Cocinar
se ha vuelto a convertir en una prioridad, pero muchas de las técnicas que
nuestras madres conocían han sido olvidadas. No hablamos de cómo cortar una
cebolla, preparar un filete, o saber cuándo unos huevos revueltos están en su
punto (algo que tampoco muchos saben hacer correctamente), sino de pequeños
ingenios para ahorrar tiempo en la cocina sin necesidad de contar con un
instrumento para cada cosa.
Estos
16 consejos parecen de lo más simple, pero son verdaderamente útiles, pues
hacen que manches menos, aproveches mejor los alimentos y vayas más rápido,
tres aspectos que son esenciales para todo cocinero.
1.
Aprovecha al máximo los limones
Al
extraer el zumo de un limón para una receta la mayoría de personas se limitan a
cortar el limón el dos y estrujarlo, obteniendo una cantidad ridícula de zumo.
Para maximizar la cuantía del zumo basta con hacer rodar el limón por la
encimera, antes de cortarlo, apretándolo contra ésta suavemente. También puedes
introducirlo 20 segundos en el microondas (si no necesitas que el líquido este
frío). Tras esto realiza un corte longitudinal, no trasversal. Gracias a esto
podrás obtener tres veces más zumo.
2.
Mantén el pan fresco
La
mejor manera de mantener el pan lo más fresco posible de un día para otro es
meterlo en una bolsa de plástico con un tallo de apio y cerrar ésta. El pan
absorberá la humedad del apio, y estará más fresco. Como el apio no tiene un
sabor fuerte no afecta al gusto del pan.
3.
Dejar de llorar al cortar las cebollas
¿Harto
de llorar como un condenado cuando picas una cebolla? Prueba uno de estos
trucos. Pela y corta la cebolla debajo del grifo, esto evitará que los gases
que hacen llorar a tus ojos impregnen la atmósfera. Puedes probar también a
impregnar tu cuchillo con zumo de limón, el ácido reacciona con la cebolla y
hace que libere menos gases. Otro truco, por absurdo que parezca, consiste en
mascar chicle. Esto hace que respires por la boca y no por la nariz, lo que
hace que los gases resulten menos agresivos.
4.
Servir el cava
En
las celebraciones siempre acabamos perdiendo muchísimo tiempo sirviendo los
vinos espumosos, una bebida sobre la que desconocemos muchas cosas. Un truco
para servir el cava o champán más rápido y sin derramar una gota consiste en
enjuagar las copas antes de servir el mismo con un vino blanco. Esto no afecta
al sabor del espumoso, pero evita que las burbujas suban tan rápido, lo que
permite servir todas las copas a la vez sin que se derrame una gota.
5.
Aprovechar bien el jengibre
Aunque
la raíz del jengibre no se usa mucho en España, en cuanto queremos experimentar
con otro tipo de cocinas nos encontramos con que no tenemos ni idea de cómo
pelarla. Cómo tiene muchas protuberancias y recovecos, lo mejor es que antes de
pelarla la frotemos suavemente con el reverso de una cucharilla. Esto hace que
sea más fácil seguir todos los contornos y minimiza los desperdicios. La misma
técnica se puede usar para pelar otro tipo de raíces o tubérculos que se nos
resistan.
6.
Conservar el color de los vegetales
Para
que los vegetales conserven su color al ser cocinados, basta añadir un poco de
zumo de limón a la olla o sartén. Se trata de una técnica particularmente
efectiva cuando cocinamos vegetales de tonos rojizos (como la lombarda o la
remolacha) y aquellos blancos (como el nabo o la coliflor), ya que la acidez
del limón ayuda a preservar los flavonoides, unos compuestos que además de ser
responsables de la pigmentación de los vegetales son muy saludables. La técnica
no funciona con los vegetales verdes, cuyo color es responsabilidad de la
clorofila, pues se ennegrecen en contacto con el limón.
7.
Cortar tomates cherry a toda velocidad
Los
tomates cherry se suelen utilizar en la cocina partidos por la mitad y, si nos
toca usar muchos, cortarlos de uno en uno puede ser un aburrimiento. Busca en
tu cocina dos tapas de tupper de un tamaño similar, mete los tomates entre
ellas (como si fuera un sándwich) y, sujetando el ingenio con delicadeza, corta
los tomates horizontalmente con un cuchillo afilado. Más fácil imposible.Ver vídeo aquí
8.
