La subida prevista del IVA es algo
increíble, no solo por lo que significa de retorcimiento e incumplimiento del
programa electoral del PP, sino por las razones dadas por el ministro Cristóbal
Montoro, capaz de decir las cosas más tremendas sin que se le mueva un pelo de
la cabeza (del poco que le queda). Una cara de hormigón armado es lo que tiene.
El encargado de la recaudación y la inspección fiscal tiene el cuajo de
reconocer que hay un fraude gigantesco y para solucionarlo no mete en la cárcel
a los infractores, no, sino que prefiere que todos los españoles paguemos su
desidia e incompetencia para acabar con la economía sumergida. Así que para
compensar la baja recaudación se sube el impuesto, con lo que a la vista de la
incapacidad de las autoridades pertinentes para frenar el fraude, habrá aún más
infractores. Esto lo entiende cualquiera si no se impulsa un riguroso plan de
lucha contra la economía sumergida, pero, si este plan se hubiera puesto en
marcha no hubiera habido necesidad de subirlo. Eso sí, hay una amnistía fiscal
precisamente para esos que defraudan y que tienen el dinero negro en paraísos
fiscales o en el calcetín debajo del colchón. Hay que recordar lo que decían
estos políticos hace bien poco:
“Yo no soy como usted. (…) Le subió el IVA a la
gente y no lo llevaba en su programa (…) Yo lo que no llevo en mi programa, no
lo hago”. Eso fue lo que le dijo Rajoy a Rubalcaba en el debate electoral
celebrado en noviembre de 2011, pero el Gobierno de Rajoy se prepara para subir
el IVA en los próximos días, tal y como ha admitido el ministro de Hacienda y
Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro. El presidente lo hará a pesar de
que se había opuesto a esta medida hasta hace unas semanas y de que incumplirá
una vez más su promesa en materia fiscal y recortes sociales.
Dentro del equipo del Gobierno, Montoro siempre se
ha mostrado contrario a la subida del IVA pero ahora tiene que echar tierra de
por medio. Como coordinador de Economía del Partido Popular, de hecho, defendió
en el Pleno del Congreso en marzo de 2010 una moción contra el mantenimiento de
la subida del IVA por parte del Gobierno socialista.
La subida del IVA ha sido el incumplimiento más
recalcitrante puesto que, cuando el Ejecutivo socialista aumentó el IVA en
julio de 2010, el PP hizo del rechazo a ese aumento su principal bandera
electoralista. En marzo de 2010, Rajoy, por entonces candidato del PP a la
presidencia, convocó a la prensa tras el Comité de Dirección del PP de
Andalucía para calificar la subida del IVA de “disparate”.
En la clausura de la Convención del PP en la
Comunidad Valenciana, Rajoy aseguró que la subida del IVA se justificaba
solamente “por la inoperancia de Zapatero".
La secretaria general del Partido Popular, María
Dolores de Cospedal, llevó este asunto al Senado y protagonizó una acalorada
discusión con la entonces ministra de Economía, Elena Salgado, asegurando que
la subida de este impuesto indirecto significaba “más paro, más recesión”.
El rechazo público fue tanto que la presidenta de
la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, encabezó una rebelión
institucional. Javier Arenas,
vicesecretario territorial del PP por Andalucía, se sumó a la protesta.
Cospedal y Aguirre coincidieron en la campaña llamada "No más IVA".
¡Qué país nos están dejando estos
políticos! ¡No merecemos que nos representen! Tendría que haber leyes para que
se cumplan los programas electorales y no sean un fraude al electorado.
Mi querido e incansable amigo, me vas a obligar a retomar mi actividad periodística para poder darte la réplica. Aunque quedemos en tablas, como de costumbre. Besos.
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