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martes, 27 de octubre de 2015

Carta a mi Yo del futuro

No te imagino. Por más que lo intento soy incapaz de saber a dónde has ido a parar o qué demonios estarás haciendo. Me pregunto si habrás acabado la universidad, si estarás trabajando en lo tuyo y si al final te has tenido que ir fuera o si encontraste algo aquí, cerca de casa.

Me pregunto cómo serás, cómo te habrán tratado los años. Engordaste, ¿verdad? No, mejor no me lo digas.

Cuéntame que todavía queda mucho de mí en ti. Me gusto. Me gusto muchísimo y odiaría que me dijeras que he ido desapareciendo poco a poco, que si me hablaran de ti sería imposible creer que soy yo y que todo lo que soy ahora se perdió por el camino. Te prohíbo que eso ocurra. Me lo prohíbo aquí y ahora.

Pero, en fin, ¡cuéntame!

¿Sigues buscando a esa persona o la has encontrado ya? ¿Es tan increíble como creíamos que iba a ser? Seguro que sí. Apuesto a que te despiertas cada mañana preguntándote qué hicimos para que se enamorara de nosotros. Ya podías decirme cuánto falta más o menos para eso… así me despreocupo hasta entonces. Anda que no me ahorraría quebraderos de cabeza, ya me entiendes.

No, no pares, dime cada cosa que has vivido y cuéntame de aquello que has perdido. Háblame del mundo que me espera, de los que se han ido y de los que están por llegar. Dime quién se fue cuando te hizo falta y quién estuvo ahí en los malos momentos. Dime quién sí y quién no, incluso dime quién nunca más.

Cuéntame que sabes más, que no te has parado, que no te has limitado a mirar pasar la vida por la ventana y que te has bajado en cada estación, que has volado alto y que ya sabes por fin a qué saben las nubes.

Dime que nuestro pasado forma parte de tu presente y que cada día que te miras al espejo sigues viendo a aquel niño que un día fuimos. No le olvides a él, ni a mí. No olvides quién eres, quién somos.

No dejes que el mundo te cambie, pero no te olvides de cambiar el mundo. Nada es demasiado grande, nada está demasiado lejos. Hace mucho que aprendimos que del esfuerzo nacen las alegrías y que los caminos se acortan cuando se recorren con una sonrisa en el corazón.

Sigue haciendo lo que te haga feliz. Vive tus sueños, los cuales espero sean nuevos y que los que yo tengo ahora mismo ya los hayas vivido tiempo atrás. Cumple objetivos y luego márcate unos nuevos, como hemos hecho siempre.

Ámate. Nadie te amará nunca de la forma en la que tú mismo lo haces. Ya lo decía la abuela: “si no te quieres tú… quién te va a querer”. Si no quieres hacerme caso a mí, al menos hazle caso a ella.


No cambies, al menos no demasiado. Bueno, da igual, cambia si quieres, pero sigue siendo tú, ya me entiendes. No me pierdas por el camino. A estas alturas ya te habrás dado cuenta de que la vida no es tan larga como nos parecía al principio, así que no te olvides de dónde vienes, porque allá donde vayas yo siempre iré contigo.

Leído en: http://porescribir.com/2015/10/24/carta-a-mi-yo-del-futuro/

lunes, 26 de octubre de 2015

El Napoleón del crimen

Ayer mismo, caminando por la acera de una calle de Madrid, un niño de unos seis o siete años que iba despistado con sus padres, mirando el escaparate de una tienda, tropezó conmigo. Le acaricié la cabeza con una sonrisa, y ya iba a seguir adelante cuando escuché a su padre decirle al crío, con mucha naturalidad. «Mira por donde andas, por favor. Gracias». Y luego me dirigió una mirada de excusa. Entonces el niño, sin mirarme, dijo «perdón» y siguió su camino junto a ellos. Me quedé tan sorprendido por el suceso, por aquella reconvención paterna y la reacción del niño, del todo extraordinarias en estos tiempos, que volví la cabeza para verlos alejarse. Eran dos padres jóvenes, normales. Dos padres de infantería. Pero aquellos diez segundos junto a ellos habían hecho hermosa la mañana, y la calle parecía otra, más despejada y luminosa, y al fin continué mi paseo aún con la sonrisa en la boca, pensando que Dios o el diablo aprietan pero nunca ahogan, y que siempre hay quien se salva, y te salva. O te da esperanza. Que siempre quedan uno, o diez, o cien, justos en Sodoma. E incluso en Gomorra.

