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sábado, 10 de mayo de 2014

8 cosas que debes recordar cuando algo va mal

La felicidad no es la ausencia de problemas, sino la habilidad de lidiar con ellos. Imagina todas las cosas de las que serías capaz si no estuvieras tan preocupado. Siempre toma en cuenta lo que tienes, en vez de lo que has perdido. Lo más importante no es lo que el mundo te quita, sino cómo utilizas lo que te queda.
Aquí van algunos recordatorios que te motivarán cuando más lo necesites:
 
1. El Dolor es parte de crecer.
 
A veces la vida cierra las puertas porque es tiempo de seguir adelante. Lo que es bueno, porque a menudo no nos movemos sin que las circunstancias no nos obliguen. En tiempos difíciles recuérdate a ti mismo que el dolor no viene sin un propósito. Cada logro requiere de una lucha digna para llegar ahí. Las cosas buenas toman tiempo. Sé paciente y positivo. Todo tiene solución, quizás no de manera inmediata, pero con el paso del tiempo así será.
 
2. Todo en la vida es temporal.
 
Cada vez que llueve, deja de llover. Cada vez que sales herido, te sanas. Después de la oscuridad siempre sale el sol. Recuerda eso cada mañana, nada dura para siempre.
 
Así es que, si las cosas están bien ahora, disfrútalo. No durará para siempre. Si las cosas van mal, no te preocupes, porque tampoco durará para siempre. Solo porque la vida se pone algo complicada, no significa que no puedas sonreír. Solo porque algo te está molestando, no implica que no puedas alegrarte. Cada momento es un nuevo comienzo y un nuevo fin. Cada segundo te regala una segunda oportunidad. Sólo tienes que aprovecharla y dar lo mejor de ti.
 
3. Preocuparse y quejarse no cambia nada.
 
Aquellos que más se quejan, son los que menos logran. Siempre preferible intentar hacer algo grande y fallar, que simplemente no intentarlo. No todo está perdido si fallas; está perdido si no haces nada más que quejarte al respecto. Si crees en algo, sigue intentándolo. No dejes que las sombras del pasado oscurezcan las puertas del futuro. Pasar el día quejándose acerca del pasado no hará más brillante el mañana. Deja que lo que has aprendido mejore tu vida. Haz un cambio y no mires atrás.
 
Independientemente de lo que pase en el camino, recuerda que la verdadera felicidad empieza a llegar sólo cuando dejas de quejarte acerca de tus problemas y empiezas a ser agradecido por todos los problemas que NO tienes.
 
4. Tus cicatrices son símbolo de tu fuerza.
 
Nunca te avergüences de las cicatrices que la vida te ha dejado. Una cicatriz significa que el dolor ha pasado y la herida está cerrada. Significa que has doblegado el dolor, aprendido una lección. Has crecido fuerte y has seguido adelante. Una cicatriz es el tatuaje del triunfo del que debes enorgullecerte. No permitas que las cicatrices te hagan vivir con miedo. No puedes hacerlas desaparecer, pero puedes cambiar la forma en que las ves. Puedes empezar a ver tus cicatrices como una señal de fuerza y no de dolor.
 
5. Cada pequeña lucha es un paso adelante.
 
En la vida, la paciencia no es esperar. Es la habilidad de mantener una buena actitud mientras trabajas duro para alcanzar tus sueños. Esto significa perder estabilidad y comodidad por un tiempo. Puede significar no comer o dormir como estás acostumbrado el tiempo que sea necesario. Puede significar las burlas de otros, o tiempos de soledad. Sin embargo la soledad, es un regalo que hace que las grandes cosas sean posibles. Te otorga el espacio que necesitas. Todo lo demás es una prueba a tu determinación.
 
6. La negatividad de los demás no es tu problema.
 
Sé positivo cuando te rodee la negatividad. Sonríe cuando otros traten de deprimirte. Es una buena manera de mantener tu entusiasmo y concentración. Cuando otras personas no te tratan como lo mereces, sigues siendo tú. Nunca dejes que la amargura de otros cambie la persona que eres. No puedes tomar las cosas de manera personal, aún cuando así lo parezca.
 
Nunca cambies para impresionar a alguien que te va a decir que no eres lo suficientemente bueno. Cambia porque te hace mejor persona y te guía a un futuro mejor. La gente va a hablar sin importar lo qué hagas o cuán bien lo hagas. Así que preocúpate por ti mismo antes de hacerlo por los demás. Si crees lo suficientemente en algo no temas luchar por eso. La mayor fuerza viene cuando superas lo que otros creían imposible.
 
7. Lo que tiene que suceder, eventualmente sucederá.
 
La verdadera fuerza viene cuando, aún teniendo razones para llorar y quejarte, prefieres sonreír y apreciar tu vida. Existen bendiciones en cada lucha, pero tienes que estar dispuesto a abrir tu corazón y tu mente para verlos. No puedes forzar las cosas. Eso sólo logrará volverte loco. Hay un punto en donde debes dejar que las cosas sean, simplemente, como tienen que ser.
 
8. Lo mejor que puedes hacer es continuar.
 
No tengas miedo de retirarte, tratar de nuevo, amar de nuevo, vivir de nuevo y soñar de nuevo. No dejes que una lección dura amargue tu corazón. Las mejores lecciones de la vida son, casi siempre, aprendidas en los peores momentos y con los peores errores. Habrá momentos en los que parece que todo va mal. Y puede que sientas que estas estancado en esta mala racha, pero no es así. Cuando sientas que quieres renunciar, recuerda que a veces las cosas tienen que ponerse mal antes de mejorar. A veces tienes que pasar por lo peor para llegar a lo mejor.
 
Sí, la vida es dura, pero tú eres fuerte. No te estreses por las cosas que no puedes cambiar. Vive de manera simple, ama generosamente, habla con la verdad, trabaja diligentemente. Incluso cuando te sientas cansado, sigue adelante… sigue creciendo.
 
Cuando despiertes cada mañana haz tu mayor esfuerzo por seguir esta lista:
1.Piensa Positivo
2.Come de manera saludable
3.Ejercítate hoy
4.Preocúpate menos
5.Trabaja duro
 
Tu turno…

Leído en: http://www.upsocl.com/inspiracion/8-cosas-que-debes-recordar-cuando-algo-va-mal/#