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Previsión del tiempo

lunes, 2 de mayo de 2011

Para pensar (IV)

Estaba furioso de no tener zapatos, entonces encontré a un hombre que no tenía pies y me sentí contento de mí mismo.
Más vale feo y bueno que guapo y perverso.
Para que nada nos separe que nada nos una (Pablo Neruda).
Las palabras están llenas de falsedad o de arte, la mirada es el lenguaje del corazón (William Shakespeare).
Déjame solo un poco de mí mismo para que pueda llamarte mi todo (Rabindranath Tagore).
No hay árbol que el viento no haya sacudido.
Casarse está bien, no casasrse está mejor (San Agustín).
Seis honrados servidores me enseñaron cuanto sé, sus nombres son cómo, cuándo, dónde, qué, quién y por qué (Rudyard Kipling).
Los hombres están siempre dispuestos a curiosear y averiguar sobre las vidas ajenas, pero les da pereza conocerse a sí mismos y corregir su propia vida (San Agustín).
Si todos tirásemos en la misma dirección, el mundo volcaría.
Reza, pero no dejes de remar hacia la orilla.
La cosa más dificil es conocernos a nosotros mismos, la más fácil es hablar mal de los demás (Tales de Mileto).
Las decepciones no matan y las esperanzas hacen vivir.
Quien adelante no mira, atrás se queda.
Ten más de lo que muestras, habla menos de lo que sabes (William Shakespeare).
No hay plazo que no llegue ni deuda que no se pague.
El bosque sería muy triste si solo cantaran los pájaros que mejor lo hacen.
Las despedidas siempre duelen, aún cuando haga tiempo que se ansíen.
El hombre crece cuando se arrodilla.
Un chisme es como una avispa, si no puedes matarla al primer golpe, mejor no te metas con ella.
Quien no sabe bailar dice que los tambores no valen para nada.
Compra lo necesario, no lo conveniente.
La vida es un sueño, si te despiertas cierra los ojos y vuelve a soñar.
Lo bueno de los años es que curan heridas, lo malo de los besos es que crean adicción.
Una palabra de amor y la visión del mundo puede cambiar.
No siempre la ausencia es distancia.
El dinero hace hombres ricos, el conocimiento hombres sabios, la humildad hace hombres grandes.
Me emborraché para olvidarte... y ahora te veo doble.