El vicesecretario general de Estudios y Programas del PP, Esteban González Pons, ha dicho algo que me ha hecho pensar. Esto es lo que ha dicho: "Ahora lo fácil es sumarse al España va mal y ser campeones del pesimismo". Tiene razón. Lo reconozco: soy un simplón. Cuando veo que la OCDE anuncia que el año que viene habrá todavía más parados en España, lo primero que se me pasa por la cabeza es que España va mal. Y eso es el recurso fácil. Qué tonto que soy.
En cambio, si fuera más inteligente supongo que pensaría: "El Gobierno ya sabe lo que tiene que hacer", que es precisamente lo que ha sentenciado González Pons. Madre mía, ¡pero cómo puede ser que no haya caído en una cosa tan evidente! ¿O es que alguien recuerda alguna pifia de Mariano Rajoy? Yo no. ¿Alguien recuerda que afirmara que no iba a subir impuestos y que, tras ganar las elecciones, los subiera volando? Claro que no. Es un ejemplo sin pies ni cabeza. Sólo un ser muy fantasioso, criticón y campeón del pesimismo podría inventar algo así.
¿Y cómo sabe el Gobierno lo que tiene que hacer? ¿Se lo habrá dicho Merkel? Pues no. Otra metedura de pata. Qué superficial que soy. Suerte que González Pons me ha abierto los ojos. Si el Gobierno sabe lo que debe hacer es porque "tiene un rumbo", ha precisado don Esteban, quien ha añadido: "Y lo mantendrá porque estamos en el camino de la recuperación". Antes, yo creía que todo eso era una milonga, porque no veía más allá de los recortes y más recortes. Hasta creía que tenía mucho sentido común que todos pensáramos que España anda mal. Estaba ciego. No sabía que también habían privatizado el sentido común. Solo un campeón del pesimismo no daría la razón a Esteban González Pons cuando asegura que estamos en el camino de la recuperación. Una prueba: el progre de Alberto Ruiz-Gallardón quiere recuperar la censura de prensa.
Qué iluso he sido. Me he dejado llevar por el pesimismo de la sociedad, de una sociedad que solamente ve el vaso medio vacío de las preferentes sin tener en cuenta que Miguel Blesa logró en un plis plas más de dos millones de euros para pagar su fianza. Gracias a Dios, el 'probe Migué' tan solo pasó un momentito en la trena. Es que hay que verlo todo, también el vaso medio lleno, y es entonces cuando podremos ser tan optimistas como Esteban González Pons.
Hablando de vasos, ahí va otro motivo para el optimismo: el precio de las bebidas alcohólicas en la cafetería del Congreso de los Diputados. Sale más barato tomarse allí un gin-tonic o un cubalibre que en un bar normal y corriente. Eso es gracias a que los españoles pagamos, con nuestros impuestos, la diferencia de precio. Porque el poder desgasta, pero no gasta. No en vano el gusto es suyo mientras el gasto es nuestro.
Y luego todavía hay ciudadanos que están convencidos de que España va mal. Falso. Qué ilusos. Son los españoles los que van mal, y no todos. Pero España, sin duda, va a más: ahora ya somos una, grande y cubalibre.
Jordi Évole para elperiodico.com
http://www.elperiodico.com/es/noticias/al-contrataque/una-grande-cubalibre-2407122
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