Carta enviada por un grupo de profesores al diario El País, no tiene desperdicio...
¿Quién es el valiente que se pone delante de una clase repleta y convence a sus alumnos de que tener unos estudios es importante, cuando está claro que vale mucho más el carné del partido que una licenciatura universitaria?
¿Quién es el valiente que se pone delante de una clase repleta y convence a sus alumnos de que tener unos estudios es importante, cuando está claro que vale mucho más el carné del partido que una licenciatura universitaria?
¿Cuándo empezamos mis compañeros y yo a vivir por encima de nuestras posibilidades, con un sueldo continuamente mermado y la necesidad de vivir cada vez peor para que un eurodiputado pueda viajar ocho veces al mes en clase preferente?
¿Dónde está ese sitio donde reparten sobres para que pueda pillar uno y comprar algo para la biblioteca, que por segundo año consecutivo tiene presupuesto cero?
¿Por qué un tipo como Carromero, de 27 años y con la carrera sin acabar, cobra casi 3.000 euros y yo, que soy licenciado y llevo un montón de años cotizando, me llevo al bolsillo poco más de 2.000?
¿Cómo es posible que la gente proteste cuando le traen un filete frío en un restaurante y no esté permanentemente en la calle pidiendo el exilio para todo ese hatajo de personas?
Voy a empezar a dejarme de zarandajas y a contar la verdad en clase: no estudiéis, haced amigos (a ser posible, cerca de Génova o Ferraz). No preparéis los exámenes, tomad anabolizantes y aumentad vuestras glándulas mamarias. No eduquéis vuestra mente, inventad romances con famosas o dejaos preñar por futbolistas o toreros.
Un país que abandona la educación, la investigación, la cultura, el arte y la transmisión del conocimiento. Una nación que deja de lado a los más débiles y protege a los poderosos y los corruptos. Un lugar en el que se torturan animales con lanzas mientras se cierran escuelas de música, bibliotecas y centros culturales.
Este es el sitio en el que vivo. Un lodazal de inmundicia que cada día crece un poco más.
Carta al director de El País: Juan é Juan José Jiménez Blázquez. Profesor de secundaria y 26 profesores más.
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