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lunes, 22 de diciembre de 2014

¡Rompe con todo, elige tu vida!

¿Cuántas veces has soñado en decirle a tu jefe que te vas? ¿Cuántas veces has deseado dejar la ciudad e irte a vivir a un pueblecito en la montaña? ¿Cuántas veces has pensado lo feliz que serías si…?
 
Quizás ha llegado el momento de dejar de la lado los miedos, las excusas y vivir la vida que quieres vivir ¿o no?
 
¡Rompe con todo, elige tu vida!
 
Puede que no sea tan fácil, si te paras a pensar tal vez no sea un buen momento, es demasiado arriesgado, seguramente no saldría bien, sería bonito pero en el fondo sabes que es una locura ¿verdad?
 
¿Sabes lo que me parece una verdadera locura? Que la gente espere y espere durante años para hacer algo tan fácil o tan difícil como crear su propia vida, para elegir hacer lo que realmente les gusta, ¡para elegir ser feliz de una vez por todas!
 
Muchos ni siquiera llegarán a hacerlo. ¿En qué momento decidimos ser esclavos de nuestras circunstancias?
 
Si eres de los que se levanta por las mañanas con la esperanza de que las cosas mejoraran, de que vendrán tiempos mejores, y estás dispuesto a aguantar y conformarte con lo que te ha tocado, déjame que te diga una cosa: eso no es vivir, eso es sobrevivir.
Hay personas que esperan el sorteo de navidad para que sus sueños vuelvan a jugar a la lotería, y tal vez entonces puedan dejar de trabajar.
 
Tal vez entonces puedan hacer esa llamada al director para decirle que nunca más pisarán esa oficina, que por fin van a dejar de levantarse temprano para acudir a un sitio que detestan, con unos compañeros que no les caen bien y pasar más de ocho horas haciendo algo que no les reporta nada más que una nómina con la que pagar facturas.
 
¿Es esa la vida que quieres para ti?
 
Si sólo con pensar en la posibilidad de dejar tu trabajo se te dibuja una sonrisa en la cara, acompañada de un ¡ojalá pudiera!, ya es hora de que seas valiente y de que empieces a ver la botella desde otro lado, quizás así no esté tan vacía.
 
Rompe con todo
 
Para romper con todo, para que eso que anhelamos se convierta en algo viable y no se quede simplemente en una utopía hacen falta varias cosas, las más importantes, actitud, sensatez, valentía y pasión, mucha pasión por la vida.
 
Si estás leyendo esto y te sientes identificado, por favor ¡decídete!
 
Hay personas que después de vivir una experiencia difícil, en la que pierden a alguien cercano o son sorprendidos por una enfermedad, dan un vuelco a sus vidas y empiezan de nuevo.
 
No esperes a que algo así te pase, no dejes pasar más tiempo, el momento de hacer lo que quieres hacer es ¡ahora!
 
Tener un proyecto y creer en él
 
No estoy hablando de liarse la manta a la cabeza y tirarlo todo por la borda sin más. Pero si estás harto de la vida que llevas, si te sientes atado e insatisfecho, por favor haz algo.
 
Si sabes lo que quieres, encontrarás la manera de llevarlo a cabo.
 
Por eso lo más importante para empezar es tener un proyecto. Muchos tienen claro lo que no quieren, pero pocos son los que tienen claro lo que sí quieren.
 
No basta con saber que no quiero seguir trabajando en la fábrica, en la empresa o en la carretera, hay que buscar la segunda parte. Si no quieres eso, ¿qué quieres?
 
Si no quieres seguir viviendo en la ciudad, con una marcha frenética de trabajo, con el estrés que conllevan las responsabilidades del negocio, entonces ¿qué?: ¿Una vida tranquila en el pueblo de tus padres llevando la taberna?, ¿montar un camping en una zona de la costa?, ¿abrir tu propio negocio y ser lo que tú quieres ser?, ¿vender tu piso en el centro y comprarte una casita en el campo?
 
Cuando uno tiene un sueño, una ilusión y empieza a imaginarlo, a pensar en ello y sobre todo a creer en ello, hace que eso que hasta ahora sólo era un deseo se convierta en un objetivo, en un proyecto.
 
Y cuando ese proyecto lo tienes cada vez más claro, el primer paso ya está dado.
 
Buscar los apoyos adecuados
 
Es entonces cuando empezamos a contarles a los demás nuestro plan. Lo ideal es que las personas más cercanas a nosotros nos apoyen y compartan con ilusión y entusiasmo aquello que queremos conseguir.
 
Ver como los demás nos alientan, nos animan y se involucran en ello, nos genera fuerza, confianza y hace que nos sintamos queridos y valorados.
 
Aunque es cierto que esto no ocurre en todos los casos, ya que, en ocasiones, el apoyo no llega de aquellos de quienes nos gustaría.
 
Eso no quiere decir que haya que tirar la toalla, eso implica buscar aliados en otro lugar. Es verdad que el esfuerzo es mayor, pero nadie dijo que fuera a ser fácil.
 
Si quieres montar un negocio, ponte en contacto con gente que ya lo haya hecho, si quieres irte a vivir al extranjero habla con personas que te puedan alentar.
 
En este mundo no estamos solos, siempre hay gente que nos puede ayudar. Incluso si no tienes claro lo que quieres conseguir o cómo diseñar tu plan de acción, puedes contactar con un profesional.
 
Haz caso omiso a los escépticos
 
Y por supuesto tan importante es buscar quien te apoye como alejarse de quien no lo hace. Si tienes claro lo que quieres hacer, no permitas que la opinión de unos cuantos te desanime.
 
Si estás pensando en cambiar de trabajo para hacer finalmente lo que te gusta, huye de los escépticos, suelen ser personas acomodadas e infelices que nunca se atreverían a hacer lo que tú vas a hacer y por eso tampoco quieren que tú lo hagas.
 
¿Cómo vas a dejar un trabajo fijo en los tiempos que corren? ¿Y de qué vas a vivir? ¡Eso es una locura! ¡Aguanta un poco hombre, en unos años las cosas mejorarán! ¡Tampoco estás tan mal!
 
Estas son algunas de las cosas que escucharás cuando le cuentes a alguien tu proyecto. En ese momento habrás aprendido que no te conviene compartir tus ilusiones con todo el mundo.
 
Elige sólo aquellas personas que te vayan a trasmitir opiniones que te puedan servir.
No se trata de verlo todo de color de rosa, hay que valorar las cosas y tomar las decisiones con sensatez, pero sin dejar que la parte “realista” te genere tanto miedo que le gane la partida al valor de luchar por lo que quieres.
 
Puede que lo veas muy arriesgado, puede que pienses que no tienes el coraje suficiente o no te sientas capaz, tal vez estés pensando en todo el sacrificio que vas a tener que hacer y todos los cambios que eso va a conllevar.
 
Cuando te hayas agobiado lo suficiente y estés a punto de mandarlo todo a paseo, sólo gírate y mira la otra opción, seguir como hasta ahora.
 
Puedes elegir pasar el resto de tu vida aceptando eso y pensando que no te mereces algo mejor, o que no fuiste capaz de hacer nada, eso ya lo conoces, aquí no hay incertidumbre, no hay riesgos.
 
Seguro que no serás el único en decir eso de “más vale malo conocido que bueno por conocer”. En tus manos está. La elección es solo tuya, pero sé consciente de que tu futuro y tu vida dependen de ti.
 
Por eso me atrevo a decirte: ¡sé valiente lo que está en juego es tu felicidad!
 
Por Mamen Garrido Ramón