Seguidores del Blog:

Previsión del tiempo

lunes, 25 de febrero de 2013

Marcas registradas


El mundo de la propiedad intelectual causa dolores de cabeza a creadores y abogados del mundo entero. Cada territorio cuenta con sus propias leyes, y lo que en EEUU puede ser aceptado como “marca registrada”, aquí puede encontrarse con la negativa de los organismo pertinentes.
Aún así, todas las palabras o expresiones que os presento son propiedad de alguna empresa que vigila de manera cuidadosa su utilización. En algunos casos, la ubicuidad de algunas marcas comerciales las terminan por hacerlas de uso común: toda una generación ha hablado de “hacerse un Cola Cao“. En otras, hay que reconocerlo, han tenido un poco de morro a la hora del registro.

Superhéroe
Propiedad de: Marvel y DC Cómics
Las dos compañías de tebeos más grandes de los EEUU poseen esta vocablo tan popular al 50%. El resto de compañías comiqueras suelen usar expresiones como “Metahumanos” o “Superhumanos”. El uso de la palabra no es especialmente perseguido, pero sí se ha dado algún caso de retirada de un producto. ¡Ah! De nuevo, ninguno de los dos propietarios inventó el término: se inventó en un serial radiofónico de 1917.

Marines Espaciales
Propiedad de: Games Workshop
La compañía de juegos británica Games Workshop ha registrado el término y es agresiva protegiéndolo, llegando a solicitar la retirada de libros con este título. En realidad, nació en 1932 en el relato “Captain Brink of the Space Marines” y ha sido usado en decenas de obras de ciencia-ficción, desde videojuegos a películas. Lógicamente, la comunidad de fans no anda especialmente contenta con las acciones de la compañía…

LoqueseZILLA
Propiedad de: Toho pictures
¿Has llamado alguna vez a un perro muy gordo “PerroZilla”? ¿Has hecho alguna broma sobre un amigo o mascota enorme añadiendo el ‘Zilla’ el final, apelando al recuerdo de Godzilla, el monstruo gigante? Pues que sepas que deberías pedir permiso a la productora de cine japonesa Toho Pictures. No sólo es Godzilla una marca registrada, sino cualquier palabra que termina con esas cinco letras. No: Nocilla es con C.

Olímpico/a
Propiedad de: El Comité Olímpico Internacional
Juegos olímpicos sólo hay unos, y son los que organiza el COI. Y para asegurarse, la palabra, que tiene su origen en un monte griego, pertenece a este organismo. Los organizadores de eventos como las “Olimpiadas de la calceta” pudieron comprobar el celo de sus abogados a la hora de perseguir a los infractores.

Jacuzzi
Propiedad de: la empresa Jacuzzi Brand Corps
Al igual que algunos llaman “Pan Bimbo” a cualquier pan de molde, la marca “Jacuzzi” ha conseguido ser sinónima de baño con burbujas. Debe su nombre a sus inventores, los hermanos Jacuzzi, que comenzaron a fabricar y vender este tipo de bañeras en 1917.

Yo-Yo
Propiedad de: Duncan Toys
Esta entrada en nuestra lista nos crea un gran desasosiego, porque… ¿cómo podemos referirnos a este producto sin mencionar a esta marca en concreto? La alternativa sugerida, “juguete giratorio con cuerda”, es ambigua y confusa así que, por más que se empeñen los propiatarios de Duncan, seguiremos llamando Yo-Yo a este pasatiempo que todos hemos disfrutado.

Felicidad
Propiedad de: Nestlé
¡Que felices nos hacen los productos Nestlé! Al menos a los angloparlantes, que disfrutan mucho más de sus variedad alimenticia: el gigante alimenticio posee la palabra ‘Joy’ (Felicidad), al menos en cuanto a uso comercial se refiere. Pensadlo la próxima vez que os toméis un Nescafé.

Ping-Pong
Propiedad de: Juegos Parker (originalmente) Escalade Sports
No diga “ping pong”, diga “Tenis de mesa”. Es el término correcto, ya que “Ping Pong” es el nombre que Parker Games (creadores del Monopoly) escogieron para vender sus sets para practicar este singular deporte. El nombre tiene raíz onomatopéyica: se escogió por su parecido al sonido que se escucha durante una partida.

Tupper
Propiedad de: Tupperware Brands
El término ‘Tupperware’ viene a representar todo tipo de recipientes similares a los invitados por su creador… el señor  Earl Silas Tupper. Poco imaginaría que en un tiempo acabarían apareciendo otros términos como “Tuppersex”. La palabra, por cierto, ha sido castellanizada como “Táper”, y aunque no está reconocida por la RAE, si aparece ya en varios diccionarios.

J.R.R. Tolkien
Propiedad de: Herederos de J.R.R. Tolkien
Así es: un nombre propio también puede ser una marca registrada. La compañía que gestiona los derechos de la obra de Tolkien, gestionada por sus hijos y nietos, se encargó de que el nombre de su abuelo no se usara en vano. Así, monitorizan cualquier mención al genial autor de ‘El Señor de los Anillos‘ que no sea de su agrado, llegando a exigir su retirada en artículos o libros.

Leído en: lainformacion.com