Hay días, como ayer, en los que lamento no ser millonario, como el tío Gilito o el que sea su equivalente ahora. Pero no un millonetis cualquiera, sino de verdad, a lo bestia, de ésos que pueden pagarlo todo y comprar cuanto se les pone en el morro. Un fulano con viruta suficiente para crear varios centenares, o miles, de becas para niños bien educados. Niños a los que sus padres les hayan enseñado, previamente, que las buenas maneras hacen mejor el mundo, nos hacen mejores a todos y son mecanismo clave, puerta franca para acceder a lugares y corazones. Niños, por ejemplo, como los de mi amigo Etienne de Montety, que cada vez que invitaba a cenar en su casa hacía que sus cuatro hijos, entonces de entre diez y dieciséis años, se encargaran de recibir y atender a los visitantes, cosa que hacían todos con una formalidad y una responsabilidad exquisitas. O aquel otro zagal de ocho o nueve años que una vez se me acercó con mucho aplomo junto a un bar de la Plaza Mayor y dijo: «Oiga, señor, ¿puede pedirle un vaso de agua al camarero, por favor?... Tengo sed, y como soy pequeño, puede que a mí no me haga caso».

Por eso digo que, si tuviera una pasta gansa, crearía las becas Reverte Malegra Verte. Mandaría a mis agentes por todo el mundo a buscar niños de ambos sexos bien educados, para pagar sus estudios y dedicarlos luego, cuando fuesen grandes, a la ciencia, las humanidades, la vida social y la política. Y también, de paso, gratificaría a los padres que los educaron. Financiaría el merecido bienestar de quienes les enseñaron a decir buenos días, por favor y gracias, a manejar los cubiertos, a no hablar con la boca llena, a vestirse con decoro según cada momento de la vida, a no tutear a las personas mayores, a comprender que una sonrisa, una palabra adecuada, un gesto cortés y de buena crianza, tan propios de la gente humilde como de la más afortunada, son la mejor tarjeta de visita, todavía hoy, incluso en un mundo que, como el nuestro, se va poquito a poco al carajo.

Pero eso sí. Ya metido en faena, si como dije fuera millonetis sin límite y sin tasa, también es posible que se me fuera la pinza y me diese un chungo en plan Bin Laden, o Doctor No, o profesor Moriarty -el Napoleón del crimen, enemigo de Sherlock Holmes-, y comprara una isla llena de aparatos electrónicos, misiles nucleares y Úrsulas Andress, o lo que equivalga ahora a eso; y también un gato de Angora para acariciarlo en plan canónico mientras enviaba por el mundo a mis sicarios en plan ninjas suicidas, en comandos implacables que se curraran la otra cara de la luna. Algo así como una brigada pesticida, letal, higiénica, secuestradora y exterminadora de padres de niños, e incluso de algún niño que otro -todos acaban siendo adultos- de esos groseros y maleducados que empujan en las puertas, permanecen mudos ante las palabras «buenos días», ignoran cómo se pronuncia un «por favor», tutean al lucero del alba y no han dado las gracias a nadie en su puta vida. Y ordenaría a mis esbirros especial ensañamiento y torturas refinadas tipo Fumanchú con los padres de familia que se dejan las gorras y sombreros puestos en los locales públicos, gritan al teléfono móvil, entran en calzoncillos y chanclas en los restaurantes, se hurgan la nariz y se rascan las axilas, los huevos o el chichi -seamos paritarios- mientras te empujan en el metro o el autobús. Veneno, soga y puñal, oigan. Sin piedad. Y yo reiría en mi isla, juas, juas, juas, con risa de malvado Carabel, viéndolo todo por videoconferencia, mientras acariciaba al gato.   

