En esta era de tantos cambios, a pesar de que la tecnología y la comunicación nos abruman, uno de los avances más importantes es el posicionamiento de la mujer a nivel familiar, laboral y social. Y esta nueva organización a los hombres les desconcierta, no porque no la acepten, sino porque están tardando más que la mujer en adaptarse y encontrar su sitio. No saben lo que las mujeres necesitan de ellos. Muchos son los que tienen reacciones de bloqueo, se sienten en parte amenazados por una SUPERWOMAN que puede con el trabajo, la organización de la casa, el cuidado de los hijos y de los mayores, y que además se viste sexy, va a la peluquería y le queda tiempo para tomarse un café con sus amigas.
Ellos, que hasta ahora habían sido los protectores de la familia, los que suministraban alimento, recibían cariño, comprensión, cuidados y tenían un hogar en armonía en el que sus hijos y su mujer salían corriendo a darles un beso cuando llegaban de trabajar, se han visto ahora relegados a otro plano. Se preguntan "¿qué pinto yo aquí, si mi mujer hace de todo y tira con todo?... Si ella quisiera no me necesitaría ni para tener hijos". Muchos hombres no encuentran su sitio, desconocen en qué pueden ser útiles, porque el término ÚTIL para los hombres tiene mucho peso. Necesitan que las cosas, los roles, las funciones tengan utilidad, no entienden que una vela esté en casa para decorar, no, su función es iluminar. Decorar es inútil, dar luz es útil.
Uno de los mayores problemas de por qué no consiguen saber en qué nos pueden complementar, es la falta de comunicación. No se habla sobre qué necesitan ellas ni de cómo se sienten ellos. No se habla por falta de tiempo o por no tener la costumbre, pero también por miedo. Ellos temen destapar sus puntos débiles, porque el hombre es un hombre, un macho alfa y no puede mostrarse frágil y perdido delante de una mujer.
Los años de experiencia en la consulta, me han dado un resumen de lo que muchas mujeres esperan de sus parejas. No se puede generalizar, ni mucho menos, pero si puedes quedarte con los puntos que te atañen. Incluso éstas directrices pueden ser motivo de charla con tu pareja. Puedes preguntarle si está de acuerdo o no, si hay algo que a ella le atrae de estos puntos, o simplemente puedes utilizar este artículo para sacar el tema en casa. Tómate esta guía CON HUMOR Y DESDE EL CARIÑO, pero con la certeza de que son muchas mujeres las que se han expresado durante su matrimonio, después de haberse separado y cuando se han vuelto a enamorar. Diecisiete años de consulta dan para recoger mucha información. ¡Vamos allá!
En las relaciones sexuales, la mujer desea...
1. Un hombre con iniciativa y peso en las relaciones. ¿Por qué ha tenido tanto éxito la trilogía de Grey? Porque muestra a un hombre que sabe lo que quiere, seguro, a pesar de que sus propuestas no sean las más dulces. Es un hombre sexualmente decidido, atrevido, valiente y va a por ella.
2. Un hombre que te trate como a una mujer. Con cariño, ternura, a muchas mujeres en el sexo (no a todas) le gusta sentirse dirigidas, queridas, misteriosamente atrapadas y seducidas.
3. Un hombre que se esfuerce en cuidar el ambiente y la relación sexual. El sexo tiene que ser atrevido, pero romántico, salvaje pero tierno, divertido, en el que se hable, en el que se cuiden detalles desde la ropa interior hasta el ambiente que tienes en tu casa. No dejes todos estos detalles siempre en manos de tu mujer, como si el romanticismo solo fuera un tema femenino. Te sorprendería saber cómo aumenta el deseo sexual en la mujer y sus ganas de tener sexo, cuando tu actitud va en esta dirección.
4. Un hombre que sea creativo, que te "ataque por detrás" cuando estáis en la cocina. No dejes el sexo solo para la hora de dormir, es algo demasiado previsible y aburre. El misionero y la cama no tienen morbo. Vete "calentando el ambiente". Un beso de pasión en el pasillo, tocar a tu mujer como cuando erais novios en lugares en los que os pueden pillar (eso tiene morbo), mensajes subidos de tono y esas miradas que lo dicen todo sin decirse nada.
5. Un hombre que se cuide. "El hombre y el oso cuanto más feo, más hermoso"... y un jamón. ¡Cuídate físicamente! A hombres y mujeres nos atrae lo mismo, las personas que están limpias, aseadas, que se preocupan por vestirse para gustar a sus parejas. A muy pocas mujeres les apetece tener relaciones sexuales con un hombre que lleva todo el día en la calle trabajando y no se ducha... vamos, es de cajón.
En cuanto a la comunicación y la relación de pareja...