Hacer cubitos de hielo más rápido
¿Vienen
invitados a casa y te acabas de dar cuenta de que casi no queda hielo? ¿No hay
ninguna gasolinera cerca? ¿No existen tiendas 24 horas en tu barrio? No
desesperes. En vez de hacer los cubitos con el agua fría del grifo, hazlos con
el agua caliente: se harán mucho más rápido. Este fenómeno, aparentemente
contradictorio, se conoce como el efecto Mpemba, nombrado así en honor a su
descubridor, el físico tanzano Erasto Mpemba.
9.
Arreglar una sopa demasiado salada
¿Al
hacer una sopa te has pasado con la sal? Prueba a echar una patata pelada y
cortada en cuatro trozos. Actuará como una esponja absorbiendo parte de la sal.
No te la comas, estará dura y saladísima. También puedes probar a echar algo
más de agua o una pizca de azúcar moreno.
10.
Alarga la vida de frutas y verduras
Un
truco sencillo puede hacer que tus frutas y verduras aguanten mucho más en el
depósito del frigorífico. Sencillamente, pon una hoja de papel de cocina en el
fondo del recipiente. Este absorberá el agua sobrante que acelera el
envejecimiento de los vegetales. Para conservar mejor las hierbas, como el
perejil o la albahaca, guárdalas cubiertas en papel de cocina y dentro de una
bolsa de plástico.
11.
Desgrasar eficazmente un guiso
Si
después de preparar una sopa, salsa o guiso crees que ha quedado muy grasiento,
apaga el fuego y deja que repose durante 10 minutos. Verás la grasa flotando.
Puedes tratar de quitarla con una cuchara, pero un método más eficaz consiste
en echar unos cuantos cubitos de hielo. La grasa que esté cerca de los cubos se
solidificará junto a estos, y será más fácil de retirar. Tienes que hacerlo
rápido, pues los hielos se derretirán enseguida.
12.
Eliminar el olor de tus manos mientras sigues cocinando
Tras
pelar cebollas y ajos tus manos adquieren un olor bastante desagradable. Si
estás en plena faena, basta con que frotes éstas con una chuchara de acero
inoxidable, que absorbe el olor. El azufre de las plantas es atraído por los
metales como el acero.
13.
Pelar muchos ajos, muy rápido
Golpea
una cabeza de ajos con la mano (o con la base de una cacerola) para separar los
dientes. Coloca estos en un bol de metal y pon otro similar encima, creando una
especie de esfera. Agita con fuerza los boles. Tendrás todos los ajos pelados
en un santiamén. Ver vídeo aquí.
14.
Reciclar el aceite sin conservar el olor de lo que has cocinado previamente
Si
quieres reusar el aceite sin acumular olores innecesarios prueba a calentarlo
en una cacerola a temperatura baja, añade un poco de jengibre en rodajas y deja
que se haga durante 15 minutos. El jengibre se irá ennegreciendo muy
lentamente, absorbiendo los olores y sabores, y cuando lo retires el aceite
estará mucho más presentable.
15.
Conservar mejor quesos y cremas
Para
lograr que el requesón, el queso fresco, la crema agria o la crème fraiche se
conserven en tu nevera durante más tiempo basta con darle la vuelta a sus
recipientes. Esto creara un vacio que dificultará la aparición de bacterias.
Obviamente, asegúrate de que el recipiente está bien cerrado.
16.
Trabajar con chiles o pimientas de cayena
A
todo el que ha cocinado con chiles o cayena le ha ocurrido en alguna ocasión:
después de cortarlas, te llevas una mano al ojo (u otras partes delicadas) y
acabas viendo las estrellas. Aunque no seas tan tonto para que te ocurra esto,
para manipular este tipo de alimentos es mejor protegerse. Puedes usar guantes,
pero basta con que untes tus manos con algún tipo de aceite vegetal. Esto basta
para que no acabes con ardores por todo el cuerpo.
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