Arturo Pérez-Reverte en Patente de Corso
XLSemanal - 25/10/2015

http://www.perezreverte.com/articulo/patentes-corso/1049/el-napoleon-del-crimen/

domingo, 25 de octubre de 2015

Austeridad sí, derechos humanos, ya veremos

El presidente de la República de Portugal ha decidido encargar gobierno al conservador Passos Coelho, pese a estar en minoría en el Parlamento y carecer de socios en los que apoyarse. Le parece al también conservador Cavaco Silva que ese gobierno respetará los compromisos internacionales y es más estable, duradero y creíble que la coalición de izquierdas que tiene la mayoría absoluta. Cavaco da una patada al balón hacia adelante porque a él le quedan tres meses en la presidencia de la república y aboca al país, en breve, o un nuevo gobierno o a nuevas elecciones. Los campeones de la austeridad se resisten con uñas y dientes a que lleguen gobiernos que la cuestionen. Ayer vimos en Madrid a los autores de la idea y a todos sus alumnos aplaudiéndose mutuamente. Merkel, Sarkozy, Berlusconi, Donald Tusk, Durao Barroso alabaron a Rajoy.

El mismo día que supimos por la EPA que cuatro años de austeridad a ultranza dejan menos paro, sí, pero apenas más puestos de trabajo y casi todos temporales, sin resolver, además, ni el desempleo joven ni el de larga duración.

Todavía nos sorprende la unanimidad con la que los conservadores europeos aprietan las filas frente a cualquier gobierno que se atreva a cuestionar la política económica única, de Grecia a Portugal. Mientras, son capaces de tolerar divergencias internas gravísimas en el respeto a los derechos humanos. Los mismos que aplaudieron a Rajoy, habían aplaudido antes al ultra Viktor Orban, primer ministro de Hungría, que llamó a los refugiados "combatientes" y dijo que no tienen derecho a aspirar al mismo estilo de vida que los europeos.


Y nadie lo discutió. Así que Austeridad sí o sí. Derechos humanos, depende. Tiene razón Cavaco Silva, los conservadores europeos sí que forman una coalición estable y duradera.

Pepa Bueno en Hoy por Hoy
http://cadenaser.com/programa/2015/10/23/hoy_por_hoy/1445578281_055838.html?ssm=hoyxhoy1-fb

miércoles, 7 de octubre de 2015

Reflexión LIX: Moraleja sobre el trabajo

Una señora quería comprar un vestido tejido a mano y vio a una artesana que hacía un trabajo absolutamente increíble.

La señora vio que era un precio demasiado alto, por lo que se acerca a la tejedora y en un tono bastante brusco le dice: "Quiero comprar un vestido de los que usted teje, pero creo que cobra demasiado".
La artesana quedó un poco desconcertada, pero respondió: "¿Cuánto cree usted que debo cobrar?"
La señora respondió: "A ver, por el hilo, más los listones, los botones y hasta unas tijeras, yo creo que... " y le dio una cantidad.

El precio final que la señora calculó era mucho más barato que el precio original de la artesana, pero ella dijo: "Esta bien, usted recibirá su vestido en una semana".
La clienta quedó muy satisfecha de si misma y contó a todas sus amistades sobre una fabulosa oferta que había negociado.
Una semana después recibe una caja bellamente envuelta y al abrirla se da cuenta que en su interior solo esta el hilo, los botones, un listón y hasta unas tijeras. Muy enojada va en busca de la artesana: "¿Cómo pudo hacerme esto a mí? Le pedí un vestido y me envía una caja sólo con los materiales"
La tejedora tranquilamente respondió: "Mire señora, usted recibió exactamente por lo que pagó, si cree que hay algo que falte... es necesario pagar por ello".

