Iba a decir «querido», pero no me atrevo a ponerme cariñoso
con un desconocido sin gintónic de por medio. Y digo desconocido porque los
7.906.185 votantes del PP se parecen cada vez más a los espectadores de ciertos
programas de televisión, esa masa social inexistente que a la hora de la verdad
dinamita todo sondeo.
Vaya por delante mi más sincera enhorabuena y mi
incondicional respeto democrático hacia cada voto de un compatriota. Espero que
entiendas que precisamente en eso consiste la democracia, en que puedo y debo
respetarte a ti pero ni puedo ni debo compartir tu decisión. Si todos
pensásemos como tú, esto se llamaría de otro modo, lamentablemente demasiado
visto en la historia de este país.
También quiero pensar que no has votado por miedo a un
'brexit', a más incertidumbre o a las alternativas políticas, da igual. No por
nada, sino porque el voto por miedo me parece el más cobarde o, peor,
contraproducente. Como ya han descubierto algunos, enarbolar la banderita del
miedo es intentar criar animales salvajes: tarde o temprano se te acaba
volviendo en contra.
Ojo, que no pretendo que votases como yo. Ni mucho menos.
Primero, que ya sería demasiado tarde. Segundo, porque esto va de que cada uno
vote a quien le da la gana, faltaría más. Tercero, porque será que no había más
opciones que la tuya o la mía. Y cuarto, porque yo voté al PACMA, que no
aspiraba más que a obtener representación y así defender cosas que hoy ni se
contemplan en el Congreso. Algo que gracias a la ley d'Hondt y a los intereses
de quienes deberían abolirla ha vuelto a ser imposible. Una persona, un voto.
Ya.
La corrupción, premiada
Otra cosa es que me dé vergüenza tu voto. Sí, vergüenza. Y
no porque haya ido al PP, pues -insisto- es una alternativa tan legítima como
cualquier otra; he conocido e incluso ayudado a ganar a gente honesta y honrada
dentro de esa organización, gente que no se merece ni los tesoreros ni
dirigentes que le ha tocado sufrir. Me avergüenza porque era el respaldo que
justo ahora necesitaba el candidato líder de la lista más imputada. Gracias a
tu voto, la corrupción y la conspiración de Estado, en vez de ser castigada,
hoy resulta jaleada y premiada. Porque si eximes de penitencia al responsable
último, eso es que el primer responsable eres tú.
Así que nada, espero que disfrutes mucho de tu decisión con
cada nuevo juicio, con cada nueva investigación. Como alguien dijo, daría mi
vida por tu derecho a hacerlo. Aunque eso sí, hoy tenemos el país que te
mereces. Con tu permiso o sin él, yo y otros muchos que aún somos mayoría
seguiremos intentando que se convierta también en el que nos merecemos los
demás.
Afectuosamente, pídemelo con el pepino entero, sin cortar
Por Risto Mejide (Al contrataque) en elperiodico.com
http://www.elperiodico.com/es/noticias/opinion/carta-abierta-votante-del-5235510