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sábado, 31 de enero de 2015

La ciencia lo confirma: Tú y tu pareja deberían dormir desnudos

Resulta que realmente tiene algo de científico el hecho de que te vayas a la cama sola y despiertes en la mañana hecha polvo. Es probable que no seamos los primeros en decirte esto -y no te ofendas- pero tienes que encontrar una pareja, al menos para dormir. Te explicamos el porqué.
 
Según la investigación colectiva de Andrea Petersen en The Wall Street Journal, dormir con un compañero en la misma cama proporciona una serie de beneficios para la salud. Y no sólo eso.
 
Algunos científicos suponen que dormir con una pareja puede ser una de las razones de por qué las personas en relaciones  tienden a ser más saludables y a vivir más que los solteros. Después de todo, compartir es lo mismo que cuidar, al menos cuando se trata de tus sábanas.
 
El dormir juntos promueve sentimientos de protección y seguridad, lo que reduce los niveles de cortisol, una hormona del estrés.
 
“Compartir una cama también puede reducir las citosinas, relacionadas con la inflamación. Y aumentar la oxitocina, la llamada hormona del amor que es conocida por aliviar la ansiedad y la cual se produce en la misma parte del cerebro que es responsable del ciclo de sueño“, sugiere el Wall Street Journal.
 
Tal vez si te sientes ansioso antes de un examen importante o una presentación, debas abrazar y acurrucarte con tu pareja.
 
La investigación también demuestra que las mujeres en relaciones estables se durmieron más rápido y se despertaron con menos frecuencia que las mujeres solteras, o aquellas cuyo estado civil cambió durante el estudio.
 
Así que si vas a abrazar a tu hombre, ¡asegúrate de apretarlo fuerte y de no dejarlo ir! O de lo contrario estarás irritable y cansada.
 
Sin embargo, la ciencia no se detiene allí. Si deseas aumentar la felicidad en tu relación, tú y tu pareja deben dormir desnudos.
 
Es bastante intuitivo. Dormir juntos y desnudos construye un sentimiento de cercanía e intimidad, que a su vez, refuerza su relación.
 
Una encuesta realizada a 1000 británicos reveló que el 57% de las parejas que dormían desnudas reportó sentirse “muy feliz” con sus relaciones, mientras que sólo el 50% de aquellos que dormían con pijama lo estaban.
 
¿La lección? Incluso si te diste un festín de comida china en la noche, no tengas miedo de quitarte el pijama.
 
Quítatelo todo.
Por  Candela Duato
Leído en: http://www.upsocl.com/mujer/la-ciencia-lo-confirma-tu-y-tu-pareja-deberian-dormir-desnudos/

viernes, 30 de enero de 2015

Reflexión LIV: El último deseo

A pocas horas en su celda, esperando ser ejecutado, pidió como último deseo papel y lápiz. Luego de escribir por varios minutos, le dijo a su custodio ¡¡Por favor, entregue esta carta a mi madre!! La carta decía así:

Madre, creo que si hubiera más justicia en este mundo, tanto tú como yo deberíamos de ser ejecutados. ¡Tú eres tan culpable como yo de mi miserable vida! ¿Te acuerdas madre, cuando llevé a la casa aquella bicicleta que le quité a otro niño igual que yo? Me ayudaste a esconderla para que mi padre no se enterara. ¿Te acuerdas madre, cuando robé el dinero de la cartera de la vecina? Fuiste conmigo al centro comercial y lo gastamos juntos. ¿Te acuerdas madre, cuando echaste a mi padre de la casa? Él sólo quiso corregirme por haber robado el examen final de mi grado y a consecuencia me expulsaron. Madre, yo era sólo un niño, luego fui adolescente y ahora un hombre mal formado. Era sólo un niño inocente que necesitaba corrección, y no consentimiento. Te perdono, y sólo te pido que le hagas llegar esta reflexión a todos los padres del mundo, que sepan que ellos son los únicos responsables de formar, a un hombre decente, o a un vulgar delincuente. Gracias madre por darme la vida y gracias también por ayudarme a perderla. Firma ¡Tu hijo, El Delincuente!

miércoles, 28 de enero de 2015

Papá soy gay

Un padre escucha a su hijo como planea contarle que tiene novio: Su padre le deja esta nota...
 
Rubén,
 
Anoche escuché la conversación que tuviste con Miguel hablando de tus planes para contarme que eres gay. Lo único que necesitas planear es traer el pan cuando salgas de clase, nosotros estamos fuera (como tú ahora).
 
He sabido que eras gay desde que tenías 6 años y te he querido desde que naciste.
 
P.D.: Tu madre y yo pensamos que Miguel y tú hacéis muy buena pareja.

martes, 27 de enero de 2015

Vivir tras una coraza

Muy pocas personas miran fijamente a los ojos cuando hablan con sus interlocutores. Debido a la falta de seguridad, o de costumbre, suelen desviar la mirada a la nariz o la boca. Sin embargo, hay quienes no saben mirar de otro modo, clavando sus ojos de forma directa, franca y honesta. Y cuando uno se encuentra con alguien que mira así, muchos se pueden sentir algo incómodos e incluso intimidados.
 
No es casualidad que a estas personas se le cuelgue el sambenito de desafiadores. Quienes van de cara por la vida suelen irradiar un aura de poder y fuerza. De hecho, suelen ser individuos que enseguida están al mando de la situación. Nadie pone en duda que son líderes natos. Y que desprenden un magnetismo de lo más seductor. Sin embargo, su liderazgo a menudo deviene en autoritarismo, en especial cuando se sienten amenazados. Es entonces cuando aflora su enorme visceralidad, arremetiendo con ­dureza y agresividad a quienes se atreven a confrontarlos.
 
Están tan acostumbrados a imponer su voluntad sobre los demás que no soportan que nadie les diga lo que tienen que hacer. Poseen madera de jefes y algún que otro rasgo de tiranos. Más que respeto, los demás les tienen miedo. No es muy recomendable cuestionar su autoritarismo. Ni mucho menos discutir o pelearse con ellos. Cuando piensan que alguien ha actuado de manera injusta, se sienten legitimados a contraatacar de forma violenta. El fuego que anida en sus entrañas tan solo necesita de una pequeña chispa para estallar en llamas, quemando todo aquello que obstaculiza su paso.
 
El justiciero que llevan dentro quienes viven a la defensiva les dota de una fuerza sobrenatural, ayudándoles a desarrollar un instinto protector al servicio de los suyos, o de aquellos que consideran más vulnerables y débiles. Y para no perder el dominio de sí mismos, tratan desesperadamente de controlar cualquier situación. Los individuos que poseen este tipo de personalidad no resultan fáciles de conocer. Viven detrás de una coraza. Cuanto más en conflicto entran con los demás, más se protegen y se encierran en sí mismos. En casos extremos terminan por aislarse de su entorno social, pudiendo llegar a vivir como ermitaños.
 
Una historia refleja la clave para deshacerse de esa protección excesiva. Un viejo pescador vivía completamente solo en una playa alejada del pueblo. Harto de discusiones, conflictos y peleas, llevaba años sin relacionarse con nadie. Se había convertido en un hombre frío y distante, que pasaba los días leyendo y pescando. Un día salió a navegar con su pequeña barca en alta mar. De pronto apareció un bote que chocó frontalmente contra el del pescador. Este se pegó tal susto que dio un salto y cayó directamente al agua.
 
