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viernes, 19 de diciembre de 2014

Ley de Seguridad Ciudadana: 9 comparaciones con la Ley Mordaza en las que siempre pierde el ciudadano

La Ley de Seguridad Ciudadana ya ha pasado su trámite parlamentario en el Congreso y se encamina al Senado. Con toda la oposición y la sociedad civil en contra, la mayoría absoluta del PP ha vuelto a hacer de las suyas y ha aprobado la conocida como Ley Mordaza.
 
Desde que salió del Consejo de Ministros en noviembre de 2013, el texto de la norma se ha ido suavizando para eliminar artículos que, como señaló el Consejo General del Poder Judicial, tenían "tachas de inconstitucionalidad".
 
Se mantienen otros igualmente controvertidos, como la posibilidad de multar con hasta 600.000 euros a los organizadores o promotores de reuniones o manifestaciones no comunicadas en "instalaciones en las que se prestan servicios básicos a la comunidad". Una definición tan amplia que puede abarcar desde una protesta en un hospital o en la Universidad, hasta una manifestación frente al Congreso.
 
Al final sale más barato gestionar mal los análisis clínicos de seis hospitales, provocar fallos y retrasos, y ganarte quejas de sus médicos -90.000 euros de multa que te puede acabar perdonando tu excompañero, el presidente de la Comunidad de Madrid, como en el caso de las empresas del exconsejero Güemes-, que defender el derecho a la sanidad pública y universal en tu centro de trabajo.
 
Estas son otras nueve comparaciones que ilustran la desproporción de algunas de las infracciones previstas en la norma:
 
1.- Protestar ante un juzgado y pagar más que la infanta
 
Si se te ocurre, por ejemplo, convocar una manifestación porque consideras que la Fiscalía ha sido suave con la infanta Cristina por su presunta implicación en el caso Nóos al eximirle de responsabilidades penales. Y decides protestar a las puertas del Juzgado de Palma sin comunicárselo a las autoridades -como es tu derecho, según la Constitución-, te enfrentas a multas de hasta 600.000 euros, si se considera la administración de Justicia como "servicio básico a la comunidad". Al final podrías acabar pagando más que la hermana del rey, a la que el Fiscal le reclama una multa de 587.413 euros por considerarla responsable civil a título lucrativo por haberse beneficiado de los negocios fraudulentos de su marido.
 
2.- Rodear el Congreso, más caro que conducir borracho
 
Protestar frente al Congreso, aunque no esté reunido, puede costarle a los convocantes entre 601 y 30.000 euros. Que un diputado conduzca en la vía pública en zigzag y cambie de carril sin ninguna señalización, y según el juez, incurra en un delito de conducción bajo los efectos del alcohol, se salda con ocho meses sin carnet y 720 euros de multa.
 
3.- La resistencia pacífica cuesta 30.000 euros
 
Hacer una sentada como protesta y decir "de aquí no me muevo", por mucho que sigas los preceptos de Gandhi y lo hagas pacíficamente, te puede costar hasta 30.000 euros, porque el Gobierno lo considera una falta grave. Si un policía arrastra por el suelo al ciudadano que se resiste, incluso aunque se le escape algún porrazo, le haga una brecha o le disloque el hombro, si llega a sentarse en el banquillo es probable que se levante sin multa ni condena. Eso si llega.
 
4.- Parar un desahucio 30.000, pegar a un activista, 300
 
Son un fenómeno nuevo en España, pero los escraches ya han conseguido poner nerviosos a políticos y bancos, y el Gobierno, raudo y veloz, los ha incluido junto a los desahucios en la Ley Mordaza. Serán faltas graves, multadas con hasta 30.000 euros, por muy pacíficos que sean. A la policía, sin embargo, le sale mucho más barato desalojar con violencia a los activistas que impiden que echen familias a la calle. Una jueza condenó a un agente que había agredido a dos activistas antidesahucios a pagarles una indemnización de 480 euros y le puso una multa de 300 euros por cada uno.
 
5.- Apuntar con láser VS disparar balas de gomas
 
La "proyección de haces de luz" sobre pilotos o conductores se considera infracción muy grave. Los manifestantes egipcios que estaban en la plaza Tahrir, en El Cairo, donde usaron láseres para enviar mensajes al expresidente Morsi- tendrían que pagar 600.000 euros por cabeza por cada uno de los puntos con los que apuntan al helicóptero si estuviesen en España. Mientras, las Fuerzas de Seguridad siguen disparando balas de goma a los ciudadanos, a pesar de que la Comisión Europea las condena y han causado muertes o heridas graves como las de Esther Quintana. Esta mujer ha visto cómo su caso se archivaba dos veces, hasta que un juez, desoyendo al consejero de Interior de la Generalitat, que negaba que hubiesen sido los mossos, ha decidido investigar el caso y de momento ha puesto a dos agentes 200.000 euros de fianza.
 
6.- Grabar o fotografiar a la policía son 30.000 euros
 
Estas dos imágenes son de la Jornada Mundial de la Juventud en Madrid. La visita del papa de agosto de 2011 terminó con varias noches de disturbios y violencia policial. Fotógrafos y ciudadanos registraron algunos de esos momentos. Como cuando la policía la emprende a golpes con una menor de 16 años, y de paso, con el fotógrafo que está al lado y ha inmortalizado la agresión. O los porrazos gratuitos a los viandantes que abandonan andando la Puerta del Sol. Grabar o fotografiar a la policía ahora no es garantía de que respondan por sus actos: se absolvió a dos de los tres identificados aquella noche, y dos años después la jueza dijo que la agresión del tercero había prescrito, aunque en octubre de este año se ha reabierto el juicio. Con la nueva ley grabar o fotografiar a policías y difundir las imágenes se considerará falta grave, multada con hasta 30.000 euros. Y cuidado con decir algo que pueda ser interpretado como una "falta de respeto", porque cuesta hasta 600 euros más.
 
7.- Un porro, más caro que un accidente mortal
 
Llevar una china en el bolsillo, incluso si te la vas a fumar en casa, te puede salir por 30.000 euros porque la nueva ley considera el consumo o tenencia de drogas, la plantación y cultivo, aunque sea para consumo propio, una falta grave. A una señora en Galicia, por retrasos judiciales, le salió por 8.200 euros la multa por provocar un accidente mortal tras conducir bebida.
 
8.- Espectáculos públicos frente a un delito de cohecho
 
Celebrar espectáculos públicos prohibidos o suspendidos es considerado falta muy grave, penada con hasta 600.000 euros. La misma multa que les cayó a tres de los implicados en el caso Mercasevilla, condenados por un delito de cohecho por el intento de cobro de una comisión ilegal de 450.000 euros.
 
9.- Protestar en una infraestructura o dejar construir una ilegal
 
La intrusión en infraestructuras o instalaciones -incluyendo su sobrevuelo-, una de las formas típicas de protesta pacífica de organizaciones ecologistas como Greenpeace, será castigado con una multa de entre 601 y 30.000 euros. En cambio, el castigo al exalcalde de Andratx -envuelto en un caso de corrupción urbanística- por una falsedad documental que permitió construir un chalet en un área protegida fue una multa de 6.480 euros.
 
EL HUFFINGTON POST | Por  Gloria Rodríguez