Alguien dijo una vez, y con razón, que cuando la derecha conservadora llega al poder suele desinhibirse mucho más de lo que lo hace la izquierda socialdemócrata. La implacabilidad con que el PP de los Rajoy, Montoro, Cospedal o Wert está imponiendo sus decisiones no deja de sorprender a algunos ingenuos que en las elecciones pasadas les votaron más por ir en contra de Zapatero que por pensar seriamente a favor de una política neoliberal. Es evidente que aquel Zapatero arrollado por la debacle económica no tuvo más remedio que dar marcha atrás y rendirse ante una crisis monumental, faltándole firmeza e incluso sinceridad para reconocer el tsunami que ya nos llegaba al cuello. Luego, como remediador de todos aquellos males, apareció un victorioso y envalentonado Rajoy prometiéndonos soluciones que no solo no ha cumplido a día de hoy, sino que en algunos casos el problema ha empeorado, como el desempleo.
Ahora, un PP con mayoría absoluta se ve gobernando sin obstáculos. En ese campar a sus anchas ha ido dejando algunas perlas como la españolización de los alumnos catalanes, la religión como asignatura, el 21% de IVA cultural, la privatización de la sanidad, la subida de los impuestos o la abolición de cualquier rastro cultural catalán en Aragón con una absurda y chistosa lengua denominada lapao.
La última vez que los populares perdieron las elecciones fue en los días en que Aznar pregonaba que «España va bien». Ahora España va mucho peor. No solamente porque la economía y el bienestar social han empeorado, sino, lo que es peor, porque pensando en una alternativa la gente no cree que exista una que dé confianza.
Así las cosas, muchos ya se conformarían con que en las futuras elecciones se acabase con la mayoría absoluta del PP y así poderles discutir algunas cosillas.
Carles Sans para elperiodico.com
http://www.elperiodico.com/es/noticias/opinion/desinhibida-mayoria-del-2404717
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