Mientras nadaba para volver a subir a su barca, empezó a maldecir al tripulante del otro bote. “¡Pero ¿Cómo has podido chocar contra mí?! ¡Con lo grande que es el mar! ¡Maldito seas! ¡Ya verás como te coja!”. Al conseguir sentarse y recuperar la compostura se dio cuenta de que allí no había nadie más. Era un bote a la deriva. El viejo pescador estaba empapado, rabioso y sin nadie a quien culpar. De pronto, por primera vez en mucho tiempo, emitió una enorme carcajada. Algo en su interior hizo clic. Y esa misma tarde se dejó caer por el bar del pueblo.
 
Para que estos desafiadores bajen la guardia es fundamental que comprendan las ­motivaciones ocultas que les llevaron a tomar el escudo y a desenfundar la espada en primer lugar. Por más que les moleste reconocerlo, son como los cangrejos: muy duros por ­fuera y extremadamente blanditos por dentro. Su apariencia hostil y fuerte no es más que una fachada, un mecanismo de ­defensa que han desarrollado desde niños para que nadie vuelva a hacerles daño. Y también para tratar de que nada, ni nadie, pueda dominarlos.
 
Quienes viven tras una coraza comparten un mismo tipo de recuerdo. En muchos casos, algo sucedió cuando todavía eran niños inocentes e indefensos. Tal vez un cambio de colegio. Una separación de los padres. Un accidente. Abusos y maltratos de cualquier tipo, o la muerte de un ser querido. No importa tanto el qué, sino cómo interpretó el suceso la persona que lo vivió. A raíz de afrontar alguna situación adversa suele tomar conciencia –siendo todavía muy niño– de que el mundo es un lugar amenazante, injusto y violento, donde solo los fuertes y los duros consiguen sobrevivir.
 
Esa es precisamente su herida. La que nace de haber conectado con su propia vulnerabilidad. Al negar y condenar esta debilidad, esa persona empieza a construir, ladrillo a ladrillo, una muralla que lo proteja de volver a sufrir. Paradójicamente, al vivir a la defensiva, con el tiempo se convierten en adultos controladores y dominantes. Y también hiperreactivos. Es decir, que están a la que saltan. Por eso suelen mostrarse tan agresivos y cosechan multitud de conflictos.
 
Los problemas derivados de este tipo de actitud van más allá. Una vez cesa la lucha, estas personas tienden a culpar a los demás por el sufrimiento que han experimentado. Y al hacerlo, se sienten legitimados para castigar a sus supuestos agresores. Pueden llegar incluso a vengarse de ellos de forma cruel. Al mismo tiempo también se culpan a sí mismos del sufrimiento que consideran que han causado a los demás. Es entonces cuando, en un intento desesperado por redimirse, pueden llegar a hacerse daño a sí mismos, tanto física como emocionalmente.
 
Llegados a este punto, cabe diferenciar entre el dolor físico y el sufrimiento emocional. Es cierto que tenemos el poder de matarnos unos a otros. Pero nadie nos ha hecho sufrir sin nuestro consentimiento. Los demás pueden tomar decisiones que nos perjudican directamente, o comportarse de una forma con la que no estamos de acuerdo. Pueden incluso insultarnos a la cara. Pero analizamos estas situaciones detenidamente, nos damos cuenta de que lo que sentimos no tiene tanto que ver con lo que ha sucedido, sino con nuestra interpretación de los hechos.
 
El punto de inflexión en la vida de quienes viven detrás de una coraza llega el día en que empiezan a cuestionar una creencia tan falsa como limitante: “Los demás son la causa de mi sufrimiento”. Es entonces cuando comprenden que el poder –el de verdad– no consiste en vivir a la defensiva o tratar de controlar, sino en ser verdaderamente dueños de sí mismos. Para lograrlo, han de dejar de ser reactivos para empezar a cultivar la responsabilidad. Es decir, deben aprender el arte de responder de forma proactiva frente a cada situación adversa y cada persona conflictiva con la que se cruzan.
 
La culpa existe en una sociedad victimista, una que condena el hecho de que las personas necesitemos cometer errores para evolucionar. Por ello, el gran aprendizaje vital de estos desafiadores pasa por perdonarse a sí mismos por los errores cometidos en el pasado, lo que les permitirá liberarse del sentimiento de culpa que cargan a sus espaldas. Ese es precisamente el significado de la palabra “inocencia”: el estado del alma libre de culpa. Solo así pueden perdonar a quienes consideran que les agredieron: llegando a comprender que, más que maldad, el motor de los errores de los demás fue la ignorancia y la inconsciencia. Vivir sin coraza implica aceptar y sentir la propia vulnerabilidad. Esta es la auténtica fortaleza.

lunes, 26 de enero de 2015

Esas jóvenes hijas de puta

Supongo que a muchos se les habrá olvidado ya, si es que se enteraron. Por eso voy a hacer de aguafiestas, y recordarlo. Entre otras cosas, y más a menudo que muchas, el ser humano es cruel y es cobarde. Pero, por razones de conveniencia, tiene memoria flaca y sólo se acuerda de su propia crueldad y su cobardía cuando le interesa. Quizá debido a eso, la palabra remordimiento es de las menos complacientes que el hombre conoce, cuando la conoce. De las menos compatibles con su egoísmo y su bajeza moral. Por eso es la que menos consulta en el diccionario. La que menos utiliza. La que menos pronuncia.
Hace dos años, Carla Díaz Magnien, una adolescente desesperada, acosada de manera infame por dos compañeras de clase, se suicidó tirándose por un acantilado en Gijón. Y hace ahora unas semanas, un juez condenó a las dos acosadoras a la estúpida pena -no por estupidez del juez, que ahí no me meto, sino de las leyes vigentes en este disparatado país- de cuatro meses de trabajos socioeducativos. Ésas son todas las plumas que ambas pájaras dejan en este episodio. Detrás, una chica muerta, una familia destrozada, una madre enloquecida por el dolor y la injusticia, y unos vecinos, colegio y sociedad que, como de costumbre, tras las condolencias de oficio, dejan atrás el asunto y siguen tranquilos su vida.
 
Pero hagan el favor. Vuelvan ustedes atrás y piensen. Imaginen. Una chiquilla de catorce años, antipática para algunas compañeras, a la que insultaban a diario utilizando su estrabismo -«Carla, topacio, un ojo para acá y otro para el espacio»-, a la que alguna vez obligaron a refugiarse en los baños para escapar de agresiones, a la que llamaban bollera, a la que amenazaban con esa falta de piedad que ciertos hijos e hijas de la grandísima puta, a la espera de madurar en esplendorosos adultos, desarrollan ya desde bien jovencitos. Desde niños. Que se lo pregunten, si no, a los miles de homosexuales que todavía, pese al buen rollo que todos tenemos ahora, o decimos tener, aún sufren desprecio y acoso en el colegio. O a los gorditos, a los torpes, a los tímidos, a los cuatro ojos que no tienen los medios o la entereza de hacerse respetar a hostia limpia. Y a eso, claro, a la crueldad de las que oficiaron de verdugos, añadamos la actitud miserable del resto: la cobardía, el lavarse las manos. La indiferencia de los compañeros de clase, testigos del acoso pero dejando -anuncio de los muy miserables ciudadanos que serán en el futuro- que las cosas siguieran su curso. El silencio de los borregos, o las borregas, que nunca consideran la tragedia asunto suyo, a menos que les toque a ellos. Y el colegio, claro. Esos dignos profesores, resultado directo de la sociedad disparatada en la que vivimos, cuya escarmentada vocación consiste en pasar inadvertidos, no meterse en problemas con los padres y cobrar a fin de mes. Los que vieron lo que ocurría y miraron a otro lado, argumentando lo de siempre: «Son cosas de crías». Líos de niñas. Y mientras, Carla, pidiendo a su hermana mayor que la acompañara a la puerta del colegio. La pobre. Para protegerla.
 
