen los factores de nuestro estado de salud, como por ejemplo los cambios hormonales, el estrés o quizás el escaso o ningún cuidado que ofrecemos a la piel. Incluso un cuidado inadecuado, es decir; no acorde al tipo de piel, puede ser el causante de este problema.
Otro papel muy importante en el envejecimiento prematuro de la piel, lo juega la disminución de las proteínas cutáneas y la acción incontrolada de las enzimas, causantes de esta disminución. La proteína más importante y extendida en todo el cuerpo humano, y por consiguiente sobre el órgano más grande del cuerpo, la piel, es el colágeno. Éste, es el responsable de la firmeza de las estructuras del tejido. El colágeno se crea en los fibroplastos y está unido por la elástica, lo que da lugar una combinación única de firmeza y elasticidad. La eslastina es objeto de una degradación enzimática por la elastasa lo que tiene por consecuencia una reducción del colágeno, fibras colágenas cada vez más cortas y finas. Por tanto se produce un deterioro de la elasticidad cutánea provocando un aspecto cansado y débil. Esta falta de elasticidad tiene como consecuencia las primeras líneas de expresión y arrugas más profundas.
A partir del momento, en que la elasticidad cutánea se ve afectada, la piel empieza a mostrar las primeras arrugas en la zona de los ojos, por lo que ya no luce un aspecto radiante, ahora expresa cansancio y está mate. La piel muestra tensiones, por ejemplo en las zonas de las mejillas y se ve afectada por los cambios de temperatura (invierno, verano, calefacción, etc.), mostrando además reacciones cutáneas. Podemos prevenir hasta 10 años antes de que las primeras arrugas sean visibles.
El diagnóstico es sumamente importante en el caso de envejecimiento prematuro, siendo visibles o no las primeras arrugas.
Síntomas visibles del envejecimiento prematuro:
- Arrugas en la zona de los ojos.
- Pequeñas arrugas faciales.
- Rostro con aspecto cansado, fatigado.
- Piel pálida.