Una multinacional británica no está satisfecha con el lenguaje que utiliza alguno de sus empleados en España. Se han enterado de la frecuencia de los tacos en las conversaciones de la empresa y esto les ha llevado a emprender una cruzada de limpieza lingüística. Para ello, Mr. Adamson, que es el responsable de la comunicación Interna, ha enviado "a la plantilla española" un Decálogo en contra del uso del lenguaje impropio, que tenemos en nuestras manos y que deice así:
Ha llegado a nuestro conocimiento que nuestra plantilla en España utiliza de forma habitual un lenguaje inapropiado y ofensivo. Esta conducta, además de violar la política de la Empresa es totalmente antiprofesional y ofensiva para nuestros visitantes. Toda la plantilla deberá cumplir de forma inmediata las siguientes normas:
1. Palabras como "coño", "carajo" y expresiones semejantes no deben utilizarse para enfatizar, aunque la discusión sea agitada.
2. No debe decirse "la cagó" cuando alguien comete un error, ni "la está cagando" al ver que alguien está siendo reprendido, ni "qué cagada" cuando se comete un error importante. Todas las palabras derivadas del verbo "cagar" son inapropiadas en nuestra organización.
3. Ningún responsable, jefe de sección o administrador, bajo ninguna circunstancia podrá ser calificado como "hijo de la gran puta", "el muy cabrón" ni "el comemierda".
4. La carencia de determinación no debe ser calificada de "falta de huevos" ni "mariconería"; tampoco a las personas con falta de iniciativa podrán denominarlas "capullo" ni "acojonado".
5. Las ideas insólitas o creativas de altos directivos no deben ser calificadas de "pajas mentales".
6. Si una persona es persistente no debe decir de él "cómo jode" o señalar que "está jodido" si alguien atraviesa una situación difícil. Y no debe decirse "qué jodienda" cada vez que un asunto se complica.
7. Cuando un empleado quiere que se le deje trabajar no se debe decir "vete al carajo" ni "vete a tomar por el culo"; tampoco debe sustituir "¿puedo ayudarte en algo?" por un "qué coño quieres".
8. Bajo ninguna circunstancia deberá un empleado referirse a uno de nuestros socios veteranos como "los viejos gilipollas".
9. Ningún incremento salarial debe traducirse o calificarse como "subida de mierda".
10. Y por último y no por ello menos importante, tras leer esta circular no debe decirse "me voy a limpiar el culo con ella". Mantenga limpia la Empresa. Utilice las papeleras.
Al recibir esta comunicación interna en la Oficina de Madrid todos han llegado a la misma conclusión: Mr. Adamson no está simplemente enfadado, sino que "tiene un cabreo de cojones".
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