Faltaba, claro, el Gólgota de las redes sociales. El territorio donde toda vileza, toda ruindad, tiene su asiento impune. Allí, la crucifixión de Carla fue completa. Insultos, calumnias, coro de divertidos tuiteros que, como tiburones, acudieron al olor de la sangre. Más bromas, más mofas. Más ojos bizcos, más bollera. Y los que sabían, y los que no saben, que son la mayor parte, pero se lo pasan de cine con la masacre, riendo a costa del asunto. La habitual risa de las ratas. Hasta que, incapaz de soportarlo, con el mundo encima, tal como puede caerte cuando tienes catorce años, Carla no pudo más, caminó hasta el borde de un acantilado y se arrojó por él.
Ignoro cómo fue la reacción posterior en su colegio. Imagino, como siempre, a las compis de clase abrazadas entre lágrimas como en las series de televisión, cosa que les encanta, haciéndose fotos con los móviles mientras pondrían mensajitos en plan Carla no te olvidamos, y muñequitos de peluche, y velas encendidas y flores, y todas esas gilipolleces con las que despedimos, barato, a los infelices a quienes suelen despachar nuestra cobardía, envidia, incompetencia, crueldad, desidia o estupidez. Pero, en fin. Ya que hay sentencia de por medio, espero que, con ella en la mano, la madre de Carla le saque ahora, por vía judicial, los tuétanos a ese colegio miserable que fue cómplice pasivo de la canallada cometida con su hija. Porque al final, ni escozores ni arrepentimientos ni gaitas en vinagre. En este mundo de mierda, lo único que de verdad duele, de verdad castiga, de verdad remuerde, es que te saquen la pasta.
 
Arturo Pérez-Reverte para XL Semanal

domingo, 25 de enero de 2015

Mamá también llora. Carta abierta a padres y educadores.

- Mamá, ¿Qué te pasa? ¿Estás llorando?
- No, cariño, es que se me ha metido una motita de polvo en el ojo…
Vivimos en un mundo en el que, ser los primeros, es lo más importante. Examinan a nuestros hijos continuamente y ellos sólo buscan el sobresaliente. Se les prepara para afrontar el éxito, para celebrar los triunfos. Se les repite hasta la saciedad: “No llores. Tienes que ser fuerte. ¡Eres el mejor!”
Hace unos días, me echaba las manos a la cabeza cuando una amiga me comentaba que en el colegio de su hijo hacían olimpiadas de matemáticas con cronómetro en mano y frente a un tribunal; olimpiadas de ciencias, olimpiadas de deletrear y todo ello con niños de apenas 7-8 años. ¿Pero estamos locos o qué?
 
Por supuesto, el único ganador era el primero…los 25 niños restantes de la clase se veían como perdedores.
¿Qué está pasando? Invertimos años en preparar a nuestros hijos para el éxito y no nos damos cuenta que la vida está llena fracasos, de decepciones, de pequeños y de grandes obstáculos, de momentos de tristeza, de duelo, de soledad. ¿Y eso es signo de debilidad de la especie humana? No; es la vida.
 
¿De verdad pensáis que los niños de hoy en día están preparados para afrontar dificultades? ¿Es casualidad que pediatras, psicólogos y psiquiatras infantiles cada vez tengamos más casos de depresión infantil y de ansiedad? ¿En qué cabeza cabe que un niño de 9 años se le diagnostique de Depresión o de Trastorno de Ansiedad Generalizada teniéndolo todo, supuestamente, a su alcance? Es evidente que algo no estamos haciendo bien.
 
Con perdón, me importa un pimiento que mi hijo sea el más rápido en cálculo mental. Lo que no consiento es que se venga abajo por ser el segundo, el tercero o incluso, porque no haya sido seleccionado entre los 10 primeros.
 
Lo que de verdad me importa, lo que me quita el sueño, en lo que invierto toda mi energía y esfuerzo, es en desarrollar su inteligencia emocional.
 
Lucho por que sea generoso, porque la empatía sea su  punto fuerte. Me desvivo porque muestre sus emociones, porque me hable de sus debilidades, porque él mismo, encuentre soluciones a sus problemas. Peleo a diario por hacer de ellos personas autosuficientes emocionalmente. No pasa nada por no ser el primero de clase si te has esforzado al máximo.
 
Premio el esfuerzo, la entrega, la generosidad, la lealtad, la lucha y la solidaridad. Esos son los valores vitales, los valores de vida.
 
¿Quién les prepara para el fracaso, para la decepción, para el desengaño? ¿Lo habéis pensado alguna vez?
 
La sociedad recibe con los brazos abiertos a los triunfadores, les prepara para los aplausos. Yo prefiero preparar a mis hijos para las dificultades; fortalecer su autoestima, su capacidad resolutiva, su positivismo, su espíritu de lucha. ¿Por qué valoramos tanto el éxito? Porque antes hemos pasado por un camino más o menos angosto de lucha ¿o no?
 
No somos máquinas. Nosotros, los padres, no lo somos, lo sabéis muy bien. No pretendas entonces que tu hijo lo sea.
 
No quiero que mis hijos piensen que su madre es una superwoman, siempre preparada, siempre lista para todo, siempre cantarina y perfecta. ¿Ese es el ejemplo que quiero que sigan? Y si con el paso de los años van encontrando dificultades a lo largo de sus vidas ¿Qué pensarán? “Yo no he sido capaz… Mamá se decepcionaría…No puedo mostrar debilidad. Mi madre siempre ha sido tan fuerte”
 
Bueno, hijos- les he dicho a mis niños en alguna ocasión- Mamá no es perfecta. Mamá también se equivoca y cuando lo hace, rectifica y pide perdón. Mamá, como todo el mundo, llora cuando está triste. Esto que ves, no es una motita de polvo en el ojo; son lágrimas, cariño”
 
Quiero que mis hijos vean que su madre es de carne y hueso. Que no se avergüenza por llorar o por estar un poquito triste en circunstancias puntuales, que no se esconde.
 
Quiero que lo vivan como algo natural… porque cuando a ellos les ocurra se acordarán de mí y lo asumirán como normal. Aceptarán su estado de ánimo y sacarán la fuerza necesaria para superar todo lo que obstaculice el camino hacia su felicidad.
 
Los hijos no necesitan súper-padres, ni dioses; les da igual que su papá sea médico, abogado, camarero o que esté en el paro. Los hijos quieren un padre y una madre que estén a su lado, que jueguen con ellos, que les expliquen las cosas, que les cuenten historias…que hablen su mismo lenguaje. No quieren que les colmemos de regalos materiales; es mucho más sencillo: sólo quieren tiempo junto a nosotros.
 
