Reflexión XXXII: Relaciones saludables

Todas las personas merecen sentirse felices y seguras en sus relaciones. Una relación saludable tiene seis características básicas: respeto, honestidad y confianza, justicia e igualdad y buena comunicación.

Si una relación tiene características enfermizas, puedes intentar mejorarla u optar por terminarla. Todos podemos aprender cómo hacer para que nuestras relaciones sean más saludables.

Todas las personas desean vivir relaciones saludables. Sin embargo, a veces es difícil saber si una relación es saludable o enfermiza. Las relaciones saludables nos ayudan a sentirnos mejor con nosotros mismos y con el lugar que ocupamos en el mundo. Nos hacen sentir felices y seguros. Las relaciones enfermizas nos hacen sentir desdichados, inseguros e inestables.

Podemos esforzarnos para que todas nuestras relaciones (con familiares, amigos, compañeros sentimentales y otras personas) sean lo más saludables posible. Además, podemos aprender a detectar cuándo una relación no es saludable y cómo mejorarla o terminarla.

¿Cómo saber si tienes una buena relación con una persona? Cuando todo fluye, cuando todo es fácil, cuando eres tú mismo, cuando sientes que formas parte de un engranaje perfecto. Eso no significa que no discutas con esa persona, pero las discusiones, se resuelven rápido. Es como ser piezas de un puzzle que encaja a la perfección. Cuando todo es tortuoso, difícil, tienes que fingir y ser otra persona que no eres, cuando las discusiones son agónicas, es momento de pensar, qué hago, dónde estoy y dónde quiero llegar.