La sociedad se ha convertido en la plaza donde se somete a la mujer al escarnio público cuando decide mostrarse tal y como es, expresando su sensualidad y deseos abiertamente. Puta es sinónimo de prostituta, mujer que cobra a cambio de sus servicios sexuales pero no todas las mujeres cobran. Puta le llaman a aquella mujer que decide pintarse los labios de rojo, que decide usar unas medias de encaje, que decide usar transparencias, que decide usar minifalda, que decide masturbarse, que decide tener sexo sin compromiso, que decide besar a quien le gusta; Pues si estas actitudes son características de una puta, entonces toda mujer tiene algo de puta.
El mundo está ávido de esas mujeres decididas, con personalidad, atrevidas, de mente abierta, mujeres seguras, extrovertidas y llenas de espíritu pero cuando una mujer hace lo que quiere (guardando las proporciones) aparece la doble moral de la que tanto nos quejamos pero hacemos parte; el hombre quiere una mujer que lo satisfaga pero si se comporta sin miedos y con los pantalones bien puestos para decirle al mundo lo que desean es tachada como puta, como un objeto sexual pero ellas también sienten y tienen el derecho a disfrutar de lo que desean y lo que quieren para sus vidas en cualquier ámbito tanto sexual como laboral y familiar.
Los hombres siempre están esperando tener una mujer para mostrar ante la sociedad y nos hemos encargado que la mujer ideal sea una madre abnegada, una esposa sumisa, una hija solapada, esa mujer intachable a la cual jamás se le relacionaría con algún acto carnal y es por culpa misma de las mujeres que el hombre las ha sometido a cumplir esos roles que aún son notorios después de 14 años de transcurrido del siglo XXI, porque muchas por ese miedo a ser tachadas de puta no expresan sus sentimientos y pensamientos libremente. Cada segundo en el mundo una mujer es victima de violencia, abuso o discriminación y aunque no hay ninguna razón valida tal acto, todos, hombres y mujeres deberíamos emprender acciones para que tales situaciones no ocurran mas y permitan la libre expresión de los deseos femeninos ante la sociedad.
Las mujeres de hoy en día no necesitan de un hombre para salir adelante ni para que las mantenga, son mujeres independientes que tienen los mismos derechos y deseos de un hombre y se consideran putas por disfrutar de su sexualidad libremente, pero las mejores putas son aquellas que se valoran más a sí mismas, que son capaces de tomar decisiones en pro de su bienestar, como sacar a un hombre de su vida que no le aporta nada bueno ni la complementa, que deciden acostarse con un hombre porque ellas quieren y no porque un hombre se los impone.
Hombres, valoremos a esas mujeres con personalidad, valientes y decididas a vivir su vida sin tapujos ni miedos a ser juzgadas por sentir y vivir como les plazca, en busca del placer y su satisfacción personal. Mujeres, atrévanse a expresar su sensualidad y sexualidad libremente, vivan con el corazón y sean las mejores putas, llenas de virtudes, deseos, pasiones y sentimientos que no le hacen daño a nadie más que a sí mismas si no los viven a plenitud.
No hay comentarios:
Publicar un comentario