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martes, 28 de octubre de 2014

Los diez errores que cometemos al preparar un ‘gin-tonic’


De un tiempo a esta parte el esnobismo alrededor del gin-tonic ha alcanzado cotas difíciles de superar. Pero no siempre más sofisticado es mejor. Y máxime cuando hablamos de un cóctel tan simple. Como explica el bartender Sergio Estévez  en su libro Gin-tonic para dummies (Planetadelibros), a diferencia de lo que ocurre con actividades como la pintura, tocar el piano o pilotar un avión, preparar buenos gin-tonics no requiere una habilidad especial.
 
El experto explicó a El Confidencial cómo hacer el gin-tonic perfecto, pero a mucha le conviene más saber lo que no tiene que hacer que lo que tiene que hacer. Estos son los 10 errores más comunes que se cometen al preparan un gin-tonic, tal como el Estévez los recoge en su libro.
 
1. Prepararlo en un vaso de tubo
 
Un buen vaso o una buena copa para preparar un gin-tonic han de tener una capacidad suficiente para que podamos incorporar de una sola vez todo el hielo, la ginebra y la tónica necesarios, dejando suficiente espacio para beber de forma cómoda. La capacidad mínima del recipiente para preparar un gin-tonic completo es de 50-60 cl. El clásico vaso de tubo no tiene la boca ancha y su capacidad es de 30 cl, así que no podemos hacer una mezcla compensada, es decir, añadir todos los ingredientes de una vez, ni disfrutar de los aromas con los que hemos perfumado nuestro gin-tonic.
 
2. Utilizar un mal hielo
 
El hielo tiene una función específica en nuestra copa: mantener fría la temperatura de la mezcla. Pero no debe aguar ésta. Para ello, debemos utilizar un hielo industrial de un buen calibre. Si utilizamos hielo casero o de un congelador inadecuado corremos dos riesgos: que el hielo tenga sabores del resto de los alimentos que comparten espacio y que el agua con la que se ha fabricado no provenga de ósmosis. Cuantas más sales minerales tenga el agua, más rápidamente se fundirá el hielo y más bajará la intensidad del sabor de la copa.
 
3. No enfriar la copa
 
Normalmente la copa está a temperatura ambiente; si no enfrías la copa antes, una parte del hielo que añadas a la copa para crear el combinado se fundirá y formará una cantidad de agua que aguará tu gin-tonic. Si pones hielo en la copa para enfriarla previamente, puedes extraer, con la ayuda del colador de oruga, el agua de hielo que se forme y conseguir que el combinado no pierda fuerza.
 
4. Añadir demasiada ginebra
 
Añadir demasiada ginebra a un gin-tonic no hace que el combinado sea mejor, sino que provoca que esté más fuerte, más intenso, y eso suele restar más que sumar. Como punto de partida, te recomiendo comenzar con una medida de entre 4 o 5 cl de ginebra por cada botellín de tónica de 20 cl.
 
5. Pinchar la tónica
 
La moda de pinchar la tónica consiste en perforar la chapa del botellín y hacer que la tónica salga a presión por el agujero, de manera que se incorporar a la mezcla al agitar el botellín. El resultado es espectacular, pero esa tónica carece de gas. Este gas tiene una función en todas las bebidas que lo llevan: potenciar los sabores. Por tanto, cuando se extrae, se pierde intensidad de sabor y perjudica al combinado.
 
6. Utilizar una tónica que esté del tiempo
 
Mantener la tónica fría hasta el momento de servirla te ayudará de dos maneras: las burbujas tardarán más en marcharse y deshará menos el hielo, así que la mezcla quedará menos aguada.
 
7. Añadirle zumo de limón
 
Añadir este ingrediente a nuestro combinado hará que el sabor se altere de varias maneras. En primer lugar, el limón tiene un sabor muy intenso y, junto con el azúcar, camufla el resto de sabores. Por otro lado, aporta mucha acidez y amargos a nuestra mezcla. Además de estas mermas, se encarga de reducir la cantidad de gas de nuestro combinado.
 
8. ‘Aromachacar’ el gin-tonic
 
Añadir una gran cantidad de aromas a tu gin-tonic, o añadir aromas muy intensos y potentes, anulará los matices aromáticos y de sabor que tanto la ginebra como la tónica aportan a la mezcla, desvirtuando la cantidad de los ingredientes.
 
9. Dejar especias o restos en el gin-tonic
 
Dejar restos de especias o de elementos pequeños en la copa creará interferencias de dos tipos al disfrutar de ésta. Por un lado, las especias secas seguirán añadiendo carga aromática durante todo el tiempo que permanezcan en la copa, con lo cual el sabor del combinado se verá alterado a lo largo del tiempo. Por otro lado, los restos o pequeñas especias añadidas (como las bayas de enebro) casi no añaden sabor y, por el contrario, te molestarán mucho en el momento de beber.
 
10. Remover el gin-tonic
 
Un gin-tonic bien preparado consigue que la mezcla de ginebra y tónica quede perfectamente homogeneizada con la menor pérdida de gas carbónico posible para mantener al máximo la carga de sabor del combinado. Remover el gin-tonic con un agitador o darle vueltas como si se tratara de un vino que se debe oxigenar provocará que se pierdan las burbujas de la mezcla, con la consiguiente pérdida de calidad del resultado.