Los niños deben vernos como seres humanos, no como superhéroes, para eso ya tienen las películas. Si te equivocas con tu hijo, no pasa nada, pídele perdón:“Perdona cariño, me he equivocado. ¿Me perdonas? ¿Empezamos de nuevo?”
 
¿Sabes lo que supone para un hijo que sea el padre o la madre el que le diga eso? No hay mejor ejemplo.
 
No le des tantas órdenes a tu hijo, no le llenes de reglas. Empieza tú. Elogia su buena conducta con besos, con abrazos, con mucho, mucho cariño. No le premies con excesivos juguetes. Si se ha equivocado, dale la oportunidad de rectificar “Yo también me equivoco, cielo. Vamos a intentarlo de nuevo”.
 
Enseña a tus hijos a disfrutar de los placeres sencillos, en ellos está la verdadera felicidad. Suelo jugar a mis hijos a un juego que les divierte mucho en la mesa. “Que suerte tengo..”- lo he llamado.
 
Empiezo yo: “Que suerte tengo que hoy no trabajo y estoy aquí con vosotros desayunando”.
 
Mi hijo: “Que suerte tengo que mamá hoy me viene a buscar al cole y no cogeré el autobús”.
 
Mi hija: “Que suerte tengo que me ha tocado la tostada más grande”… Siempre terminamos riéndonos a carcajadas.
 
Cuéntales historias. Historias reales, de tu trabajo, de tu día a día. Estimula su imaginación, su creatividad, su empatía… Emociónate con ellos. Comparte aquellos vídeos que veas por internet que te hayan llegado hondo. Explícaselos y responde a todas sus preguntas. ¡Te sorprenderás con lo que se les ocurre!
 
Anímales a que sean emprendedores. A que no tengan miedo a equivocarse, sino a no intentarlo. A rectificar si van por el camino equivocado. A levantarse ellos solos si se caen. A pedir perdón y a aceptarlo también. Contra la frustración: la perseverancia, la constancia.
 
Y recuerda que educar no es repetir siempre las mismas palabras; educar es enseñarles a soñar, a probar, a crear, a luchar y a creer en ellos mismos.

jueves, 22 de enero de 2015

Los 8 libros que toda persona que se crea inteligente debería haber leído

Hay libros que nos entretienen, libros que nos consuelan y libros que nos emocionan. La mayoría, además, nos enseña algo, pero son pocos los libros que marcan un antes y un después en nuestro desarrollo intelectual, y esos quedan grabados a fuego en nuestra cabezas.
 
Todo lector puede nombrar enseguida un puñado de libros que cambiaron para siempre su forma de ver el mundo, pero sólo unos pocos volúmenes tienen el honor de haber marcado a gran parte de la humanidad.
 
“¿Qué libros deberían leerse todas las personas inteligentes del planeta?”. Es la pregunta que un usuario de Ask Reddit preguntó en el conocido foro y que fue contestada, nada más y nada menos, que por Neil deGrasse Tyson, astrofísico, escritor y uno de los divulgadores científicos más reputados de Estados Unidos.
Para deGrasse, que es considerado por muchos como el más digno seguidor de Carl Sagan, hay ocho libros que se deben leer para entender la mayoría de las cosas que han impulsado la historia del mundo occidental. La lista es, claro está, subjetiva y anglocéntrica –y la ausencia de Marx será imperdonable para muchos–, pero es cierto que estos ocho libros son imprescindibles para entender el mundo que nos rodea (para lo bueno y para lo malo). Y, además, todos están libres de derechos y sus respectivas versiones electrónicas son gratuitas.
 
1. La Biblia (900 a. C. - 100 d. C)
 
No podía faltar en la lista el libro más vendido y más traducido de todos los tiempos, cuya lectura es imprescindible, según deGrasse, “para aprender que es más fácil que otros te digan qué pensar y qué creer que pensar por uno mismo”.
 
2. El sistema del mundo, de Isaac Newton (1687)
 
El tercer libro de los Principia de Newton, que lleva por título De mundi systemate (“El sistema del mundo”) expone las consecuencias del principio de gravitación universal, sobre todo en lo que respecta a la astronomía. Para deGrasse su lectura es fundamental “para entender que el universo es un lugar que podemos conocer”.
 
3. El origen de las especies, de Charles Darwin (1859)
 
El origen de las especies de Darwin es quizás el libro de divulgación científica más importante de la historia. El naturalista inglés sabía muy bien el impacto que podía tener su teoría de la evolución, en la medida en que cuestionaba todas las convicciones religiosas, y es por ello por lo que decidió escribir un libro en el que explicara sus hallazgos al gran público. Para deGrasse, su lectura es obligatoria “para conocer nuestro parentesco con el resto de formas de vida de la Tierra”.
 
4. Los viajes de Gulliver, de Jonathan Swift (1726)
 
Aunque con frecuencia se considera un libro infantil, Los viajes de Gulliver es en realidad una de las primeras novelas satíricas de la historia, que ataca con ferocidad la sociedad de su tiempo, así como las miserias universales de la condición humana. Swift trabajaba como secretario del famoso político inglés sir William Temple, lo que le permitió conocer de cerca los entresijos de las altas instituciones del Estado. Para deGrasse su lectura nos ayuda “a aprender, entre otras lecciones satíricas, que la mayor parte del tiempo los humanos somos unos patanes”.
 
5. La edad de la razón, de Thomas Paine (1794)
 
El revolucionario estadounidense Thomas Paine fue uno de los padres de la primera democracia constitucional del mundo y uno de los primeros intelectuales que crítico la religión institucionalizada y la infalibilidad bíblica. La edad de la razón es, quizás, el más importante texto deísta, esto es, la postura filosófica que acepta el conocimiento de la existencia y la naturaleza de Dios a través de la razón y la experiencia personal. Para deGrasse su lectura es imprescindible para “aprender cómo el poder del pensamiento racional es la fuente primaria de libertad en el mundo”.
 
6. La riqueza de las naciones, de Adam Smith (1776)
 
Es difícil comprender el mundo en el que vivimos sin leer el libro fundacional del capitalismo y, por tanto, la obra que sentó las bases del sistema económico en el que casi todos vivimos, queramos o no. Para deGrasse su lectura es obligatoria “para aprender que el capitalismo es una economía de la codicia, una fuerza natural en sí misma”.
 
7. El arte de la guerra, de Sun Tzu (IV a. C.)
 
El libro más antiguo del listado es, además, el único escrito en el lejano Oriente. El conocido volumen versa sobre tácticas y estrategias militares, y ha sido tradicionalmente lectura obligada en las academias del ejército, pero de un tiempo a esta parte se considera un manual muy útil para resolver conflictos e implementar tácticas en el ámbito empresarial. Para deGrasse su lectura es obligada “para aprender que el acto de matar a otros seres humanos puede ser elevado a un arte”.
 
8. El príncipe, de Maquiavelo (1513)
 
Nicolás Maquiavelo escribió su famoso tratado de teoría política mientras cumplía condena en prisión por haber conspirado en contra de los Médici. Su objetivo era mostrar cómo los príncipes deben gobernar sus países para conservar exitosamente su poder (sin importar que su gobierno sea justo y moralmente aceptable). Para deGrasse toda persona inteligente debe leer este libro “para aprender que la gente que no tiene el poder hará todo lo posible por adquirirlo y la gente que lo tiene hará todo lo posible por mantenerlo”.
 
