"No existen malas ideas, sólo aplicaciones
equivocadas", éste es el principio que sustenta el Ideómetro, una
iniciativa impulsada por Universia para configurar un gran almacén de ideas y
buscar a las mismas su aplicación más adecuada. El potencial vivero de talento
que está convocado para alimentar el Ideómetro es difícilmente comparable.
Universia, la red de conocimiento en español patrocinada por Banco Santander,
aglutina a profesores y alumnos universitario de 1.242 centros universitarios
repartidos por 23 países de Iberoamérica. "Se trata de una iniciativa que
parte de la hipótesis de que no hay ideas inservibles, sino
desaprovechadas", señalan desde Universia. El objetivo, por tanto, es
aglutinar la mayor cantidad posible de ideas y a partir de ahí contribuir a
transformarlas en grandes invenciones, como ha ocurrido en más de una ocasión a
lo largo de la historia.
Éstos son algunos ejemplos:
- El post-it, un pegamento inútil.
Spencer Silver era un químico estadounidense en
plena investigación a la búsqueda de un potente pegamento. Sin embargo, sus
experimentos sólo dieron como resultado un producto adhesivo muy fácil de
despegar al que no vio ninguna utilidad.
Un compañero suyo decidió utilizarlo para separar
las páginas de un cantoral de iglesia y entendió su potencial para realizar
anotaciones. El producto no sólo encontró un recorrido comercial sino que
revolucionó el mundo de la comunicación interna en las empresas y se convirtió
en uno de los productos más emblemáticos de 3M. Años después no había una sola
oficina en el mundo en cuyas paredes o mamparas no hubiera adherida alguna de
las populares notas amarillas.
- Un súper pegamento sin uso en tiempos de paz.
Nacido como material para armamento militar, su
viscosidad y capacidad para pegar todo sin posibilidad de reversión inhibió su
posible explotación comercial... Hasta que, ¡eureka!, a alguien se le ocurrió
que podría tener una utilidad muy interesante para fusionar piezas de forma
permanente, algo muy útil para el alargamiento de la vida útil de numerosas
herramientas y mecanismos.
- Una pastilla azul contra la hipertensión.
Todo un esforzado trabajo farmacológico estuvo a
punto de irse al traste por su escasa relevancia para inhibir los problemas
cardiacos que pretendía evitar, hipertensiones y anginas de pecho. Los ensayos
con la dichosa pastillita azul resultaron ser poco útiles para esos objetivos pero
extraordinariamente satisfactorios, sin embargo, para otra clase de
disfunciones. Así nació la Viagra.
- Una oportuna chocolatina en el bolsillo.
Andaba el científico Percy Spencer afanado en la
investigación de los posibles usos del magnetrón, un ingenio ideado en los años
30 para transformar impulsos eléctricos en energía electromagnética,
principalmente para su uso como radar, cuando algo extraño llamó su atención.
Spencer, que llevaba una chocolatina en el
bolsillo, para aligerar el apetito de las largas horas de experimentación, se
percató de repente de que ésta se había derretido en su bolsillo. Poco tardó en
atacar cabos y vislumbrar el enorme potencial de las ondas electromagnéticas
para un uso muy cotidiano: cocinar. Había nacido el popular microondas.
Por Bruno Pérez en lainformacion.com
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