Moraleja:
Cuando alguien nos compra un artículo hecho a mano, no sólo compran los materiales, también están comprando nuestro tiempo, esfuerzo y dedicación con la que hacemos nuestros artículos.

lunes, 5 de octubre de 2015

En este país pasan cosas raras

Si reflexionáramos un poco, veríamos que en este país pasan cosas raras. No se organiza un escándalo porque el presidente convoque elecciones para el 20 de diciembre, una decisión que hubiera levantado un tsunami en cualquier otro país, pero mucha gente se lleva las manos a la cabeza porque la alcaldesa de Madrid haya dicho que los estudiantes universitarios deberían responsabilizarse de la limpieza en sus zonas de esparcimiento, algo que en cualquier otra parte de Europa hubiera merecido una respetuosa respuesta.

No reaccionamos frente a una decisión política malintencionada, como es convocar elecciones en plena semana navideña, con clara voluntad antidemocrática de desincentivar el voto, pero decimos que Carmena tiene “ocurrencias” porque ha pensado que no sería mala idea crear un servicio voluntario para que los jóvenes estudiantes sepan también lo que es el trabajo manual.

¿Por qué no se les puede pedir a los universitarios que se organicen para recoger la basura que dejan tirada cuando hacen botellón? Es ridícula la disculpa de que no pueden hacerlo porque quitan puestos de trabajo a los barrenderos. Qué tontería: tiremos todos basura a la calle para que baje el paro. La ciudad necesita más barrenderos, sin duda, y la alcaldesa debe hacer lo posible por aumentar su número de manera significativa, pero eso no tiene nada que con que la regidora no le pueda dar una buena regañina a los universitarios que ensucian su campus ni recordarles lo que significa ser ciudadano. En 1997, un bando de Tierno Galván amonestando a los vecinos por haberse hecho desidiosos a la hora de colaborar en la limpieza de su ciudad fue acogido con afecto. Cómo han cambiado las cosas, a peor.

Hoy por Hoy
La Mirada de Soledad Gallego-Díaz
http://cadenaser.com/programa/2015/10/05/hoy_por_hoy/1444013598_395195.html?ssm=hoyxhoy1-fb

domingo, 4 de octubre de 2015

Reflexión LVIII: La ratonera

 Un ratón mirando por un agujero de la pared, ve al granjero y su esposa abrir un paquete. Quedó aterrorizado al ver que era una trampa para ratones! Fue corriendo al patio a advertirle a todos. Hay una ratonera en casa! hay una ratonera! La gallina que estaba cacareando y escarbando le dice: "disculpe señor ratón yo entiendo que es un gran problema para Usted, pero no me perjudica en nada", entonces fue hasta el cordero y le dice lo mismo: "disculpe señor ratón pero no creo poder hacer algo más que pedir por Usted en mis oraciones", el ratón se dirigió a la vaca y ella le dijo: "pero acaso estoy en peligro? pienso que no! dijo la vaca", el ratón volvió a la casa, preocupado y abatido para encarar a la ratonera del granjero.
Aquella noche se oyó un gran barullo como el de la ratonera atrapando su víctima, la mujer corrió a ver que había atrapado!!! En la oscuridad ella no vio que la ratonera atrapó la cola de una serpiente venenosa. La serpiente veloz mordió a la mujer, el granjero la llevó inmediatamente al hospital, ella volvió con fiebre alta.
El granjero para reconfortarla le preparó una nutritiva sopa, agarró el cuchillo y fue a buscar el ingrediente principal: la gallina; como la mujer no mejoró los amigos y vecinos fueron a visitarlos, el granjero mató al cordero para alimentarlos, la mujer no mejoró y murió, el esposo vendió la vaca al matadero para cubrir los gastos del funeral.
La próxima vez que alguien te cuente su problema y creas que no te afecta porque no es tuyo y no le prestes atención, piénsalo dos veces, el que no vive para servir no sirve para vivir. El mundo no anda mal por la maldad de los malos sino por la apatía de los buenos. Así que cuando alguien necesite de ti por sus problemas tiéndele la mano o dale una palabra de aliento. El mundo da muchas vueltas y nunca sabes cuándo necesitarás de los demás.
Recuerda cada mañana que nacimos para ser felices, no para ser perfectos. Los días buenos te dan FELICIDAD, los días malos te dan EXPERIENCIA, los intentos te mantienen FUERTE, las pruebas te mantienen HUMANO y las caídas te mantienen HUMILDE.