Leído en: http://www.elconfidencial.com/alma-corazon-vida/2015-01-05/los-8-libros-que-toda-persona-que-se-crea-inteligente-deberia-haber-leido_614280/?utm_source=dlvr.it&utm_medium=facebook

miércoles, 21 de enero de 2015

Reflexión LIII: Felicidad y experiencia


Un día decidí darme por vencido…renuncié a mi trabajo, a mi relación, a mi vida. Fui al bosque para hablar con un anciano que decían era muy sabio.
-¿Podría darme una buena razón para no darme por vencido? Le pregunté.
-Mira a tu alrededor, me respondió, ¿Ves el helecho y el bambú?...
-Sí, respondí.
-Cuando sembré las semillas del helecho y el bambú, las cuidé muy bien. El helecho rápidamente creció. Su verde brillante cubría el suelo. Pero nada salió de la semilla de bambú. Sin embargo no renuncié al bambú.
-En el segundo año el helecho creció más brillante y abundante y nuevamente, nada creció de la semilla de bambú. Pero no renuncié al bambú.
-En el tercer año, aún nada brotó de la semilla de bambú. Pero no renuncié al bambú.
-En el cuarto año, nuevamente, nada salió de la semilla de bambú. Pero no renuncié al bambú.
-En el quinto año un pequeño brote de bambú se asomó en la tierra. En comparación con el helecho era aparentemente muy pequeño e insignificante.
-El sexto año, el bambú creció más de 20 metros de altura. Se había pasado cinco años echando raíces que lo sostuvieran. Aquellas raíces lo hicieron fuerte y le dieron lo que necesitaba para sobrevivir.
-¿Sabías que todo este tiempo que has estado luchando, realmente has estado echando raíces? Le dijo el anciano y continuó…
-El bambú tiene un propósito diferente al del helecho, sin embargo, ambos son necesarios y hacen del bosque un lugar hermoso.
-Nunca te arrepientas de un día en tu vida. Los buenos días te dan felicidad. Los malos días te dan experiencia. Ambos son esenciales para la vida, le dijo el anciano y continuó…
-La felicidad te mantiene dulce. Los intentos te mantienen fuerte. Las penas te mantienen humano. Las caídas te mantienen humilde. El éxito te mantiene brillante…

Si no consigues lo que anhelas, no desesperes… quizá sólo estés echando raíces…

lunes, 19 de enero de 2015

Reflexión LII: La adversidad

Había una vez una hija que a menudo se quejaba a su padre acerca de su vida y cómo las cosas le resultaban tan difíciles. No sabía como hacer para seguir adelante y creía que se daría por vencida. Estaba cansada de luchar. Parecía que cuando solucionaba un problema, aparecía otro.
 
Su padre, un chef de cocina, la llevó a su lugar de trabajo. Allí llenó tres ollas con agua y las colocó sobre fuego fuerte. Pronto el agua de las tres ollas estaba hirviendo. En una colocó zanahorias, en otra colocó huevos y en la última colocó granos de café.
Las dejó hervir sin decir palabra. La hija esperó impacientemente, preguntándose que estaría haciendo su padre. A los veinte minutos el padre apagó el fuego. Sacó la zanahorias y las puso en un tazón. Sacó los huevos y los puso en otro tazón. Sacó el café y lo puso en un tercer tazón.
 
Mirando a su hija le dijo: “Querida ¿Qué ves?”, “Zanahorias, huevos y café”- fue su respuesta.
Entonces la hizo acercarse y le pidió que tocara las zanahorias. Ella lo hizo y notó que estaban blandas.
Luego le pidió que tomara un huevo y lo rompiera… Luego de sacarle la cáscara observó que estaba duro.
Luego le pidió que probara el café. Ella sonrió mientras disfrutaba de su rico aroma.
Humildemente la hija preguntó: “¿Qué significa esto, padre?”
Él le explicó que los tres elementos habían enfrentado la misma adversidad: agua hirviendo, pero habían reaccionado en forma diferente.
La zanahoria llegó al agua, fuerte, dura… pero después de pasar por el agua hirviendo se había vuelto débil, fácil de deshacer.
El huevo había llegado al agua frágil. Su cáscara fina protegía su interior líquido. Pero después de estar en agua hirviendo, su interior se había endurecido…
Los granos de café sin embargo eran únicos. Después de estar en agua hirviendo, habían cambiado el agua.
“¿Cuál eres tú?”, le preguntó a su hija. “Cuando la adversidad llama a tu puerta ¿Cómo respondes? ¿Eres una zanahoria, un huevo o un grano de café?”

domingo, 18 de enero de 2015

7 trucos que siguen las tiendas para que gastes más dinero

Ir a la compra es la guerra, ellos luchan porque te gastes más y tu por ahorrar lo máximo, en esta guerra lo mejor es conocer al enemigo, veamos sus técnicas.Colocan los productos más caros a la altura de los ojos
Los lugares en los que cada producto está situado en las tiendas no es mera coincidencia, todo está muy pensado. Los productos que más les interesan vender, que suelen ser los menos económicos, se encuentran en las estanterías que están a la altura de los ojos.

Busca lo que quieres en estantes que estén más bajos, ya que ahí es donde suele situarse los productos con mejores precios.
Esconden los estantes con productos rebajados
Cuando planeas entrar a una tienda a hacer una compra rápida, lo que debes hacer siempre es irte al final de la tienda, ya que es ahí donde se encuentran las ofertas y los artículos rebajados. Los vendedores te posibilitarán conseguir artículos con buenas ofertas pero no te facilitarán la labor de encontrarlas.
Las ofertas de compra una y te regalamos otra gratis o los packs de artículos
Estas ofertas nos suelen parecer muy atractivas. ¿Cómo podemos resistirnos a comprar un artículo que nos regala otros gratis? Sin embargo, es necesario estudiar estas ofertas y ver si realmente necesitamos el artículo o no. Si nos ofrecen un pack de por ejemplo 3 bolsas de patatas fritas por el precio de dos, es cierto que ahorraremos más dinero que si compráramos las 3 bolsas por separado, sin embargo, si no necesitamos estas bolsas, desde luego ahorraremos más no comprando ninguna que comprando por el precio de dos.

Compra 3 artículos por 10 euros

Este tipo de ofertas, aunque los productos realmente por separado valgan más que en conjunto, no suele ser rentable cogerlas. Lo que queremos es gastar poco y es complicado que en un pack de varios artículos realmente necesitemos los que vienen, por lo que finalmente acabaremos adquiriendo algunnos que nos costarán dinero y nos ocuparán espacio y que además nos harán pagar más por los que sí queremos comprar realmente.
Los falsos descuentos
Los comercios saben que preferimos comprar artículos que antes eran caros y ahora están rebajados a artículos que desde un principio eran baratos. Por esa razón, muchas veces nos hacen pensar que un artículo está rebajado aunque esto no sea cierto. Como recomendación, lo mejor será fijarse en el precio actual del artículo y no dejarnos llevar con la rebaja que tienen, ya que el precio final es el que realmente importa.
Los carros grandes
Un viejo truco: si el consumidor coge un carrito más grande, automáticamente tenderá a intentar llenarlo. Si vas a una tienda con una lista pequeña, coge una cesta o incluso no cojas nada. Las tentaciones serán mucho menores. Los supermercados y los comercios están tendiendo a hacer cada vez más grandes las cestas y carritos con el fin de que el consumidor acabe gastando más dinero.
Te hacen pensar en qué podrías tener o podrías hacer
Entras a una tienda con la idea de comprar ciertos bienes o de contratar ciertos servicios, sin embargo, ves un cartel publicitario que te ofrece más cosas, lo que te hace pensar en lo fácil que te sería en ese momento viajar a ese lugar, vestir como ese modelo o tener una despensa como la de esa familia. Es importante ir con una lista y ceñirse a ella, ya que la publicidad, al fin y al cabo lo que intenta siempre hacer es hacernos creer que necesitamos más de la cuenta.

sábado, 17 de enero de 2015

¡Hay que buscarse un amante!