1. La mujer busca a alguien con quien poder hablar sin sentirse censurada. No quiere un hombre que le dé soluciones a todo. La mayoría de las veces, las soluciones las conoce. Quiere a alguien con el que expresar emociones, decir que está cansada, que está triste... y que simplemente le dé un abrazo y le diga "te entiendo, si es que llevas todo para adelante". La mujer no necesita oír: "Pues organízate mejor, pues deja de hacer cosas que nadie te pide". Este tipo de comentarios suenan a reproches y a órdenes. Lo que necesita es comprensión. Olvídate de la UTILIDAD de la conversación, solo tienes que compartir EMOCIONES, de seguridad, apoyo y protección. Porque a pesar de que la mujer ahora puede con todo y está preparada para todo, le ENCANTA PODER COBIJARSE EN TI, EN TU REGAZO, SABER QUE ESTÁS AHÍ, NECESITA TU TERNURA Y TU PROTECCIÓN. Y al revés también, tú también necesitas todo esto de ella.
2. Que hables de emociones. Cómo te sientes, qué te gusta, qué te preocupa, a qué le tienes miedo. Toda la información íntima que compartes con ella, afianza la relación y os une. Las relaciones profundas tienen en común el conocimiento del otro, pero solo si el otro permite ese conocimiento de sí mismo. Si no estás acostumbrado a hacerlo, piensa que todo lo que hacemos por primera vez lleva un poco de torpeza, pero seguro que tu mujer te ayudará. La mujer es especialista en expresar lo que siente.
3. Tu mujer busca ternura espontánea. Que le des un beso sin que te lo pida, que la mires con dulzura y le digas que está preciosa, que la cojas de la mano cuando paseas con ella, a pesar de que lleves veinte años a su lado.
4. Necesita que seas FUERTE. Aunque ya hemos salido de las cavernas, la protección masculina sigue estando en los genes, sobre todo en tareas en las que se siente complacida y atendida. No dejes que cargue con las bolsas de la compra, ábrele educadamente la puerta, cédele el paso cuando vas con ella por la calle. Que la mujer sea capaz de trabajar a la par que tú, no significa que no le guste este tipo de detalles. Y no lo confundamos con el machismo. Educación y machismo no tienen nada que ver. Y vuelvo a decir, no generalicemos. Si tu mujer te dice que le da igual que pases tú primero por la puerta, pues genial. Estas directrices son las que la mayoría de las mujeres expresan. La mayoría no son todas.
5. Que seas divertido y tengas sentido del humor. El cansancio y el trabajo no puede ser algo que te marchite y amargue. Tu casa es otro territorio. Trata, al entrar por la puerta, de poner tu mejor cara, de besar, acariciar a la familia. Apaga la tele y estate receptivo a lo que te cuentan, ríete con lo las historietas de los niños sobre el cole. Trae optimismo y alegría a tu casa.
En tu labor como superpadre...
1. A las mujeres les parecen superatractivos los padres que se involucran en la educación de sus hijos, que juegan con ellos, que mantienen conversaciones sobre qué les inquieta, qué esperan de la vida, que les hacen carantoñas y realizan actividades a solas con ellos.
2. Pero lo más atractivo, es que salga de ti. No esperes a que te digan "baña al niño", "prepara el biberón". Intenta que salga de ti, ten iniciativa, de verdad que la sorprenderás.
3. "Quíta alguna vez a los niños del medio"... Permite que tu mujer tenga un poco de tiempo para ella, haz y di algo como "me llevo a los niños a hacer la compra y te duchas tú tranquila". Este tipo de detalles son muy de agradecer, le das un poco de vida, de aire y de intimidad.
Y en las aéreas domésticas...
1. Ten iniciativa. La lista de la compra la puedes confeccionar tú, no esperes que ella la escriba para ir a comprar y encima sentirte super ÚTIL en casa porque has ido al súper. Que salga de ti lo que hay que hacer.
2. Haz tú el reparto de las tareas, organiza el día que se va a dedicar a limpiar, aunque a ella le parezca equivocado tu planteamiento. Aquí lo que importa es la iniciativa, querer participar por igual. Tener una conducta proactiva en lugar de esperar a que te manden. La mujer odia tener un hijo más por marido, al que decirle que recoja, que hay que quitar el lavavajillas, que hay que recoger ropa, etc. Les basta con sus hijos como para tener que cuidar a otro más.
Recuerda que la pareja tiene que ir a la par, que hay que aportar por igual. Que si la mujer siente que tira de todo, decidirá un día quitarse lastre. Y no serán los hijos a los que deje en el camino, sino a ti. El amor no solo se mantiene cuando decimos "qué lindos ojos tienes", sino cuando tienes la sensación de que compartes tu vida con un compañero, con un amigo, con un amante apasionado, con un padrazo, ese hombre al que admiras por lo que es y por cómo te trata. Dejarás de ser alguien atractivo para ella si te acomodas en el sillón, si das por sentado que ya tienes matrimonio para toda la vida y si dejas de ser atento. Ánimo, tienes mucho que ganar y nada que perder.
Por Patricia Ramírez, psicóloga del deporte y conferenciante
Leído en: http://www.huffingtonpost.es/patricia-ramirez/breve-guia-de-lo-que-las-_b_2514132.html
En la diana...
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