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miércoles, 5 de junio de 2013

Suspenso

Sílvia Diao, una joven baloncestista de Girona, está a un paso de perder una beca para entrar en una universidad del Reino Unido por haber suspendido Educación Física en el bachillerato. Si la noticia que ayer adelantaba EL PERIÓDICO sorprende, sus detalles aún más. La beca deportiva es la única posibilidad que tiene la joven, buena estudiante y de familia muy humilde, de cursar una carrera. La asignatura la tiene suspendida porque el examen fue una prueba de natación y Diao apenas sabe nadar. La profesora de la joven debe de tener razones muy poderosas para no concederle un aprobado del que depende todo un futuro. La cuestión atruena: ¿La docente y el instituto están actuando con la sensibilidad necesaria para formar a personas? Al fin y al cabo, ¿hablamos de repartir notas o de ofrecer un futuro? Mal pagados y peor considerados, enterrados en un mar de burocracia, ¿qué proporción de los profesores actuales siente algo parecido a la vocación? Sin ilusión por enseñar es imposible transmitir ilusión por aprender. Sin entusiasmo, difícilmente hay motivación. Mientras, las leyes de educación se van dibujando según la ideología del Gobierno de turno sin entrar de verdad en el corazón del problema. Si la preparación de los profesores no roza la excelencia, solo se sumarán fracasos en las aulas. Sin reconocimiento ni remuneración no se captará a los mejores profesionales. En los crucifijos de Wert no está la solución.

Emma Riverola para el periódico.com
Escritora
http://www.elperiodico.com/es/noticias/opinion/suspenso-2398482?utm_source=newsletter&utm_medium=email&utm_campaign=elPeriodico-opinion#s


Fin de la pesadilla. Los profesores del IES Santa Eugenia de Girona que han aprobado con un siete a la baloncestista Silvia Diao en el examen teórico de gimnasia que realizó el centro tras la inspección del Departamento de Ensenyament.
Los inspectores detectaron anomalías en el programa y el sistema de evaluación que llevaba a cabo la profesora María Anglada y que le había dejado pendiente la educación física de primero de bachillerato. Esta circunstancia le impedía acceder a una beca de baloncesto que le había concedido la Universidad de Edimburgo, en Escocia.