Este texto es muy interesante, aunque lo leí hace tiempo creo que nunca lo puse en este blog...

“Muchas personas tienen un amante y otras quisieran tenerlo. Y también están las que no lo tienen, o las que lo tenían y lo perdieron. Y son generalmente estas dos últimas, las que vienen a mi consultorio para decirme que están tristes o que tienen distintos síntomas como insomnio, falta de voluntad, pesimismo, crisis de llanto o los más diversos dolores.
Me cuentan que sus vidas transcurren de manera monótona y sin expectativas, que trabajan nada más que para subsistir y que no saben en qué ocupar su tiempo libre. En fin, palabras más, palabras menos, están verdaderamente desesperanzadas.
 
Antes de contarme esto ya habían visitado otros consultorios en los que recibieron la condolencia de un diagnóstico seguro: "Depresión" y la infaltable receta del antidepresivo de turno.
 
Entonces, después de que las escucho atentamente, les digo que no necesitan un antidepresivo; que lo que realmente necesitan, ES UN AMANTE.
Es increíble ver la expresión de sus ojos cuando reciben mi veredicto. Están las que piensan: ¡Cómo es posible que un profesional se despache alegremente con una sugerencia tan poco científica! Y también están las que escandalizadas se despiden y no vuelven nunca más.
 
A las que deciden quedarse y no salen espantadas por el consejo, les doy la siguiente definición: Amante es: "Lo que nos apasiona". Lo que ocupa nuestro pensamiento antes de quedarnos dormidos y es también quien a veces, no nos deja dormir.
Nuestro amante es lo que nos vuelve distraídos frente al entorno. Lo que nos deja saber que la vida tiene motivación y sentido.

A veces a nuestro amante lo encontramos en nuestra pareja, en otros casos en alguien que no es nuestra pareja. También solemos hallarlo en la investigación científica, en la literatura, en la música, en la política, en el deporte, en el trabajo cuando es vocacional, en la necesidad de trascender espiritualmente, en la amistad, en la buena mesa, en el estudio, o en el obsesivo placer de un hobby... En fin, es "alguien" o "algo" que nos pone de "novio con la vida" y nos aparta del triste destino de durar.
 
Y ¿Qué es durar? Durar es tener miedo a vivir. Es dedicarse a espiar como viven los demás, es tomarse la presión, deambular por consultorios médicos, tomar remedios multicolores, alejarse de las gratificaciones, observar con decepción cada nueva arruga que nos devuelve el espejo, cuidarnos del frío, del calor, de la humedad, del sol y de la lluvia.
Durar es postergar la posibilidad de disfrutar hoy, esgrimiendo el incierto y frágil razonamiento de que quizás podamos hacerlo mañana.

Por favor no te empeñes en durar, búscate un amante, sé también un amante y un protagonista... de la vida
 

Piensa que lo trágico no es morir, al fin y al cabo la muerte tiene buena memoria y nunca se olvidó de nadie. Lo trágico, es no animarse a vivir; mientras tanto y sin dudar, búscate un amante...
 
La sicología después de estudiar mucho sobre el tema descubrió algo trascendental: "Para estar contento, activo y sentirse feliz, hay que estar de novio con la vida"”

Por Dr. Jorge Bucay

viernes, 16 de enero de 2015

Estoy harto de los políticos...

Estoy harto de los políticos que no cumplen sus programas electorales.
Estoy harto de los políticos prepotentes.
Estoy harto de los políticos mentirosos.
Estoy harto de los políticos sinvergüenzas.
Estoy harto de los políticos corruptos.
Estoy harto de los políticos ineptos y mediocres.
Estoy harto de los políticos borrachos, mujeriegos y consumidores de drogas.
Estoy harto de los políticos de políticos que cobran sobresueldos en B.
Estoy harto de los políticos que no contestan a los periodistas.
Estoy harto de los políticos que hacen ruedas de prensa en pantalla de plasma.
Estoy harto de los políticos que huyen de los periodistas por el garaje.
Estoy harto de los políticos que no asumen responsabilidades.
Estoy harto de los políticos que no dimiten.
Estoy harto de los políticos vendidos a las multinacionales.
Estoy harto de los políticos a los que no les importa la gente que les votan.
Estoy harto de los políticos que sirven tanto para un roto que para un descosido.
Estoy harto de los políticos que sirven para ser Ministros en cualquier ministerio.
Estoy harto de los políticos que van a balnearios pagados por empresas agradecidas.
Estoy harto de los políticos que van a ver a sus amantes en avión pagado con fondos públicos.
Estoy harto de los políticos que se enriquecen estando en política.
Estoy harto de los políticos que no tenían nada y ahora tienen chalets o áticos que valen una pasta.
Estoy harto de los políticos que no se enteran de EREs.
Estoy harto de los políticos que no se enteran de quién paga los cumpleaños de sus hijos.
Estoy harto de los políticos que no saben que tienen un coche Jaguar en el garaje.
Estoy harto de los políticos que se van de viaje mientras unas chicas mueren en una macrofiesta.
Estoy harto de los políticos que van a la peluquería en coche oficial.
Estoy harto de los políticos que no se enteran de nada.
Estoy harto de los políticos que despilfarran el dinero público.
Estoy harto de los políticos que construyen aeropuertos inservibles.
Estoy harto de los políticos que construyen grandes proyectos que se abandonan.
Estoy harto de los políticos que rescatan Bancos y no personas.
Estoy harto de los políticos que se venden a Fondos buitres.
Estoy harto de los políticos que desahucian a la gente sin pudor.
Estoy harto de los políticos que no saben hablar ni inglés y muchas veces ni castellano.
Estoy harto de los políticos que convocan tres elecciones en menos de cinco años.
Estoy harto de los políticos que quieren la independencia engañando a sus ciudadanos.
Estoy harto de los políticos que cambian la Constitución cuando les da la gana.
Estoy harto de los políticos que no cambian la Constitución cuando los ciudadanos lo piden.
Estoy harto de los políticos republicanos que quieren Monarquía parlamentaria.
Estoy harto de los políticos que no permiten que se hagan referéndums.
Estoy harto de los políticos que navegan con narcotraficantes.
Estoy harto de los políticos que montan bodas como si fueran Reyes.
Estoy harto de los políticos que usan las puertas giratorias como premio a favores realizados.
Estoy harto de los políticos que privatizan todo y se los dan a sus amiguetes.
Estoy harto de los políticos que suprimen las ayudas sociales.
Estoy harto de los políticos que no tienen sentimientos.
Estoy harto de los políticos que se ríen de los ciudadanos.
Estoy harto de los políticos acosadores.
Estoy harto de los políticos que son incapaces de gobernar.
Estoy harto de los políticos que realizan declaraciones fuera de tono.
Estoy harto de los políticos que justifican lo injustificable.
Estoy harto de los políticos que montan tramas como la Gürtel.
Estoy harto de los políticos que se van de caza cuando un barco está formando una marea negra.
Estoy harto de los políticos que votan contra el divorcio y luego son los primeros en divorciarse.
Estoy harto de los políticos que votan contra el aborto y luego cuando pueden abortan.
Estoy harto de los políticos que votan lo que dice el partido y no votan según su conciencia.
Estoy harto de los políticos que justifican la existencia del senado.
Estoy harto de los políticos con todas sus prebendas.
Estoy harto de los políticos que manejan coches oficiales, Tarjetas VISAs y Tarjetas Black.
Estoy harto de los políticos que viajan y se dan festines con dinero público.
Estoy harto de los políticos que están en todas las tertulias y no dicen más que tonterías.
Estoy harto de los políticos que meten miedo a los ciudadanos con vistas a las próximas elecciones.
Estoy harto de los políticos que son Constitucionalistas cuando les conviene.
Estoy harto de los políticos que faltan con frecuencia al Congreso.
Estoy harto de los políticos que no echan a los políticos corruptos.
Estoy harto de los políticos que colocan a sus familiares y amigos.
Estoy harto de los políticos que tienen asesores porque no tienen ninguna preparación.
Estoy harto de los políticos que admiten sobornos.
Estoy harto de los políticos imputados que no dimiten.
Estoy harto de los políticos encarcelados y que salen cuando quieren.
Estoy harto de los políticos que despiden con indemnizaciones en diferido.
Estoy harto de los políticos que tienen miedo a los ascensores cuando hay mujeres dentro.
Estoy harto de los políticos que admiten todo tipo de regalos.
Estoy harto de los políticos que colocan a otros políticos en puestos para los que no valen.
Estoy harto de los políticos que tenemos desde la Transición... muy harto.
 
 
 

jueves, 15 de enero de 2015

Radiografía de la corrupción en España

Dos vicepresidentes del Gobierno, una infanta y su marido, el que fuera jefe de los patronos, sindicalistas, ex ministros, parlamentarios, consejeros, alcaldes… La cifra, a día de hoy, supera los1.900 imputados en causas por corrupción en España. O Dicho de otra forma, Rodigro Rato, Juan Pedro Moltó, Francisco Granados, Narcis Serra, Iñaki Urdangarin y Cristina de Borbón, Jaume Mata, Maria Antonia Munar, Carlos Fabra, Julián Muñoz, Isabel Pantoja, José María del Nido… ¿Es España un país donde la corrupción política campa a sus anchas?
 
Según la memoria del Consejo General del Poder Judicial de 2013 Judicial de 2013 los juzgados están colapsados con la instrucción de 1.661 causas que tienen que ver con la corrupción política en todos sus aspectos: de blanqueo a soborno pasando por prevaricación o tráfico de influencias.
Son casi el 70% de los casos considerados de especial complejidad que se investigan en los juzgados. Si afinamos un poco más, miles de esas causas se agrupan en los 302 denominados macroprocesos como la Operación Malaya o la Trama Gürtel, EREs falsos de Andalucía, Caja Madrid, caso Pujol o la Operación Púnica.
 
En lo que llevamos de legislatura, es decir en los últimos tres años, al menos 170 personas han sido condenadas. Pero la mayoría no han entrado en prisión, ya sea por los pocos años de condena de las sentencias, porque sencillamente fueron inhabilitados o multados o porque la condena está pendiente del fallo de algún recurso pendiente.
Sensación de impunidad por la corrupción
Los inspectores fiscales agrupados en torno a la Organización de Inspectores de Hacienda apuntan a tres como las causas principales de que se haya extendido el fenómeno de la corrupción: “los casos que se descubren se deben a meras casualidades o denuncias” y no por el control del Estado.
 
Una vez descubiertos, las condenas “que se producen no suponen el ingreso en prisión, salvo algún caso excepcional” y, la causa más llamativa, que nunca se devuelve el dinero porque suele “estar siempre a buen recaudo en los paraísos fiscales, a la espera de que tarde o temprano llegue una amnistía fiscal”.
 
Un caldo de cultivo que fomenta la sensación de “impunidad”. Hay muchas probabilidades de que la única pena que tenga que sufrir el presunto corrupto sea la llamada “pena del telediario”. Pero, a cambio, el corrupto tiene solucionada su vida”.
Legislación y medios para combatir la corrupción
La opinión pública exige transparencia y el funcionamiento de la Justicia. Y tanto fiscales, jueces como inspectores piden cambios legislativos y acabar de una vez por todas con los indultos y amnistías fiscales que actúan de hecho como una ley de punto y final.
 
Los que solicitan cambios apuntan directamente a ampliar el plazo de prescripción, introducir el delito de enriquecimiento ilícito o injustificado de cargos públicos durante su mandato y el de financiación ilegal de partidos políticos y agravar las penas por tráfico de influencias, prevaricación y negociaciones prohibidas a funcionarios, entre otros.
 
Defienden asimismo reducir la cuota defraudada en delitos contra la Hacienda Pública, agravar penas por omisión del deber de denunciar y perseguir determinados delitos, introducir una modalidad de delito de obstrucción a la justicia por no remitir al juez la documentación requerida o enviarla incompleta, agravar la desobediencia a la autoridad judicial cometido por funcionario, limitar o prohibir suspender o sustituir penas por corrupción y despenalizar faltas.
 
Plantean igualmente agilizar que la justicia asegure que los presuntos puedan cautelarmente hacer frente a las responsabilidades pecuniarias desde el inicio de la investigación y “facilitar la actuación contra testaferros” y la colaboración con la Agencia Tributaria, Banco de España, Patrimonio e Intervención, así como mejorar la hasta ahora “ineficaz” Ley de Protección de Testigos y Peritos.
Pero la ley, por sí sola no basta, la corrupción política, como los llamados delitos de ‘cuello blanco’, puede ser altamente sofisticada y se requieren medios materiales y personal altamente cualificado para combatirla. No es una cuestión sólo de alterar los contratos públicos al alza y cobrar una comisión.
 
Operaciones como la operación Malaya, la trama Gürtel o las investigaciones sobre la fortuna de los Pujol han puesto al descubierto auténticas tramas de ingeniería financiera, multitud de sociedades pantalla y movimientos de cuentas en paraísos fiscales de complicado rastreo o seguimiento
 
Una lucha asimétrica que solo se combate reforzando o creando las instituciones que actualmente velan por la limpieza y buen funcionamiento del Sistema. En nuestra reciente historia democrática, la corrupción política aparece ligada a la financiación de los partidos políticos, auténticas maquinarias electorales y de poder que consumen una ingente cantidad de recursos y al urbanismo.
Una sombra que ha perseguido a todos los partidos, dado los escasos controles a los que han sido sometidos sus finanzas.
 
Y más allá de las frases de acusación vertidas contra los jóvenes dirigentes socialistas del recién estrenado PSOE de Felipe González, por haberse nutrido de “combolutos” procedentes de la socialdemocracia alemana (caso Flick) o las presuntas comisiones cobradas por el expresidente Suarez procedentes de la remodelación de los estadios de fútbol con la instalación de los marcadores electrónicos, las primeras vergüenzas del sistema de partidos estallaron en 1979 con el llamado ‘caso Puerta’.
 
El ‘saqueo de las instituciones’ sale a la luz pública por la denuncia puesta por el socialista Alonso Puerta, ex segundo teniente de alcalde del Ayuntamiento de Madrid, sobre supuesta corrupción en las contratas municipales del servicio de limpieza urbano. El municipio ‘privatizaba’ servicios que eran adjudicados a contratas privadas. Las comisiones presuntamente iban a la caja del PSOE. Puerta fue expulsado del partido.
 
El control recaía sobre el Tribunal de Cuentas. Pero resulta complicado creer que este tribunal pueda detectar cualquier tipo de fraude en su labor fiscalizadora. Su prioridad no es luchar contra la corrupción, sino verificar que el presupuesto que se aprueba tiene su destino. Es decir, son más auditores que otra cosa que trabajan con pocos medios. El retraso en sus informes se contabiliza por años.
 
Además, sus integrantes son designados por el propio parlamento como representantes de los partidos políticos mayoritarios, es decir, sus informes mayoritariamente son un fiel reflejo de la aritmética parlamentaria del momento. Eso por no hablar de el propio escándalo que ensombrece al propio Tribunal.
 
La carga de la prueba -la honradez tanto del partido como la de sus cargos públicos- recae sobre los principales partidos políticos quienes sistemáticamente se amparan en la presunción de inocencia hasta que una sentencia diga lo contrario para no modificar leyes ni estatus.
 
Y los escándalos seguían saliendo a la luz, un contable mal despedido, una mujer despechada por un divorcio y la casualidad en una investigación por tráfico de drogas tiró de la alfombra de los tres casos más sonoros en los años ochenta y noventa:
 
El caso Filesa -financiación irregular del PSOE- el caso Juan Guerra – uso del despacho del vicepresidente del Gobierno para hacer negocios privados y tráfico de influencias- y caso Naseiro -financiación ilegal del PP- que a su vez dio paso a otro juicio donde resultó condenado el constructor burgalés Fernández Pozo en Castilla y León -una comunidad donde por cierto es estrenaba como presidente un bisoño José María Aznar-.
 
En este clima enrarecido por la corrupción, salpicado además por otros escándalos como el caso Roldán, caso Gescartera o los GAL, Felipe González toma una decisión: La creación de la Fiscalía Anticorrupción. Carlos Jiménez Villarejo dirigía un equipo pionero en Europa para perseguir a los corruptos a través de libros contables, sociedades pantalla y paraísos fiscales.
 
Han pasado 20 años (se creó en 1995) y los fiscales anticorrupción siguen reclamando más medios. Dieciséis fiscales conforman la Fiscalía Especial Contra la Corrupción y la Criminalidad organizada en Madrid, especializada en perseguir estos delitos.
 
Anticorrupción también cuenta con tres inspectores de la Intervención General del Estado que fiscalizan los contratos públicos de los casos que recaen en esta fiscalía. Este equipo especializado se completa con dos unidades de policía judicial dependientes específicamente del organismo.
Sin embargo, Anticorrupción se enfrenta a una parte muy pequeña de los delitos de corrupción, entre un 10% y un 20% de este tipo de casos, el resto recae sobre las fiscalías ordinarias.
 
Su labor, formalmente reforzaba la actividad de la Audiencia Nacional, creada en 1977 como sustitución del Tribunal de Orden Público, que entre otras materias, se encarga de delitos de crimen organizado como terrorismo, narcotráfico, falsificación de moneda, y de delitos cometidos fuera del territorio nacional cuando conforme a las Leyes o a los tratados corresponda su enjuiciamiento a los tribunales españoles. En ella trabajan la mayoría de los ‘superjueces’ que entienden persiguen a las grandes tramas corruptas.
 
Tres décadas después y ante la magnitud de la corrupción política, los profesionales de la Magistratura reclaman exclusividad en los juzgados. Coinciden en la necesidad de unificar los esfuerzos y los escasos medios materiales, y hacerlo en todos los juzgados, Piden que haya jueces que se dediquen “en exclusiva a este asunto las 24 horas del día”, así como la “revisión y, en su caso, supresión de aforamientos”, al considerar que “entorpecen y ralentizan de forma evidente y clara la instrucción de los procedimientos”.
Una sola policía contra la corrupción
La especialización pasa por ser la base en la lucha contra la corrupción y, necesariamente -los actores coinciden- confluye en la creación de una policía fiscal. En la actualidad, existen hasta 11 unidades en la Policía Nacional y 6 en la Guardia civil, además del personal que maneja la propia AEAT, el Ministerio Fiscal o el SEPBLAC del Banco de España dedicados a perseguir este tipo de delitos. Unas unidades que trabajan de manera “escasamente integrados y coordinados”.
 
Dentro de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil hay un Departamento de Delincuencia Económica que a su vez tiene un grupo de delitos económicos, de fraude y urbanísticos y una unidad adscrita a la Fiscalía Anticorrupción.
 
También hay un grupo especializado dentro del Servicio de Información. En las unidades periféricas hay personas dedicadas a este tipo de delitos dentro de las unidades orgánicas de policía judicial. En total, unos 700 agentes, de los cuales 200 se dedican en exclusiva a corrupción. El resto se ocupan de asuntos conexos como blanqueo o narcotráfico.
 
Por otro lado, la Unidad de Delitos Económicos y Fiscales del Cuerpo Nacional de Policía (UDEF) está formada por 299 personas. Teóricamente, cualquier agente de la plantilla de policía judicial (11.500) podría investigar, casos de corrupción, pero no se dedican a ellos con carácter de exclusividad.
 
A estos profesionales habría que añadir los 189 -altamente especializados- de la Oficina Nacional de Investigación del Fraude Fiscal (ONIF), dependiente de la Agencia Tributaria y las 60 personas que persiguen el blanqueo de capitales en el Banco de España a través del Sepblac. Esta unidad funciona como la “unidad de inteligencia financiera española”.
Fomentar y premiar la denuncia por corrupción
Los inspectores de Hacienda, en su decálogo, insisten en que hay que generar instrumentos que premien comportamientos de denuncia. En la mayoría de las tramas resulta imprescindible ese ‘colaborador necesario’.
 
Pero resulta que ese testigo vital acaba siendo un testigo acosado, como en el caso de Ana Garrido Ramos.
 
Todos los profesionales, magistrados, policías, fiscales abogan limitar los indultos y acabar con los aforados , así como por contar con tribunales y juzgados especializados en asuntos económicos a nivel autonómico e incluso provincial, por potenciar la cooperación jurídica internacional para eliminar paraísos fiscales y por crear “una policía judicial auténtica” y un cuerpo de peritos contables que asesoren a los jueces.
 
Medios, personal, cambios legislativos… Medidas que dependen de la voluntad política y de un pacto de estado entre las fuerzas políticas para terminar con un problema que crece entre las preocupaciones de los españoles.
De momento, ni está ni se le espera.
 
Redacción Irispress 06/01/2015 9:56 PM
Leído en: http://irispress.es/reportajes/2015/01/06/radiografia-corrupcion-espana/#